13 de Marzo
Había pasado la semana volando entre pensamientos y cosas de la universidad, se acercaba el momento y la verdad que estaba muy nervioso. Iba a ver a Adrián por primera vez desde el 27 y desde que oficialmente éramos novios. Nos pasábamos los días contando lo que íbamos a hacer cuando nos viéramos. En twitter vi que había subido una cuenta atrás de los días que quedaban para verme. Cada día subía una captura del reloj con una canción diferente. El 13 era Lucky Ones de Lana del Rey, era una canción a la que no le había dado mucha importancia porque del disco no era de mis favoritas pero cuando él la puso empezó a cobrar sentido.
- O sea que ahora somos los más suertudos de todos, eh?
- Oye!! pues si, yo he tenido mucha suerte en conocerte
- Hombre, es que alguien como yo no se puede dejar pasar por alto
- Qué creido te lo tienes eh chulito
- A ver, desde que el mejor me dijo que quería ser mi novio pues imaginate
- Jajajaja mira que eres memo, a las 6 entonces, no?
- Yesss, sabrás ir no?
- Qué poca confianza tienes en mí, me he montado en metro una sola vez pero te aseguro que voy a estar incluso antes que tu
- Ah si? pues yo ya salgo de casa
- Venga pues yo también jeje
Al final en vez de a las 6 nos vimos a las 5, las ansias nos podían. Adrián llegó antes, llevaba un abrigo azul muy bonito, una sudadera blanca cuya capucha sobresalía por encima del abrigo y los pantalones y zapas eran los mismos que la primera vez que nos vimos. Yo estaba temblando de los nervios pero en cuanto me abrazó se me pasó todo. No nos dimos un beso, eso vino más adelante, pero sí me tendió la mano para que se la cogiese y así fuimos hasta llegar al mismo parque y al mismo banco. Por el camino me fue diciendo cosas para que me riera porque me vio que estaba muy tenso, me miraba y me sonreía o me guiñaba un ojo y se empezaba a reír al ver las caras. que le ponía. Adri realmente era muy guapo y yo me perdía mirándole. Sentía que el tiempo se detenía cada vez que sonreía. Las manos las tenía muy suaves, me gustaban mucho sus manos, los dedos eran largos, tenía las uñas muy cuidadas y no era un tacto rugoso o seco en ningún momento. En cambio yo, las tenía sudadas de los nervios y me comía las uñas.
- Me vas a dejar la mano empapada - me dijo riendo.
- No te pases que te la suelto eh - dije mirándole mal.
- No no, me gusta ir de la mano contigo, al fin y al cabo eres mi novio - dijo.
- Bueno, qué vergüenza Adri - dije sonrojándome.
- Al menos ahora ya eres capaz de mantenerme la mirada - rió - todo es un avance -.
- Cállate que llegamos ya al banco y me voy a poder sentar para ver como los de la pista de patinaje se caen - dije.
- Hombre, me voy a poner celoso, deberías estar mirándome a mí - dijo alzando una ceja.
- Oye, puedo repartirme la vista eh - reí.
Cuando llegamos, nos sentamos en el mismo banco que la otra vez. Ese banco iba a ser testigo de muchos momentos buenos y no tan buenos. Iba a ver cómo crecía nuestra relación porque íbamos a pasar allí muchos momentos juntos.
- Oye...aunque ya seamos novios te quiero pedir una cosa - me dijo nervioso apartando la mano de mi.
- Si, claro, lo que sea - sonreí.
- Pero no te rías eh, que es algo que no he hecho nunca y me gustaría cumplirlo contigo - dijo.
- Vale, prometo por encima de todo que no me reiré de nada de lo que me vayas a decir - dije haciéndome una cruz en la parte del corazón.
- Vale...pues...a ver...sé que somos novios pero ¿quieres salir conmigo? - preguntó con cara de pena.
- Pero...a ver, si ya lo somos adri jajajaja - dije.
- No a ver, yo quería pedírtelo a la cara porque nunca lo había hecho con nadie y claro contigo ya sé la respuesta pero me hace ilusión joe - y se le apagó la mirada.
- No no, CLARO QUE QUIERO SER TU NOVIO ADRIÁN - dije gritando.
Entonces me miró y volvió el brillo a sus ojos, se le dibujó una sonrisa enorme en la cara y se lanzó a besarme. Y sucedió, nos besamos, fue un beso un poco torpe, yo nunca había besado a un chico y el no había besado a nadie antes. Pero lo volvimos a intentar, había que empezar a practicar.
- Bueno, ahora si que si, oficial eh - dije.
- Pero mantenemos la fecha del 8 que si no me pego un tiro - dijo riendo.
- Si si claro, la fecha nuestra siempre será ese número - dije.
Y así fue pasando la tarde, entre caricias y besos, a veces se lanzaba él y a veces yo. Nos acariciábamos el pelo, las manos, nos reíamos de mil cosas y entre medio había más besos. Si una cosa teníamos Adrián y yo era que nos dábamos muchos besos. Sí, al principio éramos esas parejas babosas que no se despegaban pero es que ¡era adictivo! él tenía una boca muy bonita y unos labios gorditos. Mi parte favorita de su cara después de sus ojos rasgados era esa.
- Oye tanto beso me ha dado hambre, ¿qué te apetece cenar? - preguntó.
- Pues...no tenía pensado cenar pero si quieres hay aquí al lado un sitio de pizzas ¿te hace? - propuse.
- Sí, sí, claro, pero no me digas que odias la pizza con piña - dijo.
- ¡Para nada! me encanta, la culpable de ello es mi madre - respondí riendo.
Llegamos al sitio y le invité a pizza, el se negó a que le pagara su parte pero claro, era mi novio, la siguiente vez me podía invitar él y así me devolvía la invitación. Estuvimos cenando y hablando de varias cosas, me contó que era un megafan de Eurovisión, que le encantaba seguir el concurso todos los años, que era un apasionado de hacerse sus tablas con los rankings y demás. Yo le dije que mi música iba más enfocada al mercado americano y británico.
- Bueno pues a partir de ahora veremos Eurovisión juntos - dijo.
- Ah ¿me vas a invitar a casa? qué rápido vas, me acabas de besar por primera vez - reí.
- Oye y ahora voy a volver a hacerlo - dijo acercándose para darme un beso.
No le daba cosa besarme en público y era algo que también apreciaba. Cada vez descubría cosas de él que me gustaban más, no podía esperar a que la relación fuera avanzando poco a poco.
Cuando nos fuimos, yo le acompañaba hasta Puerta de Arganda para ver como cogía el metro hacia Rivas y así volverme en Renfe desde ahí porque se iba más rápido. A veces Adri perdía el metro porque estaba demasiado ocupado besándome y entonces nos quedábamos más tiempo. A veces llegaba más tarde de lo que sus padres le decían por eso mismo. Siempre nos costaba despedirnos porque tenían que pasar una o dos semanas hasta que nos volvíamos a ver ya que ambos estábamos estudiando y hasta arriba de trabajos. Pero jamás cambiaría el 13 de Marzo de 2015 por nada del mundo. Fue la cita más especial de mi vida.
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Todo lo que no te pude decir
Teen FictionEsta es una historia basada en todo lo que viví con el chico que me cambiaría toda la vida por completo. Adrián. Aquí esta todo lo que no pude decir al chico que me abrió un mundo que jamás había conocido. Es un libro hecho carta lleno de momentos...