| FINAL |

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Han habido varias vidas perdidas imposibles de recuperar.

Aquella batalla dió a entender lo cruel y terrible que significaba obtener la victoria. Varios de los kakushis y cazadores quedaron gravemente heridos y tuvieron que ser atendidos por médicos aprendices de Shinobu o curanderos los cuales se mandaron a llamar. Los días de completa desesperación fueron esos luego de haber terminado con lo peor, pero ahora que por fin habían logrado pasar dos semanas ya estaban completamente recuperados.

Kotetsu se aferra a la esperanza de poder ver a Muichirou despertar.

A lo largo de ese tiempo él es la única persona la cuál no se puede saber si vivirá o morirá. Cuando lo encontraron con la cabeza totalmente ensangrentada en el suelo creyeron que no habría solución y quisieron tapar su cuerpo. Kotetsu no los dejó, se arrodilló delante suyo y empezó a gritar que lo ayudaran, que él no estaba muerto, que él se podía salvar. Tanjiro no dijo nada por temor a que lo vieran sospechoso y sólo se alejo. A partir de ese día el menor no ha querido salir de la habitación en dónde está Muichirou, sólo llorando y lamentándose cada día rogando que por favor no se vaya aún. Es tanto el dolor que siente que no ha querido comer ni hablar con alguien en todo ese tiempo. Perdió a Kanamori, a Haganezuka, a Genya... Ginko había muerto delante suyo, ¿porqué? ¿Por qué todo tenía que ir de mal en peor ahora?

¿Ahora cuando se supone que ya todo lo malo había acabado y sólo quedaría felicidad?

—Kotetsu-Kun, ¿cómo has estado? —Se acerca a él Aoi y este sólo baja su mirada limpiando una que otra lágrima —Creo que sería bueno que salgas para despejar tu mente, hay alguien que quiere hablar contigo afuera... Por favor no lo ignores.

El menor no tiene ganas de nada, no quiere levantarse de ahí, peor para tener que estar con otra persona, pero también sabe que no puede estar así para siempre por lo que asintiendo sale tras la chica en busca de saber quién lo buscaba. Ésta lo conduce hasta cierta habitación y le dice que entre con cuidado, en cuanto lo hace encuentra a Rengoku ahí arrodillado. Kotetsu da reverencia y se pone delante suyo sentándose de la misma manera. No pronuncia nada...

—Kotetsu disculpa el haberte llamado así, sé que estos días están siendo muy difíciles para ti y no te encuentras muy bien pero quisiera que me cuentes qué es lo que pasó exactamente para poder hacer algo al respecto.

Kotetsu agacha su mirada frunciendo el ceño; ¿De qué servía contarlo si ya todo sería en vano? ¿De que servía decir eso si igual no podrían hacer nada con Tanjiro?

—Si no quieres hacerlo ahora no te preocupes, puedo esperar —Rengoku tan gentil como siempre, necesita de respuestas pero no quiere mostrarse desesperado, Kotetsu lo observa sonreir y solo se pregunta; ¿porqué él sí tuvo un final feliz?

¿Porqué él sí pudo vivir mejor que todos?

Si tan sólo supiera cuanto dolor siente ahora mismo...

Kyojuro trató de suicidarse varias veces.

—Lo escribiré en una carta y se lo daré después, yo-

—¡Alguien venga! ¡Muichirou ha despertado! —Un fuerte grito se escucha afuera de la habitación y Kotetsu sale corriendo de ahí para dirigirse al lugar sin esperar. La emoción y esperanza que siente es tanta que incluso tropieza en el camino con sus propios pasos pero no le importa. No cuando su felicidad estaba a punto de volver, y entonces al llegar a la habitación sólo entra desesperado y ve que hay dos personas dentro tratando de atender al ex hashira.

—¿Muichirou? ¿Estás bien, puedes moverte? —Le pregunta Kotetsu acercándose a él y tomando de sus manos suavemente.

Tokito abre su boca tratando de decir algo pero no sale nada, también abre sus ojos desesperado y agita su cabeza en negación sin dejar de temblar.

Besos olvidados [ Muichirou & Kotetsu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora