XXIII

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Tras la explosión escuchada la finca de Shinobu fue totalmente vaciada.

No hay nadie dentro de ella, ya todos habían salido, Giyuu, Tanjiro, Shinobu, Kyojuro, Haganezuka... Kotetsu es el único que se quedó en el patio observando el cielo oscuro con una expresión desinteresada.

- Espero que todos se mueran... Nadie debe enterarse de esto... - Su mirada apagada sólo muestra lo mucho que ya sufrió, no quiere sentir más - No quiero más... Sólo quiero que todos se mueran, por favor... - Lágrimas se derraman de sus ojos sin evitarlo y agacha su mirada para posteriormente cubrir su rostro con desesperación. Le duele haber terminado así, le duele no poder recordar nada... Ni siquiera sabe porque llora, pero su mente y cuerpo estan tan dañados que lo único que quiere en ese momento es desaparecer.

Desaparecer porque eso es lo que le habían ordenado.

- No merezco seguir con vida... - Se dice a sí mismo con tristeza y observa sus manos detenidamente recordando lo que hizo e iba a hacer con ellas - Tenía que matarlo... - Hay algo que lo consume, es su propia voz, siempre lo atormenta cuando más terrible se siente, pero ésta vez ya no. Ya no quiere seguir así nunca más, por lo que sin perder tiempo corre hacia dentro de la finca y va hacia una de las habitaciones en busca de algo con que poder cortar.

Esos segundos son los más desesperantes de su vida al no lograr encontrar nada, se siente tan inútil que rompe varios objetos sin parar, y sólo cuando ve una katana tirada en el suelo se calma, arrodillándose delante de ella y tomándola con fuerza.

- Matar, debo matarme - Aquella desesperación que siente hace que logre dirigir aquella katana a su cuello y cuando ésta roza su piel no puede evitar sonreír - No merezco vivir, soy un asco de persona.

«Sólo quiero estar con Muichirou...»

- Si quieres eso no lo hagas Kotetsu.

Aquella voz lo hace detener.

- No puedes morir ahora, hay muchas cosas que debes hacer todavía, no termines con tu vida de esta manera.

El menor no puede formular palabra alguna al reconocer de quién es esa voz y lentamente voltea su mirada tras suyo para poder comprobar quién estaba ahí. Grande es su sorpresa al ver que aquella persona que tanto quiso y que tanto le dolió perder estaba a su lado - Kanamori-San...

- Perdón por haberte dejado en manos equivocadas Kotetsu, perdón por no poder ayudarte...

Aquel momento se paraliza, todo al rededor del menor oscurece en tan sólo un segundo y este se levanta para acercarse con desespero hacia Kanamori quién lo recibe con ambos brazos abiertos dándole su consuelo y calor -¿¡Porqué?! ¿¡Por qué nos abandonaste?! -En ese momento el menor se da cuenta que desde su partida las cosas nunca volvieron a ser las mismas. Absolutamente todo empeoró, su vida, su forma de vivir... Su forma de ser... Culpó a Muichirou por todo pero ahora estaba cayendo en cuenta de que nada era lo que creía o hicieron creer.

- Kotetsu, sé que saldrás de todo esto y podrás ser feliz hasta el último día de tu vida, no te des por vencido ahora...

- ¡No te vayas! ¡No me dejes por favor!

- Lo siento tanto mi niño, por más que quiero no puedo quedarme contigo.

- ¡Por favor por favor! - Grita cerrando sus ojos con fuerza y sólo siente como aquel peso que abrazaba desaparece de sus brazos haciéndose polvo. Kotetsu se aferra a la nada y llora desesperado. En ese momento lo único que espera es que lo que Kanamori le dijo se haga realidad, que él lo pueda cuidar... y entonces cuando alza su mirada al notar una presencia acercarse ahí siente cómo algo es clavado en su nuca y se queda paralizado por lo repentino del dolor.

Besos olvidados [ Muichirou & Kotetsu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora