Todo lo que no te pude decir

Ya no te hago falta

Si tiene que haber un final, es ahora

Llegó el momento de vernos, el tan esperado viernes. Yo tenía muchos nervios, había salido de Adri decirme de vernos, sé que era seguramente por cómo me estaba comportando y él ya no podía sostener más la situación. Aunque bajo mi punto de vista estaba actuando de una manera egoísta, me iba a permitir verlo por última vez aunque fuera. Ya me estaba vistiendo, quedaba poco más de media hora y, no os voy a mentir, estaba muy nervioso. No sabía cómo iba a actuar, no sabía cómo le iba a decir todo lo que tenía que decirle y, no sabía cómo iba a salir. Pero entonces Adri me mandó un mensaje.

- Oye...estás nervioso?

- Claro jajajaja hace casi 6 meses que no nos vemos.

- Ya...yo también, no sé, no me siento muy bien.

- En plan?

- Pues que no sé, estoy nervioso, pero no me hace ilusión, me siento como vacío.

- Ah vale, genial Adri, todo ésto 5 minutos antes de salir de casa, pues guay.

- Bueno...ahora cuando te vea hablamos mejor...

Y así fue, salí de casa lo más rápido que pude. Y llegué a Rivas en un santiamén. Cuando vi que Adri se estaba acercando, se me encogió el pecho. Ahí estaba, por fin, de nuevo. Pero algo pasaba, su cara no estaba feliz, él no estaba bien, se le veía más apagado que de lo normal. Adri se subió al coche y ni nos dimos un beso ni nada, simplemente nos miramos, nos dijimos hola, arranqué el coche, y entonces, Adri se puso a llorar. Rompió a llorar como nunca, yo le veía que sollozaba y miraba por la ventana como con vergüenza de que le viera, la radio parecía que se quedó muda. Sólo se escuchaba su llanto. A mí no me salí llorar de momento, quiero decir, me daba mucha pena toda la situación pero, estaba tan mal que no me salían las lágrimas, sólo quería llegar al sitio y hablar con él. Y llegamos. Aparqué el coche y ahí nos quedamos, mirando al frente en silencio, no se escuchaba más que el ruido de la calle. Adri paró de llorar y entonces empezamos a hablar.

- Lo siento tanto Jorge...- dijo mirándome. Yo era incapaz de mirarle, sabía que si lo hacía, rompería a llorar.

- ¿No vas a decir nada? - preguntó tembloroso.

- No lo sé Adri...- dije tragando saliva.

- Pues yo sólo puedo decir que lo siento, al final sí parece que ha sido más fuerte que nosotros -.

- Ya, claro, prefieres rendirte y darlo todo por perdido, pues nada, te llevo a casa, ya está -.

- No, no...Espera, quiero que hablemos, pero de verdad -.

- Mira Adri - y entonces le miré, rompiendo a llorar como nunca - estoy harto, cansado, me siento fatal, no tengo ganas de nada, a tí no te gusta nada de lo que estás viendo, no sé qué hacer para que vuelvas a quererme, porque ya no me quieres y es más que evidente -.

- Jorge...- se atrevió a decir.

- No, ahora me vas a escuchar, querías que hablara y eso voy a hacer, vale ya, sé claro de una vez ¿qué nos pasa? ¿por qué me ocultas tantas cosas? ¿por qué nos está siendo tan difícil estar bien? - dije llorando mucho, hacía mucho tiempo que no lloraba tanto, no podía parar - no puedo más con ésto Adrián, nos va a arrastrar a los dos si no hacemos algo -.