"Cuando desperté te ví a ti junto a mi y tu dijiste mientras yo este aqui nadie podrá lastimarte."
Las semanas luego del 17 de octubre fueron las más horribles en la vida de la joven Alfa. Pues debió presenciar como uno de los pilares más importantes de su vida se derrumbaba estrepitosamente. Con profunda melancolía Yeji recordaba el día en que se volvieron familia.
Era una tarde lluviosa en el viejo orfanato, unos niños mayores estaban agrediendo a la pequeña lobita de ojos gatunos. El más alto de todos levantó el puño para propinarle un último golpe. Yeji no pudo hacer más que encojerse en su lugar y cerrar los ojos esperando un golpe que nunca llegó.
Cuando abrió los ojos vió a una niña de maso menos su edad ahuyentando a los bravucones con temerarios gruñidos. Conoció a su protectora. En ese momento a Yeji, Jimin le pareció la persona más valiente de todo el mundo.
La pelinegra olfateó el aire, captando el aroma a vainilla.
— Eres un Alfa también, ¿Por qué no te defendiste?— Cuestionó con inocente curiosidad.
—P-porque no se pelear y tampoco m-me gusta.
Karina la miró reflexiva unos segundos, suspiró y dijo:
— Tienes razón lobita, los niños no deben pelear.— le extendió la mano— Así que cuidaré de ti hasta que seas una adulta.
A lo largo de los años ella no había cambiado lo que pensaba sobre Jimin. De hecho, la admiración por la tenacidad y fuerza de la chica incrementó.
Ellas atravesaron cada momento dificil juntas, desde que estaban en el orfanato hasta que se convirtieron en oficiales. A pesar de lo duro de sus vidas, fueron pocas las veces que vió a su hermana mayor llorar.
Sin embargo todo cambió luego de aquel maldito día.
Karina lloraba hasta quedar ronca y las constantes pesadillas no daban descanso alguno a su mente perturbada. Sin duda, lo peor de todo era su mirada tan vacía y al mismo tiempo tan llena de miedo.
Al ver el critico estado de la loba, Yeji se contactó con Ryujin, la psicologa del recinto. Esta le aseguró que lo mejor sería internarla en un centro de rehabilitación, en donde ella misma se encargaría del caso. Shin Ryujin había trabajado por años para las fuerzas especiales, jamás dudaría en ayudar a una de sus compañeras.
Semanas más tarde, luego de hablarlo con Jimin, ella finalmente aceptó ser internada. A la Alfa menor aún le cuesta hablar de ese momento, la separación fue desvastadora para ambas.
Los días posteriores fueron igualmente dolorosos, desayunar sola, no oir a su hermana parlotear sobre sus casos, ver el frasco de sus gomitas favoritas sin comer...
Todo dolía como la mierda, su pequeña familia estaba rota.
Sin su mano derecha, todos sus problemas parecían no parar de aumentar. Por un lado, la discriminación por ser un licantropo crecieron, luego de lo de Karina resurgió el temor a las reacciones de los Alfas.
Los compañeros de trabajo más cercanos siempre la apoyaron, pero el resto no paraba de murmurar basura, "son bestias", "estos animales son peligrosos".
Durante esa epoca evitó todo lo posible transformarse en lobo, se sentía avergonzada y temerosa de si mismo.
Estaba en lo más bajo cuando ella apareció.
Es divertido porque desde el comienzo nada en su relación fue "romántico". No hubo flores, chocolates, ni cenas, en cambio hubo asesino seriales y cadaveres.

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𝙷𝙴𝙰𝚃𝙷𝙴𝙽𝚂
FanfictionYoo Jimin junto a su hermana postiza Hwang Yeji son de las ultimos Alfas sobre la tierra. El par es conocido por ser más que excelentes detectives. Sin embargo, luego de un incidente traumático Jimin es suspendida de su trabajo por un año. Ya pasad...