XXIV

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Si Yuichirou hubiera sabido lo que ocasionaría el dejar que aquel chico entre en su corazón, en definitiva, jamás habría aceptado el darle una oportunidad.

- Muichirou, Tanjiro, ambos son asignados a una misión.

Ocurrió hace meses, esa fue la primera vez que Muichirou era asignado a una misión con otro cazador luego de bastante tiempo, normalmente Oyakata-Sama lo ponía sólo ya que cada vez que iba acompañado la otra persona jamás regresaba y creía que tal vez para el pilar era mucha responsabilidad, pero esta vez tenía muy buena expectativa con aquel joven que hizo el pedido.

- ¡Haré mi mayor esfuerzo para hacer que todo salga bien! ¡Gracias por ponerme con Tokito-San Oyakata-Sama! - Tanjiro hace reverencia y al instante se aleja de ahí junto al pilar. La misión iba a durar más de dos semanas por lo que quizá hablarían, pero alguien se encargaría de evitarlo a toda costa - Tokito-San ¿Es cierto que tiene catorce año-

- Guarda silencio si no quieres que te rompa la boca.

Ese era Yuichirou. El encargado de alejar a todas las personas posibles que estaban o querían estar cerca de su hermano tomando el control de su cuerpo otra vez.

No lo hacía como parte de venganza por su muerte o por diversión, lo hacía para protegerlo, porque Muichirou era tan débil que ni siquiera notaba las malas intenciones de los demás, aquellos rostros de demonio aún seguían en el trauma de hace años y Yuichirou debía encargarse de que el menor no sufriera lo que él sí ésta vez. Con cada cazador, con cada compañero... Yuichirou lo dejaba de lado en la batalla y por eso morían, por ser tan insignificantes. Estos se burlaban de su hermano diciendo que era muy idiota para ser pilar, olvidadizo y hasta inmaduro por actuar de manera tan estúpida, a Yuichirou no le gustaba que hablaran así y por eso sus vidas para él no importaban. No confiaba en nadie y Tanjiro no sería la excepción...

O al menos así lo quiso.

Aunque sabía que usaba métodos algo exagerados, no dejaría vivo a cualquiera que dañe o tendría intención de dañar a su hermano, y esperaba que con aquella amenaza el burdeos no volviera a hablar. Tanjiro decidió callarse para no incomodarlo pensando que era así estar con un pilar, aunque estaba seguro de que Kyojuro y hasta Giyuu serían más amigables que aquel chico. Los primeros cinco días no pronunció palabra alguna hacia el pilar y sólo se encargó de hacerle caso en lo que indicaba de las misiones. A Yuichirou le sorprendía mucho ver que era el primero en hacer caso y aparte, poder ver que hasta ahora no tenía ningún pensamiento negativo hacia Muichirou a pesar de lo que le dijo, es más, tampoco podía ver su rostro como el resto, con rasgos demoniacos, Tanjiro tenía uno muy bondadoso a la hora de hacer las cosas. Una noche, cuando ambos estaban desayunando juntos en la pequeña habitación que les habían asignado, Muichirou nota que Tanjiro está triste y Yuichirou lo deja actuar sólo por primera vez al ver que no estaba en peligro.

-Disculpa ¿Estás bien?

-Sí... -Tanjiro sigue cabizbajo observando el plato en sus brazos -Es sólo que nunca me habían mandado a estar callado mucho tiempo -Agrega poniendo ojos llorosos y luego alza su mirada para observar al pilar detenidamente por unos segundos.

Muichirou no sabe como reaccionar al ver aquellos ojos burdeos.

Tiene un sentimiento familiar al saber que ya antes había apreciado eso en su padre pero no esperó que lo dejara sin palabras. Tanjiro sólo se sonroja al ver que el pilar no había separado su vista de la suya y voltea su mirada disimuladamente.

¿Acaso planeaba matarlo?

-¿Quieres ir a la ciudad un rato?

-¿¡E-En serio?! ¡Me encantaría!

Besos olvidados [ Muichirou & Kotetsu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora