Muerdeme (Hyunlix) Parte 1

Capitulo 19

—Cuando dos almas  están
Destinadas sus caminos siempre
Se juntaran.

»Jihoon y Yeji«

Dicen que del odio al amor hay tan solo un paso, yo odio a los Park, los odio con todas mis fuerzas, porque gracias a ellos crecí sin uno de mis padres y el otro pensaba que yo era su hermana, pero el destino me dió una patada en el trasero y me arrojó en camino de Jihoon, haciendo que conectara con él.

La primera vez que apareció en nuestra casa y nuestras miradas se chocaron la una con la otra,  pude sentir el revoloteo de las mariposas, ese cosquilleo en el estómago y el corazón acelerado, sabía perfectamente que eran esos sentimientos, porque cada vez que mi padre me visitaba en mis sueños me contaba como se había sentido el día que conoció a Papá Hyunjin, dijo que sus mirada conectaron y que sintió millones de mariposas en su estómago, su corazón se aceleró a tal punto que pensó que le daría un infarto, fue amor a primera vista y era justo lo que yo sentí cuando vi a Jihoon, era una mala jugada del destino, el me odia y yo también lo odio a él.

»Maldito cupido, lanzó las flechas a las personas equivocadas« Era imposible que algo llegara a pasar entre nosotros y a lo mejor él sintió lo mismo que yo pero ambos somos tan orgullosos que ese paso que hay que dar hacia el amor, ninguno lo dará y nos quedaremos justo  como estamos, siendo un amor prohibido, siendo dos rivales que se odian a muerte y que cuando llegue el día de reclamar el trono, uno de nosotros morirá y ahí acabará nuestra historia de amor.

Una historia que jamás inició.

La segunda vez que lo ví, también se apareció en mi casa, lo odiaba por que siempre interrupia nuestros momentos familiares, pero no podia negar que es tan guapo pero tan arrogante y odioso a la vez, Lo vi sonreir y casi caigo rendiada a sus pies y luego me dijo abominación ¿Como se atrevía a llamarme abominación? Es un completo imbécil que  tuvo la osadía de acercarse a mí  y tocar mi rostro ¿Quién se cree? No lo soporte y lo lancé al otro lado de la habitacion con solo una patada y eso que no puse toda mi fuerza, me sentí realmente feliz al verlo atravesar la pared.

A la semana siguiente me lo volví  a encontrar mientras daba un paseo por el bosque, en realidad quería dejar solos a mis padres, ellos son como una pareja de recién casados así que necesitan  privacidad.

—Hola pequeña abominación—
Saludo y sentí mi sangre hervir al escuchar ese tonto sobrenombre.

—¿No tienes otra cosa que hacer?  Pequeño imbécil— dije mientras le mostraba mi cara de pocos amigos, él sonrió mostrándome su perfecta dentadura blanca.

»Mierda ¿por qué su sonrisa es tan hermosa«  pensé pero luego me di una bofetada mental por pensar eso.

—La verdad, me la paso aburrido en mi casa, así que lo único entretenido que encuentro, es venir y molestarte pequeña ab...— Le dí una bofetada

—Me vuelves a llamar así y te mato idiota— Le dije interrumpiendo lo que iba a decir y luego lo tomé del cuello,  él levanto sus manos en señal de rendición y lo solté.

—Perdón Princesa— dijo con sarcasmo y sin pensarlo una sonrisa se formó en mis labios.

—Así que sabes sonreír— musito
—Pense que eras una amargada—

—¿Amargada yo? Jajaja no baby, solo no le sonrió a cualquiera no todos son dignos de verme reír—

—Me acabas de sonreír esooo ¿Significaa que soy digno?—

—Sigue soñando idiota, es más, ni siquiera se que hago hablando contigo ¿Debería matarte aquí? Nadie se daría cuenta que fuí yo—

—Puedes hacerlo si quieres, es más, me harías un favor y al mismo tiempo te liberarias  de mí—  Respondió y me di cuenta que no estaba bromeando y un destello de tristeza se cruzo en su mirada.

—Oye ¿que te pasa?, esa no es la respuesta que espera, se supone que deberías de contraatacar ¿Estas bien?—

—¿Estas preocupada por mí,  princesa?—

—Claro que no, solo que quería pelear contigo un poco más pero mírate, me atrevo a decir que te pusiste triste—

Al momento que dije eso el viento empezó a soplar más fuerte los árboles se movían de un lado a otro apunto de quebrarse.

—Vete Yeji, no quiero lastimarte— Gritó no entendí lo que estaba pasando pero obedecí y me fuí del lugar, una vez que estuve lejos del fuerte viento pude escuchar un grito que me hizo estremecer, algo le pasaba y estaba dispuesta a averígualo.