Besos olvidados [ Muichirou & Kotetsu ]

XXII

Cuando Sanemi vió a su hermano correr con desespero hacia cierto lugar no pensó que acercarse a acompañarlo sería necesario.

Era un idiota que seguía sin saber lo peligroso que podía ser el tener que cazar demonios y no pensaba discutir eso. Lo único que sentía es rabia. Rabia porque Genya no entendía que ese lugar no era para él y que si quería que se alejara era por su bien. No lo siguió porque no quería demostrar lo preocupado que estaba por él. No esperó que ese pequeño error lo haría arrepentirse por el resto de su vida.

Pudo haberlo salvado si tan sólo hubiera dejado su orgullo de lado.

Genya no pudo despedirse de Muichirou, Tanjiro, Kotetsu y de todas las personas que quiso en ese mundo, su muerte fue totalmente instantánea al punto de ni siquiera poder sentir que ya no existía más. Dentro suyo sólo se arrepentía tanto por haber sido tan débil y haber caído en una muerte tan estúpida. Él quería hablar con Sanemi aún, quería disculparse... Pero ya todo era en vano.

«Perdón por morir así hermano...»

Cuando Shinobu se enteró de lo que pasó quedó totalmente devastada al saber que momentos antes conversó con él sobre lo que quería comprobar.

Su cuerpo desapareció y Sanemi sólo lloró a su lado cuando vió que este se desintegraba lentamente. No podía hacer nada para detenerlo, ya no podía pedirle a nadie que él regresara, y lo único que tuvo en mente en ese momento fue matar a los demonios que arrebataron su felicidad; matar a quien ocasionó todo esto, Muzan. Sanemi no volvió a mostrarse como antes desde aquel momento, no quería aceptar que ya su hermanito no se encontraría cerca suyo nunca más en esa vida.

Tanjiro había entrado en un estado de shock luego de eso, su cuerpo temblaba y su mirada se encontraba totalmente asustada. Había visto morir a uno de sus amigos delante suyo.

—Tanjiro, por favor debes de decirnos lo que pasó.

—E-es mi culpa... Todo es mi culpa, soy débil, no pude salvarlo...

—No es tu culpa, nadie sabía lo que iba a pasar, no te mortifiques.

Kamado observa a la pilar y derrama lágrimas asustado. —No estuve a tiempo cuando escuché el corte de ese árbol... Debí correr más rápido, cuando llegue sólo vi a Genya ser perseguido por un demonio y éste le destrozó la cabeza...

—¿Era una luna superior?

—No... Fue un demonio cualquiera.

—¿Pero cómo pudo estar ahí justo en ese momento? ¿Porqué estaba sólo y pudo matar a Genya tan rápido? Parecería saber su punto debil...

—No lo sé, quizá sí, pero otra vez sentí que había alguien más ahí y no pude verlo... ¡No sirvo! —Dice cerrando sus ojos con molestia —¡Estoy seguro de que era el mismo que estuvo cuando Kotetsu apuñaló a Muichirou! Genya estaba muy asustado... En su aroma pude sentir que buscaba con desespero decir algo, Ginko también estuvo ahí.

—¿Ginko? ¿Y sabrá todo lo que pasó?

—Yo creo que sí, Genya le dijo que escapara y la trató de cubrir cuando corría pero fue cortada.

Shinobu frunce el ceño.

«Esto es demasiado extraño, realmente espero que haya funcionado lo que Genya me dijo que haga...»

—Aún no he logrado encontrar a Kotetsu cuando estuve en la villa..., vi a Haganezuka y me dijo que tampoco sabía dónde se encontraba. No sabía si creerle o no...

—Es verdad, él no estuvo en la villa todo este tiempo, queda descartado como sospechoso.

—¿En serio? Eso es bueno... —sonríe aliviado— Espero que todo se mejore a partir de ahora, no quiero perder a alguien más... —agrega derramando una que otra lágrima —No quiero sufrir más... No...