𝙷𝙴𝙰𝚃𝙷𝙴𝙽𝚂

When you're smillin

"Oh, when you're smilin'
When you're smilin'
The whole world smiles with you, baby
Yes, when you're laughin'
Oh, when you're laughin'
The sun comes shinin' through"

La merienda pasó entre Yeji intentando fallidamente lucir sofisticada y Jimin aprovechando cada oportunidad para fastidiarla.

— No te metas tantos en la boca, es desagradable. — La Reprendió mientras le extendía una servilleta.

La pelinegra se apresuró a terminar de engullir los panquecillos y contestó:

— Lo siento, supongo que estoy un poco emocionada, en el centro no había muchas cosas que pudiera comer.

Yeji y Minjeong la miraron con entendimiento y compasión. Sabían que fueron tiempos muy duros para ella.

— Oh, lo siento Rina, yo no quise...

En menos de un segundo el rostro serio de la pelinegra cambió a uno jocoso.

— Ya quita esa cara de sufrimiento — Sacudió la mano riendo — Solo bromeaba. En realidad nunca he comido mejor que en el centro. Los postres de limon eran excelentes.

— Tú en serio eres un caso perdido, hermana. Minjeong no se cuánto te pagan por cuidar de esta tonta, pero no es suficiente. — Contraatacó, orgullosa por su rápida replica.

Jimin se quedó en silencio, formulando su respuesta. Luego volteó mirando a la rubia directamente a los ojos, apoyó el mentón en la palma de su mano. Deslizó la lengua por sus labios con lentitud y dijo:

— En general, a las mujeres mi compañia les parece recompensa suficiente.

Minjeong se atragantó con lo que estaba comiendo. Comenzó a toser como loca, podía sentir el calor en sus mejillas aumentando. ¡Cómo se atrevía a ser tan coqueta!, ¿Acaso no era para nada consciente del efecto que tenía en ella?

Yeji le pasó un vaso de jugo, el cual se bebió de un solo sorbo. La pelinaranja se apresuró a ir a la cocina a buscar más de la bebida.

Cuando se estaba recuperando, Jimin se acercó a su rostro. Pasó el dedo pulgar delicadamente por la comisura de su labio limpiando una manchita de jalea. Seguido se llevó el dedo a su propia boca, saboreandolo sin apartar la vista.

— Deliciosa — Murmuró.

Hwang regresó a la sala con una jarra, Jimin siguió hablando como si nada. Como si no acabase de alborotar al pobre corazón de Minjeong.

El celular de yeji comenzó a sonar y ella atendió de inmediato al ver "Señorita Choi" escrito en la pantalla.

— Buenas tardes, Unnie. Ya veo, no te preocupes. Voy para allá. — fue lo único que dijo antes de cortar.

Se levantó se puso el abrigo y tomó las llaves.

— Debo ir a la estación, Jisu me necesita, algo inesperado pasó con uno de nuestros casos.— Dirigió su vista a la Alfa — Se supone que esta era nuestra tarde juntas, lo siento Rina.

Karina percibió culpa en su rostro, estaba dudando sobre su decisión de ir. Antes de que se siguiera agobiando, la mayor espetó:

— Por favor ve, no quisiera que un psicópata quede suelto por mi culpa. Además tengo muchas cosas que hacer Y Minjeong estará conmigo todo el tiempo.

Al percatarse de que Yeji no estaba del todo convencida aún, la rubia intervino.

— Señorita Hwang, le aseguró que daré lo mejor de mi para ayudar a Jimin. Les agradezco mucho la confianza que pusieron en mi, no voy a defraudarla.—
Luego de sus palabras solemnes le hizo una reverencia.