Max le había contado sus planes a Hamilton, por extraño que pareciera, justo ahora él era el único con quien podía contar para aquello.
Pasaron gran parte de la noche revisando los departamentos que el agente de bienes raíces que había conseguido el piloto de mercedes les envió.
Necesitaba un departamento con mínimo cinco habitaciones, un estudio que Joelle pudiera utilizar para hacer sus tareas y que al mismo tiempo fuera una especie de pequeña biblioteca y lo más importante, un cuarto de juegos o jardín.
Aquellas exigencias reducían mucho su búsqueda y también las posibilidades de encontrar un departamento al que Joelle accediera.
Al final, encontraron uno adecuado, con todo lo que Max buscaba para su familia.
Estaban bastante cansados, pasaron toda la noche buscando hasta encontrar el adecuado, por lo que, una vez que cerraron la laptop, ambos quedaron rendidos ante el sueño.
GP de Mónaco. Día de la carrera.
Max y Lewis tuvieron que agendar la cita bastante temprano para que no interviniera con los preparativos y entrevistas pre carrera.
Joe tenía una extraña sensación de aquello, no podía decidirse si era porque habían madrugado y salido sin decirle a donde iban, o porque aquello lo habían planeado Max y Lewis juntos, lo cual era sumamente extraño por sí solo.
No sabía ni porque habían subido al coche, si solo recorrieron tres calles, pero bajaron frente a unos edificios que parecían bastante similares a donde Lewis vivía.
Una mujer de piel morena, cabello canoso y un moño muy, pero que muy apretado los recibió.
Ninguno de los dos le había querido decir a donde iban o que harían, pero le quedó bastante claro cuando la mujer comenzó a llevarlos por el lugar, hablándoles de la hermosa vista que se podía apreciarse al amanecer y atardecer y de la Luz que lograba filtrarse por los ventanales más altos.
—Y este —dijo por fin Max— sería el estudio ¿qué te parece?
El lugar era amplio, elegante y sin duda sería un departamento al que asociarían con el piloto, pero no era Queenstown y no es que tuviera mucho amor por el pueblo, pero aquella casa era acogedora, el lugar estaba impregnado de recuerdos y era donde habían construido su familia.
—¿Quieres mudarte aquí? —preguntó ella, no sabiendo muy bien que decir.
—Quiero que nos mudemos aquí, los cuatro.
—Es bonito, pero ¿Qué pasará con la casa en Queenstown?
—Seguirá allá, no pienso venderla, Julie está sepultada allá, así que creo que volveríamos, en vacaciones, o a pasar algunos fines de semana, pero aquí todo sería más fácil, los vería más ¿qué dices?
Joelle respiro profundo, se giró a ver nuevamente el espacioso lugar y se forzó a sonreír y fingir que estaba feliz.
—Es hermoso, a los niños les encantará, estoy segura además, Charles vive aquí y también tú, Lewis, creo que será un cambio increíble para todos.
Max la abrazo, había llegado a pensar que no querría vivir allí. Joelle había odiado cada sitio glamoroso al que la había llevado y prefería lo simple y tranquilo, ciertamente Mónaco no era nada de eso, pero había estado equivocado, ella había amado el lugar.
Hamilton frunció el entrecejo cuando la chica se giró para darle las gracias por haber encontrado aquel sitio. Había algo raro en su sonrisa, sus ojos siempre brillaban de una forma especial cuando estaba feliz o emocionada, pero ahora, sus ojos no brillaban.
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Mockingbird. [Libro 1]
FanfictionDesde la muerte de Juliette, Max se ha convertido en una persona fría y distante, enojado con la vida. Trata mal a sus ingenieros y a sus compañeros, razón por la que estos no duran mucho en el equipo. Sergio firma con Red Bull para la temporada 202...