Is getting hot here, doing something unholy

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"If I'm in charge and I treat you like a child
Will you let yourself go wild
Let my mouth go where it wants to
I'l
l give you love, I'll teach you how to
I'd like to put you in a trance, all over my body"

— Mi nombre es Ning Yizhuo, encantada.

— K-kim Minjeong, un gusto. — Extendió su mano torpemente.

— Qué clase de persona estrecha las manos en un bar. Eres terrible en esto. — Reprendió Winter. Y Minje se dió una bofetada mental.

La pelirroja sujetó su mano con delicadeza y depósito un beso pausado mirándola a los ojos. Minjeong se sobresaltó, pero no apartó la mirada.

— Oh disculpa, así saludamos a las princesas en mi país. — Sus ojos chispeaban con picardía.

Minjeong se apartó y tomó su trago de un sorbo, deseando que esto disimulara sus cachetes rojos. Yizhuo estaba muy consciente del efecto que causó, su sonrisa se agrandó aún más. Sin embargo, Inició una conversación con una pregunta inocente, rompiendo el hielo con amabilidad.

— ¿Qué te parece la música de aquí? Personalmente soy muy fan del rock.

— Es muy agradable. Me encanta que pasen varias canciones de Elvis Presley.

La voz suave y melódica de Minjeong se mezclaba con su timidez, creando una combinación irresistible para Ning.

— ¿Lo dices en serio? Estaba pensando exactamente eso. Elvis es genial.

Poco a poco la conversación fluyó, Ning soltaba comentarios ingeniosos y traviesos que hacían reír a la rubia. Lograba que se sintiera cada vez más cómoda y atraída hacia ella. Su confianza se convertía en un bálsamo para la introversión de Minjeong.

Cada que podía dejaba que sus dedos rozaran suavemente los de Minjeong mientras intercambiaban risas y conversaciones. La cercanía física se volvió un juego sutil y excitante, creando una tensión palpable en el aire del bar. El corazón de Minje estaba muy acelerado, era prácticamente su primer experiencia "filtreando".

— Tienes una pelusita aquí. Voy a quitarla.

Se acercó a su rostro y colocó un mechón suelto detrás de su oreja. Se quedó allí mirandola lujuriosa, mordiéndose el labio inferior. Minjeong se quedó inmóvil sin saber que hacer, sentía todo su cuerpo afiebrado. Deseaba tanto un poco de contacto físico, se inclinó dispuesta a besarla. Por suerte fue salvada por la campana. El celular de Yizhuo sonó y ella atendió al instante.

— Lo siento, es del trabajo. Espérame un segundo. Cuando vuelva te saco a bailar.— Dijo tapando la bocina del celular y le guiñó un ojo.

Ella solo asintió. Tan pronto como la mujer se perdió de vista, Minjeong se abanicó intentando recuperar su color natural. Iba a pedir otro daikiri cuando sintió unos brazos que rodeaban su cintura por detrás. Jadeó por la sorpresa.

— ¡Dios!, Jimin eres tú. Me tomaste desprevenida.

— ¿Acaso esperabas a alguién más?... ¿Quizás a Yizhuo? —  Gruñó.

Winter adquirió una postura sumisa como una niña que acababa de ser regañada.

La mayor la atrajó más a sí misma para olfatear su cuello, precisamente en la glándula que desprendía su aroma. Minjeong no pudo evitar soltar un pequeño gemido.

— Apestas a Yizhuo. Necesito sentirte a ti. — Hundió su nariz aún más.

La rubia sintió un poderosos escalofrío recorrer su columna vertebral. Se dejó hacer hasta que Jimin estuvo conforme. Esta se había tomado su tiempo para saborear la fragancia de gomitas y para marcarla con la suya propia. Había borrado todo rastro de la otra mujer. El intenso chocolate amargo impregnado en la muchacha daba un claro mensaje a otros "Esta Omega no está disponible".

— Perfecto. Ahora ningún pervertido se te va acercar. — Dejó un pequeño besito en su mejilla.

Minjeong la alejó empujando su hombro. ¿Por quién la trataba? Yizhuo y ella solo eran amigas. Además, Jimin no tiene ningún derecho a reclamarle algo, cuando ella estuvo pegada toda la noche como sanguijuela a la Ninfa. Y si ella quería estar con Ning ¿Cuál sería el problema?, razonó la más baja.

— Yizhuo y yo solo íbamos a bailar. — Rodó los ojos.

— Si quieres bailar, hazlo conmigo.

— No creo que a tu amiga, la Ninfa, le guste mucho esa idea. —  Replicó, el reclamo resbalando de sus palabras.

— Ella no me importa, tú si. Mi atención es completamente tuya esta noche. Baila conmigo. — No había bromas ni coqueteo, Jimin lo decía muy en serio.

La Alfa sonrió con complicidad mientras extendía su mano invitándola a unirse a un baile apasionado. Minjeong, con una mezcla de emoción y nerviosismo, tomó la mano sintiendo un cálido cosquilleo instalarse en su vientre.

La música resonaba en el aire, arrollando el ambiente en una melodía irresistible. Juntas, comenzaron a moverse al ritmo de la canción, Jimin envolvía a Minjeong con sus brazos, guiándola con suavidad. La confianza de Yoo se reflejaba en su cuerpo que se balanceaba con sensualidad.

Minjeong estaba hipnotizada. No podía evitar enloquecer ante todo lo que Jimin le entregaba, desde la forma en la que sus manos tatuadas acariciaban su cintura hasta lo salvaje que lucía con su cabello revuelto.

La Omega, aunque al principio se sentía torpe, poco a poco dejaba que la música la llevara. Sus movimientos eran más tímidos, pero para Jimin llenos de una dulzura atrapante. Cada paso que daba era un intento valiente de liberarse de su inhibición y entregarse a la pasión junto a la Alfa. Cuando la canción llegaba a su clímax Minjeong bailaba absolutamente libre, estaba hecha un torbellino de intensidad y emoción. Sus bracitos se movían enérgicamente de un lado a otro, haciendo que luzca muy graciosa ante los ojos de Jimin. Se embobaba al ver como cerraba los ojos gozando de la música y al oír su risita vibrante. Cada gesto despertaba en Jimin una sensación especial, una atracción más allá de todo lo antes sentido.

Segundo a segundo este nuevo sentimiento que experimentaba se iba acrecentando. Jimin no lo aguantaba, probar a Minjeong se volvió una necesidad urgente, algo primitivo que la desbordaba. Mirandola con adoración tomó su rostro dejándola a tan solo unos centímetros de sus labios. Sobre ellos susurró "Kim Minjeong, soy un completo desastre por ti."

Sin poder resistirse más, sus labios se encontraron en un beso apasionado y anhelante. A pesar de la energía sexual palpable, el contacto inicial fue suave y tierno, como un suspiro compartido. La boca de Karina rozó delicadamente la de Winter, deleitándose con la dulzura y el deseo acumulado.

Pronto la intensidad fue aumentando, el beso se volvió demandante, se devoraban con salvajismo. Sus lenguas se sumergieron en una batalla ávida y sensual, ambas buscaban tomar el control. Esperablemente fue la Alfa quien terminó dominando, la apretaba a su pecho intentando profundizar la invasión aún más si es que eso era posible. La Omega enredó sus dedos en la cabellera azabache, aferrándose porque sus piernas nos paraban de temblar.

La rubia se separaró para respirar, sus frentes se apoyaron una contra la otra, sus alientos entremezclados, sus ojos cargados de devoción y satisfacción. Jimin comenzó un sinuoso camino de besos desde sus mandíbula hasta su cuello. Degustó cada rincón de este, lamiendo y dejando pequeñas mordidas. Minjeong sentía cada centímetro de su piel ardiendo.

— J‐jimin, m-más. — Suplicó

— No soy Jimin. Soy tu Alfa. Pidele a tu Alfa que te folle, bebé. —  Exigió usando su voz de mando.

No quedaba ya ningún ápice de inhibición en la rubia. Entregándose completamente a la vorágine de emociones con con voz quebrada por la urgencia respondió:

— Hazme tuya esta noche, mi Alfa.

Ante estas palabras Karina gruñó excitada. Una vez más se apoderó fogosamente de la boca ajena. "Mía, mía, toda mía" murmuraba mientras lo hacía.

— Continuemos en casa, corazón.

Es la primera vez que escribo algo medio +18, sepan disculpar la calidad. En este cap empieza el descontrol. Creo que todo lo que sigue va a ser bastante shockeante, prepárense para la aparición de Giselle. 👀

𝙷𝙴𝙰𝚃𝙷𝙴𝙽𝚂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora