Mockingbird. [Libro 1]

Capítulo 25.

—No lo entiendo —se quejaba Max— ella estaba emocionada por mudarnos a Mónaco y ahora simplemente dice que no.

—Por Dios Max —el mexicano se giró en la cama— solo háblalo con ella, alguna explicación debe haber.

—Ya lo intenté, toda la maldita semana desde que regresamos a Queenstown he tratado de hablar con ella.

—¿Enserio? —preguntó, dudoso de aquellas palabras— ¿hablaste con ella o solo se gritaron? Porque desde que llegue eso es todo lo que han hecho, pelear entre ustedes.

Max se levantó, molesto por las acusaciones de su pareja.

—Me iré a duchar, hoy es la graduación y tenemos cosas que hacer.

Después de aquel escándalo en el departamento de Mónaco. Max y Joelle regresaron a Nueva Zelanda, para sorpresa de ambos, los niños estaban encantados con su nueva tía y la hermana de Max también parecía feliz con ellos. Una vez que ella se fue, Joelle se sinceró sobre mudarse, alegaba que los niños ya habían tenido muchos cambios en un año y que quizá el debería mudarse solo, que necesitaba su espacio ahora que estaba comenzando una nueva relación y que ella no quería ser un impedimento que se interpusiera entre él y Sergio.

Por más que Max lo intento, no logró convencerla de que mudarse era una buena idea, lo que desató pelea tras pelea entre ellos. Y luego estaba el asunto con Lando.

Ambos intentaron convencerlo de que regresara a Queenstown con ellos, pero esta vez no pudieron salirse con la suya. Habían intentado llamarlo, pero el chico solo respondía mensajes. Algo no andaba bien, pero ya tendría tiempo de hablar con él esa noche.

Max, checo y Hamilton tenían planeada una fiesta sorpresa para Joelle en su graduación y aunque Max estaba bastante molesto con ella y ella con él, acordaron mantener una tregua por ese día.

Sergio se había ofrecido a llevar a Joelle al teatro de la universidad donde celebrarían la ceremonia, mientras Max terminaba de preparar a los niños.

Si bien al principio aquel evento lo celebrarían a puerta cerrada, solo con dos invitados por egresado, Max se ofreció a pagar el monto del alquiler del teatro de la universidad de Queenstown, con el propósito de que pudieran asistir todos los chicos, claro, todo esto sin que Joelle lo supiese.

***

Joelle estaba sentada con sus compañeros, a los cuales ni siquiera conocía, pues todas sus clases habían sido en línea. Esperaban a que los acompañantes de los egresados se acomodaran para que ellos pudieran salir, pero al parecer algo había ocurrido, porque había un gran alboroto afuera.

Con el corazón martillándole en el pecho, se asomó, ahí, ocupando la primera fila, estaba media parrilla.

El evento terminó después de casi una hora y ella por fin pudo ir con sus amigos, los cuales estaban rodeados por una gran multitud de fans que no esperaban encontrarse con tantos pilotos famosos en aquel lugar.

—Una vez más —dijo George— agradézcanme a mí por darles esta hermosa vista.

Joelle llevaba un vestido de cóctel largo, color verde botella que hacía resaltar el color de sus ojos, tenía una abertura de lado por encima de la rodilla y un escote en forma de corazón.

Se trasladaron al lugar que Max había reservado para ellos. Un bonito salón que parecía de la época victoriana, tal como a Joelle le gustaba.

Aunque la mayoría de sus compañeros estaban más emocionados por la presencia de los pilotos que por la graduación en sí, Joelle estaba disfrutando como nunca. No solo estaban la mayoría de personas que ella quería, porque faltaba Carlos, a quien por obvias razones no habían invitado, sino que también parecía que todo lo de la semana pasada había quedado olvidado, como si aquella tregua que tenía con Max se hubiese extendido también a Lando y Charles, quien aún seguía molesto por lo que había hecho su hermano.