Capítulo 6.

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GP de Baréin. Día de la carrera.

El Gran Premio de Baréin concluyó con la victoria de Lewis Hamilton, el británico estaba bastante feliz por aquel logro. Max Verstappen subió al podio en segundo lugar, seguido por Valtteri Bottas.

Si bien no era el resultado que Max esperaba, un segundo lugar tampoco era malo. Recordó por un instante las palabras que solía decirle su padre cuando no lograba ser el número uno: el segundo lugar es un título bonito para el primer perdedor. Subió al podio con aquellas palabras en mente y por más que intento no pudo disfrutar de su pequeña victoria, pues la sentía más como un fracaso.

Haylie, Duncan y Joelle estaban en primera fila, junto a sus mecánicos e ingenieros. Los tres llevaban playeras a juego que cuando se alineaban podía leerse "te amamos papá"

Max dejó de lado aquellos pensamientos negativos. Ver la cara de felicidad y el orgullo en la mirada de las personas que amaba era lo que realmente importaba.

Subió a Duncan a sus hombros y tomó la mano de Joe, quien llevaba a Haylie en brazos.

Podría irse a casa a descansar y disfrutar de tres semanas junto a su familia en total paz. O así habría sido en su mundo ideal, pues al llegar al hotel, Sainz se abalanzó sobre Joe, le dio un beso en la frente a modo de saludo y le pasó un brazo por los hombros.

—Te tardaste —dijo este, como si llevara esperando mucho tiempo, lo cual no podía ser.

—Pero si me avisaste que nos viéramos aquí hace menos de cinco minutos.

Eso significaba que Joelle y Sainz habían intercambiado números. Muy bien, eso era todo.

—Si no te importa Sainz, tenemos que subir a nuestras habitaciones.

—Adelántate tu —dijo Joe— Carlos y yo nos pondremos de acuerdo para la fiesta de la noche.

Max hizo un gesto de desaprobación, pero Joe le pasó a Haylie y se giró, dándole la espalda. Bien, pensó Max, que ella se fuera sola a celebrar la victoria de otro, el estaría feliz en su habitación, viendo alguna película de Disney con sus hijos. Que Joelle llegará a la hora que quisiese, tal vez incluso subiría una foto a Instagram de la gran pijamada que haría con los niños ahora que ya no tenía nada que ocultar, solo para que ella la viera al día siguiente y se sintiera culpable por haberse ido de fiesta mientras ellos se quedaban en casa, bueno, en la habitación del hotel.

Una vez más, aquello solo quedo en la imaginación del piloto.

Casi dos horas después, Max estaba entrando al ruidoso lugar, las luces de colores eran tan tuenes que apenas y veía por donde andaba. Su plan no salió como el esperaba.

Entró en la suite que Joe compartía con los niños y vio a Anne, la niñera, esperándolos en el sofá de la pequeña salita de estar, leyendo un libro.

Después de aquello Joelle entró y lo convenció de ducharse y vestirse para salir. ¿Cómo lo convencía ella de hacer cosas que claramente no quería? Él no lo sabía. Lo que si sabía era que aquella chica siempre se salía con la suya, y allí estaba.

Joelle se había cambiado los shorts de mezclilla y la playera holgada de Red Bull por un vestido azul marino ceñido, al cual obviamente se opuso, pero solo se ganó un sermón de como él era un machista misógino y retrógrado por no dejarla vestirse como quería.

Checo los vio llegar y levanto la mano para indicarles donde estaban, pues eran los únicos que faltaban.

Carlos y George hicieron las presentaciones; Bottas, Leclerc, Norris, Ricciardo, Vettel, Alonso, Shumacher y Latifi. Al resto ya los conocía; Lewis, Carlos, Checo, Gasly y Yuki, con ellos completaban el grupo de pilotos que habían sido invitados.

Mockingbird. [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora