Capitulo 16

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—pídeme lo que quieras no 
Importa que tan imposible 
Sea lo cumpliré para ti.

El cielo comenzó a nublarse, el frío empezó a colarse por las ventanas, pronto todo se cubrió de neblina y la lluvia empezó a caer y eso era algo que odiaba, todo era tan deprimente y frío, justo como se sentía mi vida antes de encontrar a Felix

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El cielo comenzó a nublarse, el frío empezó a colarse por las ventanas, pronto todo se cubrió de neblina y la lluvia empezó a caer y eso era algo que odiaba, todo era tan deprimente y frío, justo como se sentía mi vida antes de encontrar a Felix.

Debido al frío, mi piel se sentía aún más fría y humeda, en momentos como esté, extrañaba ser humano y así poder colocarme una sudadera, sentarme frente a una chimenea con una taza de café caliente pero los vampiros no toman café eso es algo decepcionante.

Decidí buscar a Felix, hace rato que no lo veo, subí a nuestra habitación y me lo encontré sentado junto a la ventana, se veía pensativo y le pregunte que si en que pensaba y él respondió que se estaba  preguntando ¿como era un día lluvioso?  y me pidió que se lo describiera, camine hacía él y lo abrace por la espalda, Felix es tan tibio y suave que parece un osito de peluche super abrazable, le describí como estaba el día y me pregunto que si a mí me gustaban los días lluviosos y le dije que los odiaba, vi como su carita perdió ese brillo de felicidad  y un puchero se formó en sus labios, me sentí un tonto, él quería que yo lo acompañará a pasar el rato bajo la lluvia, realmente me  sentí un estúpido por decirle que  odiaba la lluvia,  lo vi alejarse de mí y me apresure a tomarle la mano y le dije que lo acompañaría, la sonrisa volvió a su rostro y se me lanzó encima.

Una vez que estuvimos fuera de la casa  yo me quedé parado cerca de la puerta mientras lo observaba divertirse bajo la lluvia dando pequeños saltos y girando con las manos extendidas recibiendo las innumerables gotas de lluvia, las cuales se  resbalaban por su cuerpo.

_Sonreí con calidez, Felix sin duda es la persona más tierna que mis ojos han  visto, a veces me preguntó  ¿Seré capaz de morderlo y robarle su humanidad? ¿Seguiría siendo el mismo Felix, después de morderlo?  Eso es algo que no sé pero de una cosa estoy seguro y es que algún día  tendré que morderlo pero no estoy  seguro de tener fuerza de voluntad para poder detenerme antes de drenar toda su sangre, no sé, si podré detenerme antes de que muera  bajo mis colmillos...

Pero mientras ese día llega, disfrutaré  de su calor y su dulce aroma que se ha convertido en mi droga favorita.

Camine hacía donde estaba él, sintiendo la lluvia mojarme y lo abrace, hundí mi rostro en su cuello empapandome de su olor, no quería esperar más,  asi que le pedí que fuera mi novio y él acepto...

Dios, yo quería saltar de la emoción en ese momento, nos quedamos bajo la lluvia un largo rato, después subimos a nuestra habitación, prepare el jacuzzi  con agua caliente, jabones aromáticos y pétalos de rosas, una vez termine le di un beso a Felix y estaba dispuesto a salir pero el me sujeto del brazo...

—¿Te gustaría amm me preguntaba si... te gustaría ducharte conmigo?— Pregunto y yo casí me atragantó con mi propia saliva, hace más de Trescientos años que no me sonrojaba, pero estaba seguro que esta vez mi cara pálida tomó color, mi pequeño solecito me estaba pidiendo que me duchaba con él y yo no me iba a negar.

—Entiendo si no quie...—

—Sii, sii, si quiero Lix—  respondí antes de que terminara la palabra y es que estaba más que complacido de ducharme con él.

El sonrió y luego me pidió que si podía ayudarlo a quitarse la bata, me atraganté, una segunda vez y las manos me temblaron, me sentí como un puberto a punto de perder la virginidad. Estaba realmente nervioso pero lo hice, me acerque a él, lo tomé de la cintura y desate el nudo de la delgada bata, la cual se deslizó por su cuerpo dejándolo en completa desnudez, me atragante una tercera vez con mi saliba, a éste paso terminaré moriendo de un atragantamiento.

Su cuerpo desnudo quedó frente a mí, su piel es tan blanca con pequeñas manchas al igual que en su rostro, su abdomen marcado y mentiría si dijera que no vi más allá de su abdomen, porque lo hice, lo observé por varios segundos, aparté la vista sintiéndome un pervertido.

Él se acercó a mí, colocó sus delicadas manos en mi hombro, las deslizó por mi pecho provocando un escalofrío en mi piel, deslizó sus manos hasta llegar al nudo de mi bata, el cual  deshizo haciendo caer la delgada tela al suelo,  quedando ambos totalmente descubiertos.

Entramos al Jacuzzi, él se sento de espalda frente a mí y con las yemas de mis dedos, lavé su espalda.

Mierda, ahora no era solo el olor de su sangre la que me atraía, por que por un momento se me olvidó completamente que yo soy un vampiro que anhelaba probar su sangre, su delicado cuerpo me tenía totalmente embobado, me dieron ganas de hacerle el amor.

Muerdeme (Hyunlix) Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora