Birthday

23 2 0
                                    

Unos cumpleaños diferentes

Había pasado el verano y llegaba el otoño, a mí éstas temporadas no me gustan porque el tiempo nunca acompaña. Deja de hacer calor y sol para que anochezca pronto y haga frío. A mi parecer, la gente se pone más triste hasta que vuelve a llegar la primavera. También fue el inicio del segundo curso de la carrera y del siguiente curso de Adrián. Septiembre y Octubre fueron bien. Melanie Martínez venía a Madrid para dar un concierto y ambos íbamos a ir. Me hacía mucha ilusión ir con Adri, ya fuimos al concierto de quien era su grupo favorito Florence and The Machine, además, ese fue muy especial porque era el motivo por el que Adrián y yo nos conocimos ¿recuerdas?.

En el concierto hice amigos, Macarena y Carlos. Carlos dejaría de llevarse con nosotros por los celos de la relación entre Macarena y yo, pero eso es una historia aparte. No tuve todavía el placer de conocer a los padres de Adri que fueron a recogerle ese día, pero no faltaría mucho hasta que pasara.

8 de Noviembre 

Mi cumple llegó, y con él muchas sorpresas. Mis amigas de la uni y yo nos fuimos a cenar todos a Príncipe Pío. Pasábamos muchas tardes allí por lo que, en parte, se había convertido en nuestro sitio. Me acuerdo que estuvimos cenando en un wok y riéndonos todo el rato. Me regalaron varias cosas que me gustaron mucho y sentí que por fin estaba perteneciendo a un grupo. Yo nunca había tenido un grupo de amigas, sí, tenía amistades aquí y allá, estaban las del pueblo, pero no era un grupo consistente. Éste, lo empezaba a ser, y estaba muy contento. Esa noche pasó muy rápida aunque yo no quería que se acabase nunca. Carol me hizo una felicitación muy bonita y me encantó el detalle que tuvo Ari conmigo al abrirse un poco más y contarme que sentía que íbamos a ser amigos por mucho tiempo. Quería muchísimo a esas chicas.

Con Adri lo celebré unos días más tarde. Fuimos a una habitación de hotel para tener intimidad y poder estar juntos a gusto. Me regaló una caja con muchas cosas que le recordaban a mí y una carta. En ella, él se estaba declarando de otra forma, vi todo lo que significaba para él y lo que le gustaba estar conmigo, me explicó todo lo que aportaba en su vida y lo que había cambiado todo para bien, cómo él había mejorado sus relaciones con sus amigos y familia gracias a que lo ayudaba y lo bien que estaba a mi lado. Después del hotel fuimos a cenar juntos. La verdad que fue un día muy especial. Era mi primer cumpleaños en pareja y realmente me hacía muy feliz el punto en el que me encontraba en mi vida. 

Más tarde haría una celebración con mis otras amigas e incluso con Macarena y Carlos para conocerlos mejor. Esos dos me caían muy bien, me acuerdo que Macarena estuvo riéndose todo el concierto de todos los comentarios que hacía. Ella me parecía muy divertida y quería ser su amigo. Y así fue.

22 de Noviembre

Era el cumple de Adri, yo quería hacer algo especial porque estaba un poco de bajón ya que no mucha gente le felicitaba y había perdido un poco la ilusión. Él me contó que cuando era pequeño todo el mundo le felicitaba e invitaba a su clase a celebrar su cumple, pero ahora la historia era diferente. A Adri le gustaban mucho los aviones y el cielo y ¿qué hice? compré un avión de madera que tuve que construir yo y encontré una botella de cristal que si la encendías se podían ver estrellas dentro de la botella. A mí me gustó mucho eso, era una manera de darle el cielo entero embotellado. Le hice también una carta contándole todo lo que había vivido con él hasta entonces y cómo me había cambiado la vida desde aquel 14 de Febrero.

Pero aquí venía el detalle más imponente de todos, iba a conocer a sus padres. Sí, Adri dijo que sería una buena idea si los conocía porque de alguna manera, me iba a acercar más a él y su entorno y yo, encantado de todo lo que le hiciera bien. Para ello, tuve que conocer primero a su mejor amiga, Carlota. Era una chica muy maja, le ayudaba en todo y por supuesto, le hacía mucha ilusión conocerme. Era la única persona a la que Adri le había contado lo nuestro. Él todavía no había salido del armario con nadie. Era un tema que le costaba pero que quería resolver. Yo jamás le presioné, siempre le di su tiempo y su espacio y, por supuesto, nunca me enfadé por ello. Íbamos a su ritmo y a mí no me molestaba. 

Conocí a sus padres, fue un encuentro tenso, pues ellos no veían muy acertado que yo fuera mayor pero bueno, es lo que había. Hubo muchos silencios incómodos y al final, aunque yo quise ser el chico más majo y agradable del mundo no causé buena impresión.

- ¿Tu eres muy mayor para andar con mi hijo no? - preguntó el padre extrañado.

- Bueno...en realidad tampoco tanto y además, su hijo es más maduro que yo - dije medio riendo. Carlota y Adri me acompañaron en ello.

- Sí, papá, además, mirad lo que me ha regalado - dijo sacando los regalos - es genial todo jo - sonrió.

- ¿Y tu Carlota? - preguntó su madre.

- Yo le he hecho cupcakes de oreo - respondió sacándolos de una bandeja.

- Hala, eso no te lo hace cualquier amigo eh Adri - dijo su madre. 

Yo miraba a su padre que no dejaba de clavarme la mirada. Su madre ya me había tirado una, pero yo permanecí callado y sonriendo por Adri. Me habría encantado decirles que no, claro que eso no lo hace cualquiera, que yo había hecho cosas diferentes y que nadie era mejor nadie a la hora de regalar algo. Pero eran los padres de mi novio y me tocaba callar. 

Cuando salimos de su casa, respiré.

- Madre mía...han sido los minutos más tensos y largos de mi vida - dijo Carlota soltando una bocanada de aire.

- Literal, no sé yo cómo habrá ido - dije preocupado a Adrián.

- Bueno...mi padre yo creo que no te traga mucho y mi madre no se fía - dijo riendo.

- Oye, no te rías del chico, Jorge, sus padres son serios, desde que los conozco siempre han sido así, no te preocupes por eso - dijo Carlota sonriéndome - ahora lo que tenéis que hacer es ir a cenar y pasarlo bien los dos - propuso.

- Hombre, yo después de tanta tensión me ha entrado hambre - dije riendo.

- Pues venga, que te invito a cenar idiota - dijo Adrián dándome un beso - muchas gracias por lo de hoy, significa mucho para mí, te quiero - susurró en mi oído.

Nos despedimos de Carlota y fuimos a cenar. Fue una cena divertida donde estuvimos riendo todo el rato recordando la situación. Por lo que pude ver, a Adri no le preocupaba así que a mí tampoco. 

Todo lo que no te pude decirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora