Los días siguientes pasaron en una completa tortura, convirtiéndose en semanas lentas que pronto se cumplió en un mes entero. El tiempo parecía ir avanzando cual tortuga para, los ahora, padres. La repentina noticia fue como un balde de agua fría que no esperaban para nada, su vida iba tan perfectamente que por un momento temieron por su futuro, por aquellas metas que querían cumplir, por aquellos lugares que siempre quisieron conocer y por esos planes de querer mejorar para tener una mejor condición de vida.
La vida les había jugado una muy buena maniobra para darles una lección a su irresponsabilidad, aunque por parte de la azabache, después de pasar algunos días encerrada en su habitación sin hacer absolutamente nada, decidió dejar de lado esa “etapa” inmadura que ahora reinaba en ella producto del miedo a la maternidad, ese miedo que sabía que nunca perdería, después de pensar por tantos días, había decidido hacerse cargo de ese bebé ella sola, pero ese miedo jamás desaparecería de ella.
Tarde o temprano ese mismo miedo hacía que recayera cuando su mente se llenaba de pensamientos negativos a pesar de que había conseguido un buen trabajo que ayudaría en algo para los gastos que se aproximaban, aunque tenía miedo, eso no le obstruyo para salir adelante. Después de todo, dejarse caer no era algo que le habían inculcado.
Cuando sentía que su mundo se venía abajo, cuando se sentía sola en un mundo que comenzaba a darle la espalda, encerró todo su orgullo muy dentro de ella para dirigirse a su familia. Esa misma familia que, lejos de reprocharle o criticarla, la recibió con los brazos abiertos tras escuchar que la mujer de enmedio a dos hermanos iba a ser madre. Claro que les tomó por sorpresa cuando la noticia salió de los labios de su hija cabizbaja, pero después de todo, eran familia, no iban a dejarla sola después de no verse por casi dos años.
Aunque había arreglado algunos malentendidos con su familia, esos meses se habían convertido en los más difíciles. Las náuseas matutinas habían aumentado, había veces en las que pasaba más tiempo en el baño cuando las ganas de orinar eran más constantes al igual que esas manchas rojas en su ropa interior que aparecían de vez en cuando, pero lo que más odiaba eran los cambios de humor repentinos. Odia sentirse sentimental de un momento al otro o sentirse la peor persona al otro segundo, odiaba sentir esos bajones inesperados de emociones que eran imposibles de controlar.
Aunque no era la única en sentir cómo sus emociones viajaban en una montaña rusa, ahora ese hombre que antes conservaba siempre una sonrisa en su rostro, que contaba chistes de vez en cuando cuando se encontraba con sus amigos ahora no era más que un hombre distraído, sus sonrisas parecían ser iguales pero había algo que causaba el presentimiento evidente de que algo pasaba dentro de él.
Se había concentrado más en su trabajo en las redes sociales, había agregado algunas horas extras en el gym para despejar su mente en algo que no sea esa chica. Las ideas viajaban en su mente siempre que ella se cruzaba fugazmente, perdiéndose en millones de pensamientos de él mismo siendo padre. Había veces que solía pensar en un futuro hermoso con una pequeña réplica de él, pero su misma mente lo regresaba a la tierra para afirmarse que no estaba listo para un paso tan importante.
Su repentino comportamiento extraño y sus constantes viajes astrales no pasaron por desapercibida para sus amigos, lo conocían de años, era obvio que terminarían averiguando que era lo que había cambiado la actitud alegre del uruguayo. Seguía comportándose agradable como de costumbre, pero también parecía estar más distante, más serio.
En las redes sociales permaneció siendo el mismo, ocultando esa preocupación que lo consumía cada noche al perderse en un mar de sensaciones de miedo. Aún no se sentía preparado para ser padre, sus pensamientos estaban confundidos dentro de su cabeza, pero algo en él sabía a la perfección que no podía solo olvidar algo con esa magnitud, sabía que tenía que tomar una decisión pronto y el tiempo iba en su contra.
ESTÁS LEYENDO
𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐄𝐒 ━━ F.V.
Romance«Todo comenzó con un accidente, ahora puedo decir, que fue el accidente del que nunca me arrepentiré.» * * * Federico Vigevani, un joven hombre mujeriego que se dedica a subir contenido en la plataforma YouTube. Todo en su vida marchaba bien, hasta...