Todo lo que no te pude decir

Breath Me

No todo es bueno

Parecía que todo iba bien, llevábamos unos días hablando poco porque ambos teníamos muchas cosas y notaba que algo iba mal con Adri. No quería preguntarle para que no le hiciera bola darle vueltas a algo que le hacía mal pero al final salió de él contármelo. 

- Oye...te puedo contar una cosa?

- Sí claro, lo que sea, ya lo sabes

- Pues...llevo unos días mal, creo que me lo has notado 

- Claro, pero no he querido decirte nada por si te hacía sentir peor o algo

- Bueno...mal me hace sentir lo que siento conmigo mismo...

- Por qué dices eso?

- No sé...a veces me siento mal conmigo mismo, sé que desde que te he conocido todo parece ir a mejor pero hay veces que no puedo evitar sentirme como estos días

- Pues desahógate, sabes que siempre que lo necesites voy a estar ahí

- Bueno...a ver...es que me da mucha cosa porque me avergüenzo

- Adri, todo va a estar bien, no deberías sentir vergüenza por nada

- Si te lo cuento...prometes no juzgarme?

- Promesa

- Bueno...hay veces que para dejar de sentirme mal...me corto...me hago pequeños cortes en los muslos

- Adri...entiendo lo que dices pero sabes que esa es la vía rápida a una calle sin salida

- Ya...pero no sé cómo afrontar ciertas situaciones

- Aquí en casa o en el insti a veces me es difícil todo y cuando llego pues me da por autolesionarme

      - Bueno, pues vamos a hacer una cosa, cada vez que te sientas así, en vez de pensar en eso, me escribes y si ves que no contesto en seguida, me llamas

- Pero no quiero ser pesado...

- Pesado tú? por querer ayuda??

- Ya pero no te voy a cargar con mis problemas

            - Adri, somos una pareja, tus problemas también son míos, hazme caso, llámame, habla conmigo, si nos tenemos que pasar horas pues lloramos juntos el día entero, la semana, lo que haga falta, pero prométeme que después de llorar lo vas a intentar cada día más para no caer

- No sé...

  - En serio, yo voy a estar ahí para ti siempre que lo necesites, una promesa nunca es para mirar atrás, da igual la hora, el momento o el lugar. Si tengo que ir a donde sea voy y si tengo que quedarme toda la noche contigo lo hago sin pensarlo

- Por qué?

- Pues porque te quiero Adrián

Yo a Adri nunca le había dicho 'te quiero' antes, sí que lo sentía y él si me lo había dicho varias veces antes pero yo nunca, no quería decirlo hasta que de verdad sintiera que tenía que hacerlo. En ese sentido yo era muy frío, demostraba el amor con actos pero no lo decía hasta que comprendí que también necesitaba oírlo, en ese momento, más que nunca. 

- Jorge...ojalá estuvieras aqui...

- Bueno, ahora no estoy ahí pero mírame, estoy aquí a tu lado ayudándote

- En serio, autolesionarse no lleva a ningún camino y los problemas no desaparecen sin más

- Eres más valiente de lo que piensas, yo confío en ti, sólo hace falta que lo hagas tu también

- Vale...lo voy a intentar, de verdad

- Y mira, es normal recaer, pero, para evitar la tentación tira el objeto con el que te lo haces

- Vale...

- Tengo miedo

- De que?

- De que te canses de mi o algo, yo siempre estoy mal, siempre me pasa algo que hace que esté estresado, agobiado o mal en general y entiendo que nadie quiere estar con alguien así

        - Bueno, yo también soy muy intenso y me vuelvo muy insoportable, la clave está en que si de verdad queremos estar el uno con el otro luchemos por que todo salga adelante

- Tu crees que podré arreglarme?

      - Adri, no estás roto, simplemente te has desviado un poco del camino porque es más difícil ya está

- Nadie quiere a alguien que está roto...

     - Pues mira, yo sí, por eso eres mi novio, será  que soy mecánico y me gusta arreglar cosas rotas chico, no sé

- No me hagas reír anda...

       - Es que es verdad, nadie se merece quedarse roto, mal o solo por no saber gestionarse, somos jóvenes, estamos aprendiendo por el camino. Simplemente date tiempo y sobre todo, pide ayuda, está bien decir que no estás bien

- Muchas gracias en serio, siento que me he quitado un gran peso

- Ves?? es mejor siempre decir las cosas

Me destrozaba ver lo mal que estaba Adrián, por nada del mundo quería que sintiese que no podía contar conmigo o que estaba solo por no saber estar bien. Yo no sabía nada de cómo se sentía hasta ese día y entonces empecé a cambiar, me volví muchísimo más atento a todo lo que hacía y decía. Sabía que necesitaba ayuda y, si yo se la podía ofrecer, lo haría. Ya dije en su momento que le bajaría la luna si pudiera y así lo intenté una y mil veces hasta que empezó a mejorar de verdad. 

Adri puso unos cuántos tweets hablando de lo bien que se sentía el habérmelo contado, de lo mucho que estaba mejorando todo desde que le ayudaba y a mí eso me hacía feliz. Es verdad que había veces que se hacía duro, pues tenía que dejar todo de lado para poder ayudarle sin importar lo que estaba haciendo. Pero es que una promesa es una promesa. A veces nos quedábamos hasta tarde hablando mientras el lloraba por cosas que le afectaban. A mí nunca me importó, si eso iba a hacer que luego estuviera mejor. 

Cada vez empezábamos a conocernos más y me gustaba mucho. Cuando nos veíamos sólo intentaba hacerle reír, y tenía éxito, Adri decía que se olvidaba de todo cuando estaba a mi lado y supongo que eso fue en lo que empecé a convertirme para él, un refugio.