𝙷𝙴𝙰𝚃𝙷𝙴𝙽𝚂

When you touch me i feel butterflies

"When you touch me there I feel butterflies
I'm gonna love you 'til the day I die
When you cut me, you cut me like a knife
I wanna tell you, but I'm terrified
Oh, what a perfect day
Why do you have to go away?
Now the sky's so grey "

Soyeon, la hija menor de una familia humilde de elfos montañéses. Sus padres jamás olvidarán el terror que sintieron cuando la jovencita anunció sus planes de enlistarse en las Fuerzas Nacionales. Se opusieron rotundamente, ¡claro que lo hicieron!. "La ciudad no es para nosotros" advietieron.

- Entonces haré que lo sea. - Los miró con ojos fieros. - Conquistaré la ciudad como lo he hecho con el valle y el campo. Algún día... Algún día Kwangya será nuestra. - Prometió.

Y cumplió.

Años después Soyeon conocía cada rincón de aquella ciudad que alguna vez le fue ajena. Y de la misma manera, Kwangya la reconoció. Desde las ancianos del club de jubilados hasta los energeticos adolescentes de la preparatoria. No les era indiferente a ninguno, ver a Soyeon por esas calles, era tan natural como ver a un colibrí rondando una flor.

Sus hermanos menores soñaron por primera vez con un futuro lejos del campo. Soyeon, fue la esperanza de casa.

- ¡Cuantame más Noona! - Las pupilas negras de Jungkook chispeaban.

- Bueno... El parque central es... ¡qué maravilla! Y no vas a creer como es el teatro... No, espera, olvidé hablarte del río Han y de la montaña Namsan son tan wow y debería llevarte al Obelisco que...

Fue interrumpida por la estruendosa carcajada del menor.

- Has aprendido mucho en la ciudad. Pero definitivamente aún eres la peor contando historias.

Y Jungkook se atrevió a imaginar una vida diferente. "Quizás también haya lugar para mí."

La madre presumía tanto a su hija que está segura de haber desgastado su nombre. Y las ocurrencias de su padre nunca fallaban en hacerla sonrojar.

- Te crees mucho por tener un par de vacas más que yo. ¿No es así, Berky? - Sacudió el vaso de Whisky que acababa de ser llenado.

- Por favor, Jeon, jamás me creería de más por algo tan superficial. Lo que aumenta mi ego es su evidente vulgaridad. - Contestó jocoso el hombre gordo.

Berkley era hijo de unos inmigrantes que fundaron una fábrica de zapatos en el pueblo. Cuando la heredó, la vendió para comprarse tierras y ganado. Desde ese entonces era un presumido de primera.

- Todo lo que tienes, es fruto del esfuerzo de tus padres. - Replicó con la cara roja- Por otro lado, este "hombre vulgar" ha criado a la heroína de Kwangya.

Tomó a Soyeon por los hombros y la colocó enfrente. Llevaba puesto el uniforme azul, en su cuello colgaban sus medallas y como último detalle sostenía el periódico en el que la habían reconocido como "La novata estrella".

Su padre había orquestado toda está situación para darle una cucharada de su propia medicina a su vecino. Soyeon se negó a participar, no le gustaba hacerse notar. Pero cambió de opinión cuando escuchó al hombre llamarlo "ignorante campesino". Su padre lo invitó a él y a sus amigos a beber en la cantina para "celebrar" el día de la amistad. Y cuando el momento oportuno llegó, Soyeon hizo su aparición.