II

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—¡Kotetsu! ¿Dónde estuviste toda la noche? ¡Nos tuviste preocupados! —Te dice Kanamori cuando entras a la habitación y logras ver también a Haganezuka quién se acerca para verificar que no tengas heridas —¡No hagas eso la próxima, nos asustas!

—¡O al menos avísanos!

Claro, cómo si hubieras tenido opción.

—No pienso volver a salir, estoy muy cansado así que voy a dormir, disculpen el haberlos preocupado, lo explicaré luego y tomaré mi día de descanso mensual hoy —Das una reverencia y te diriges al segundo piso.

La verdad aunque trataste de pegar un ojo en toda la noche simplemente no pudiste por temor a jamás despertar, sabes que el pilar lo notó pero no te dijo nada porque tal vez te incomodaria, sólo permaneció abrazado a tu cuerpo sin moverse. Cuando el Sol salió te tomó de nuevo como un costal de papas y te transportó a la aldea, luego desapareció cual rayo.

—¡Por Dios, es tan idiota! —Dices molesto y te quitas la máscara para darte la gran sorpresa de ver en el espejo que tienes ojeras, te despeinas el cabello suspirando y luego te echas en el futón de la habitación de boca abajo, habías extrañado mucho esa comodidad así haya sido solo un día.

—¡Por Dios, es tan idiota! —Dices molesto y te quitas la máscara para darte la gran sorpresa de ver en el espejo que tienes ojeras, te despeinas el cabello suspirando y luego te echas en el futón de la habitación de boca abajo, habías extrañado mu...

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—Levántate, tienes visita importante.

¿Cuantas horas habían pasado?

—¡Kotetsu!

—¡Tengo sueño! —¿Porqué justo en tu único día de descanso mensual debían visitarte?

—Que maleducado.

Esa voz.

Sin esperar ni un segundo te cubres la cara con ambas manos y tomas tu máscara para ponértela, en el proceso logras ver por la ventana que el sol está escondiéndose.

Maldito chico cabeza de alga, ¿que hacía arrodillado en medio de la habitación?

—¿Ahora qué quieres? —Dices notando que Haganezuka ya había salido.

—Lo diré sin rodeos, vine aquí dos semanas porque quiero entrenar con ese muñeco.

—¿Y eso me importa?

Él te mira otra vez, sin expresión, optas por arrodillarte frente suyo para no ser descortés y ladeas tu cabeza a un lado en busca de una respuesta. No esperas que el pilar haga lo mismo.

—¿Te estás burlando de mí? Por favor, habla de una vez.

—No podré salir de aquí pasada las dos semanas porque pedí permiso para practicar estos días, por eso necesito la llave.

—Pues no la tengo.

—Bueno, entonces ¿Quieres caramelos? Traje algunos.

¿Que la qué de qué? ¿Porque ese cambio de tema tan brusco? ¿Será que Haganezuka le dijo lo que tenía que hacer para conseguir la llave?

Besos olvidados [ Muichirou & Kotetsu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora