Muerdeme (Hyunlix) Parte 1

Capitulo 24

—Te quiero con todo mi
Corazón y te odio con
Toda mi inteligencia—

Yeji  y Jihoon

Llevó más de una semana vigilando a Jihoon y bueno él no es tonto, se dio cuenta de que yo lo perseguía.

—¿Por que me persigues, princesa?— Pregunto mientras colgaba de cabeza de un árbol.

—Cielos idiota, vas a matarme de un infarto ¿Que eres? ¿Un changuito?
¿Que haces colgado ahí?.

—Jajaja los vampiros no mueren de un infarto y además ¿por qué pierdes tu tiempo siguiendome cuando deberías de estar disfrutando de los últimos minutos con tu papá Felix?— Levante una ceja como en señal de confusión.

—¿Por qué sus últimos minutos? Lo matarás? Porque si es así no lo voy a permitir, te mataré primero— Lo Amenacé.

—Jajaja, no tonta, no me digas que no sabes nada sobre la dark hell? ¿Tú abuela no les dijo nada?—

—Dime ¿que es la Dark Hell y que tiene que ver con mi papá?—

---La dark hell es la daga con la que mi hermano apuñaló a Yongbok, esa daga pertenece a hades y si mueres por la Dark hell y luego reencarnas, la daga cobrará la vida de esa persona justo cuando cumpla la edad en la que murió, a no ser que esa persona sea inmortal claro, pero como tu papi es mortal, morirá en pocos minutos, si quieres salvarlo tienen que morderlo antes que se cumpla su hora—

No estaba segura si creerle a Jihoon sobre lo que dijo pero corrí en busca de mis padres, ellos no estaban en casa así que le grite a la abuela para que ella los ubicará, luego le reclamaría por no habernos dicho nada sobre la maldita daga, cuando al fin encontré a mis padres, Felix ya estaba muriendo en los brazos de Hyunjin, me asuste muchísimo así que solo puede gritar.

—Muerdelo ahora o morira— vi el rostro asustado de mi padre, quien buscaba otra solución pero no la había y por fin se decidio y lo mordió, el cielo se lleno de truenos y relámpagos celebrando el regreso del rey.

Al siguiente día fuí a buscar a Jihoon, para agradecerle y preguntarle por qué me lo había dicho, me lo encontré sentado en una enorme roca junto a un pequeño lago, él me vió y me sonrió.

—¿Como esta tu padre? ¿ya ha despertado?— Pregunto como si fueramos los mejores amigos.

—¿Por que lo hiciste Jihoon?, se supone que nos quieres muertos, ¿Por que me dijiste de la daga?—  Él levanto la mirada y la dirigió hacía mí.

—Estas equivocada, princesa, no soy yo el que los quiere muertos, es verdad que hubo un tiempo en que los odie mucho pero luego todo ese odio se desvaneció, vi su felicidad y me recordó que yo una vez también fuí así de feliz y alguien me arrebató esa felicidad, no quiero ser yo quien te robe esa felicidad Yeji—

—¿Quién te robo tú Felicidad?—

—Mi padre, bueno ese hombre que está sentado en el trono, llego a nuestra ciudad y mato a todo ser vivo que habitaba en ella pero de alguna manera supo que Jimin y yo éramos especiales  así que nos llevó con él, una vez que cumplimos la mayoría de edad, él mismo nos convirtió en vampiros o como suelo decirlo, en Monstruos y nos obligó a llamarlo padre.

Yo no odio a Yongbok por haber matado a mi hermano, odio a Jin Young Park por haberlo mandado a su tumba—
Jihoon tenía los ojos vidriosos al parecer le duele mucho hablar sobre su hermano, me di cuenta que él no era malo, solamente estaba herido y necesitaba sanar.

—Jihoon, ¿Por que dejas que él te azote? Supongo que eres más fuerte que él ¿cierto?—

—Si... soy más fuerte pero si yo le toco un pelo, en cuestión de segundos el que estaría muerto sería yo pues Jin Young siempre esta rodeado de miles de vampiros dispuestos a atacar a cualquiera—

—Necesito saber por que reaccionaste de esa manera la vez que nos vimos en el bosque, esa es la razón por la que te he estado espiando—

—A veces mis emociones afectan mis habilidades y pierdo el control, si te hubieras quedado hubieras muerto en mis manos y no quiero lastimarte—

—¿Por que no quieres lastimarme? ¿Acaso te gusto Jihoon?— Pregunte acercándome cada vez más a él, quedando a escasos centímetros casí rozando nuestra nariz.

—Por favor Princesa, no te acerques tanto o no me haré responsable de lo  que pueda pasar— dijo casí susurrando, no le hice caso, más bien hice todo lo contrario, me acerqué más y acaricié sus mejillas con mis dedos y sin ser planeado nos besamos.

Después de todo, pueda que nuestro amor no sea imposible y pasemos del odio al amor.