Capítulo 8.

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GP Emilia-Romaña. Día de la carrera.

Joelle corría por el paddock, apenas y logro llegar. Su maldito vuelo se había retrasado por el mal clima. Ni siquiera tuvo oportunidad de ir al hotel y cambiarse o dejar su maleta. Corría por ahí con sus diez kilos de equipaje, estaba cansada y sudando, era un desastre.

Cuando por fin logro llegar a la entrada, no la dejaron ingresar, necesitaba su pase y no lo encontraba, era posible que lo hubiese dejado en casa con las prisas.

—¿Joelle? —reconocía esa voz.

—Ay por dios, Alice, diles que me dejen entrar, no encuentro mi pase.

—Viene conmigo —dijo la mujer y acto seguido le dieron acceso.

Joelle corrió, casi se queda sin aliento, llego al garaje de Red Bull pero ya era tarde, la carrera iba por el último tercio. Se quedo parada en la entrada, viendo las pantallas y al hombre parado junto a Christian. El se dio la vuelta hacía ella, Joe sintió de nuevo aquella sensación de la primera vez que lo vio, cuando Max se lo presentó.

—Da media vuelta y regresa a Nueva Zelanda niña, mi hijo no tiene tiempo de jugar a la casita contigo.

Joelle lo ignoro y fue directamente donde Hannah, la mujer la saludo con una gran sonrisa para después volver a su trabajo.

—Ponte estos —Horner le lanzo unos audífonos para que pudiera escuchar la radio— te conectare para que Max sepa que estas aquí, creo que eso lo hará sentir mejor, estaba un poco decaído cuando inicio la carrera, no fue un buen comienzo para él y en esta recta su tiempo no ha sido el mejor, Hamilton se le está acercando bastante.

—No creo que eso sea buena idea Horner —Jos se cruzó de brazos— eso solo lo distraerá.

—En definitiva, creo que escuchar la voz de Joe será un gran incentivo para que él se esfuerce el doble —Hannah estuvo de acuerdo con Christian.

Horner le dio la señal y Joe dio el siguiente informe:

—No trates de buscar la vuelta rápida —dijo esta, sintiéndose un poco tonta por el sonido de su voz y porque en realidad apenas y sabía lo que aquello significaba— mantén el ritmo, cuida tus neumáticos.

Hubo un silencio del otro lado de la radio, Joe miro a Horner en busca de respuesta, quizás lo había hecho mal, pero entonces escucho la voz del otro lado, que era bien conocida para ella.

—Tendrás que llevarme a celebrar cuando llegue primero.

Las banderas a cuadros bajaron y se dio por terminada la carrera.

***

Pese a que era su primera victoria de la temporada, sentía que festejar era algo que no podría hacer, bajo de su monoplaza, se pesó y se fue directo al cooldown room, en el que ya se encontraban Hamilton y Norris.

—Felicidades por tu primer podio de la temporada.

Lando se sorprendió por aquellas palabras, Max jamás felicitaba a nadie, no supo como responder así que se limitó a un gracias.

—Julie estaría muy feliz por ti.

Checo le había comentado lo que dijo Norris, en aquel momento no se preocupó por nadie más que por él, si bien Juliette no tenia familia, le sobraban amigos y el piloto de McLaren fue uno de sus mas queridos amigos.

—Creo que ella me dio suerte hoy. —Max asintió ante la respuesta de Lando. Él también sentía eso.

Comentaron la carrera un rato hasta que subieron al podio. Max busco con la mirada a Joelle mientras sonaba el himno de Países Bajos. Ella estaba junto a su equipo, sonría de oreja a oreja, compartiendo su felicidad y su victoria. Por un momento le pareció ver a Julie entre la multitud, justo detrás de Joelle. Había ganado esa carrera para Juliette.

Mockingbird. [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora