CAPITULO 24

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Sophie.

Estamos de regreso al internado, pego mi cara en la espalda de Jackson quién conduce, el sol ya se está ocultando y ni siquiera puedo imaginar en el problema que viene.
Hace unos horas que apagué el móvil por mi tranquilidad, Jackson hizo lo mismo con el suyo.

La moto continúa en marcha, comenzando la carretera rodeada de árboles, eso quiere decir que falta quince minutos aproximadamente en llegar.

Cuando mis ojos visualizan el portón del internado me preparo para entrar, mi estómago empieza a inquietarme y siento náuseas.

Jackson deja la moto escondida detrás del árbol y sujeta mi mano, nos dirigimos a las enormes rejas.
El guardián al vernos, ladea su cabeza. Supongo que ya se habituó al vernos juntos en un nuevo problema. Al entrar, algunos alumnos están descansando en el jardín.

Siento la mirada de todos, y más aún cuando Jackson no suelta mi mano para nada, él me lleva y yo tímidamente camino detrás suyo.
Siempre es él quien enfrenta los problemas, al entrar al internado, me pide que suba a descansar mientras él habla con el director.

Subo las escaleras, Jacob me espera arriba.

—¿Cómo estás? —esta de brazos cruzados, sin embargo su voz suena preocupado.

—Viva. —pero no por mucho tiempo, continuó caminando pero él me sujeta del brazo.

—Tu abuela me llamó, vino a la escuela y estuvo un buen rato hablando con el director.

Siento una punzada de dolor en la cabeza, sabía que haría algo así.

—Así que te irás —. Concluye.

—No, no me iré.

—Pero tu abue…

—Se le pasará ese capricho, ella tiene que entender que no puede hacer lo que quiera conmigo.

—Sophie, tienes que entender que ella es tu apoderado, la única persona que puede cuidar de ti, pero tampoco estoy de acuerdo que te lleve ahora.

Si supiera que mi padre está vivo.

—Hablaré con ella, me entenderá y estaremos bien. —me convenzo.

Mira mi ropa, esta arrugada y me cabello húmedo.

—Supongo que te divertiste.

—Lo hice.

—No me gusta esto —empieza— y no es algo personal, pero, siento algo en él que no me termina de gustar.

—Que bien, porque a quién tiene que gustarme es a mí.

—Sabes que eso no va a funcionar.
—Jacob, no espero tu apoyo pero me parece que eres el menos indicado en criticar, tú estás saliendo con Madison, y tu familia odia a su familia. Preocúpate en tu relación.

Jacob intenta abrir la boca pero finalmente se calla, continúo caminando, llego a mi habitación y reparo con claridad el collar.

Al cambiarme salgo en busca de Emma, voy a su habitación y antes de entrar toco la puerta, como no encuentro respuesta, abro y la veo durmiendo.

Me acerco lento para acostarme a su lado y descansar. Me quito los zapatos, su brazo esta estirado y trato de acomodarlo haciéndome espacio, pero su celular vibra, la pantalla se ilumina con un mensaje de un contacto llamado:

<<Lo imposible>>

El mensaje dice:

«Te veo mañana en donde siempre, bonita»

El celular se apaga y dejo de ver las notificaciones, por suerte tengo la contraseña del celular, pero cuando intento entrar vibra bloqueando la pantalla al de un inicio.

Ella cambió la contraseña.

Sus ojos están cerrados, el cabello rubio le cae por el rostro y siento tanta paz verla dormir.

No quiero levantarla, pero tampoco me quiero quedar con la duda.
Recuesto mi cabeza en la almohada, toco el collar antes de que mis ojos se cierren.

Escucho ruido, movimiento en la cama. Abro mis ojos lentamente, Emma está brincando sobre el colchón de algodón, sonríe sin soltar el celular.

—¿Por qué tan felíz?

—Porque la vida es bella, ¿No crees? Jackson se declaró en frente de toda la escuela y maestros, y además pronto se acerca mi evento favorito.

Se sienta de golpe.

—La coronación anual. —completo, Emma siempre ha fantaseado en llegar ser la reina de la escuela, años anteriores no podíamos porque solo está permitido para los alumnos del último año.

Así que siempre observaba como coronaban a otros, incluso diseñó el vestido que llevaría.

—Ya le mandé el diseño a mi mamá. Cuando me llegue el vestido y los zapatos que espero que me lleguen juntos porque no puedo practicar la caminada sin zapato o sin vestido.

—¿Y ya pensaste en quién será tu pareja?

—Patrick está dispuesto, además baila bien.

—¿Te puedo preguntar algo?

Asiente, pero sus ojos se desvían al celular con otra notificación recién llegado.

—Si estas saliendo con otra persona, ¿Por qué le das esperanza a Patrick?

—No es cierto, Patrick es buen amigo y siempre me apoya, pero le dejé claro cuáles son mis sentimientos hacía él.

—Siento que solo lo utilizas.

Deja caer el móvil.

—No es cierto, yo no lo estoy obligando a estar junto a mi, es su elección y tampoco lo alejaré. Además lo pasamos bien juntos.

—Y dime, ¿quién es esa persona que te envía mensajes? O mejor aún, te ves con él hace meses y yo todavía no lo he conocido.

—Ya te dije que lo conocerás cuando sea el momento correcto.

—¿Y cuando será ese momento? ¿Cuando terminemos la escuela? Yo lo quiero conocer ya —demando.

Ella se ríe, se avienta en mi encima y caigo con su peso.

—No te enojes amiga mía —me llena la cara de besos — lo conocerás cuando mis padres me pregunten como estoy.

—No juegues con eso, merezco saber de quién se trata. Sabes lo curiosa que soy.

—Eres chismosa, no curiosa.

—Bien, —me levanto— no me lo digas y no te diré que hice con Jackson en el mar.

Lo meto suspenso en mi voz, ella se imagina otra cosa y se tapa la boca con ambas manos.

—¿Ya no eres virgen?

Me encojo de hombros.

—Puede que si, puede que no.

Me pega con una almohada.

—Señorita Sophie Steven, necesito que me digas con exactitud, ¿Sangraste?, ¿Te dolió mucho?

Me levanto, me pongo los zapatos mientras escondo mi risa.

—Si, me dolió demasiado —dramatizo—hasta siento que quedaré embarazada, y no de uno, de dos.

—Mentirosa. —me descubre.

—Ya tengo antojos y mucha hambre, te veo en la cafetería.

Cierro la puerta, una almohada se estrella contra la madera.

Antes de irme a cafetería, me paseo por las oficinas del director, la secretaria me dice que está ocupado pero no me responde cuando le pregunto si Jackson sigue dentro.

Aburrida, me voy por comida. El ruido, abarca mis oídos cuando cruzo la gran puerta de madera.

Los alumnos como constantemente están en grupos, no miro mucho, voy hacía las bandejas y después cojo todo lo que veo y que se vea apetecible.

Ya es hora de almorzar, mi estómago truena y me pide que ya meta una cucharada de comida. Las mesas están ocupadas, busco una vacía, pero todas están llenas.

Como nunca los alumnos decidieron comer en la cafetería y no en el jardín como suelen hacerlo.

Una mano llama mi atención, Patrick lo agita, y me llama con una señal.
Camino hacía su mesa, Jacob y Madison también le acompañan.

—La fugitiva está aquí. —comenta Madison.

Jacob le codea.

—Lo digo porque yo también quisiera fugarme de este encierro. —continua Madison.

—Patrick, —le hablo — ¿Viste a Jackson?

—No —se mete un pan en la boca.
—Yo lo vi, —me responde Jacob —entrando en su habitación.

Empiezo a comer, mis amigos me miran ante las caras que hago cada vez que muerdo o saboreo alguna comida.

Emma se aparece, se sienta junto a mi, ocupando el único asiento vacío que estaba a mi lado, al que había guardado para Jackson.

Miro la puerta, mis ojos brillan cuando lo veo aparecer, ya se cambió, tiene un polo negro que hace juego con su cabello.

Antes de llegar a la mesa, corresponde los saludos que le tiran. Se nota despreocupado, y me relajo al saber que está todo bien.

Se detiene cuando nota que el único asiento que está vacío es el que está al costado de Jacob y que el asiento de mi lado está ocupado por Emma.

Mi amiga le sonríe cuando él le planta la mirada.

—Toma asiento —le invita Emma.

—No puedo.

—¿Porqué? Si estás cerca.

—Porque el único asiento que debería ocupar ya no está disponible.

—¿Enserio? Que raro, no veo por ningún lado escrito tu nombre.

—Emma —habla cansado— no quiero tener problemas, ya tuve lo suficiente. Así que por el bien de todos párate de ese maldito asiento.

—Yo llegué primero Jackson, yo gané, tu perdiste.

Patrick, Jacob y Madison miran de un lado a otro atentos a la plática. Mientras yo me concentro en acabar el helado antes de que Emma lo haga.

—En eso tiene razón, ella llegó primero —respaldo a mi amiga.

—Creo que tendrán su primera pelea —susurra Madison, claramente no lo suficiente bajo porque todos escuchan.

—¡Basta! —Patrick habla— yo ocuparé ese asiento, así que puedes sentarte en el mío, junto a Sophie.

Jackson aprieta su mandíbula, molesto camina hacía el asiento que Patrick desocupa.

—Tranquilos, —Madison habla— el primer mes es complicado, o, bueno, el primer día. Y no te preocupes Jackson, deshacerme de ellas dos también fue difícil.

—Todo lo que tenga que ver Jackson es complicado. —Jacob interfiere.

—Yo les deseo lo mejor, me parecen que ya se estaban tardando—Patrick comenta.

—Como sea, con relación o sin relación, —Emma me sujeta una mano— Sophie seguirá siendo mía y continúo siendo la única persona que duerme con ella. —lo mira fijamente a mi novio.

—No por mucho. —Jackson quita su mano de la mía y lo lleva con él.

—¿Que te dijo el director? —Le pregunto a Jackson cambiando de tema.

—Nada que te estrese —acaricia mi mentón, me lleva hacía él envolviendo mis labios en los suyos.

Lo separo, parece que olvida que estamos rodeados de personas.

—¿A que te refieres con eso?

—No es nada malo, mi hermano habló con el director y le dijo que estuvimos con él haciendo algo importante y muchas otras cosas.

—¿Ya sabe de lo nuestro?

—Lastimosamente sí. Quiero que me prometas que no hablaras con ellos si yo no estoy.

Me río, debe estar bromeando, pero mi sonrisa desaparece cuando su mirada se torna sería.

—¿Por qué te molesta que hablé con tu hermano o con tu padre?

Se acaricia el cuello.

—No es que me moleste, solo que no quiero que te mezcles con ellos. Son mi familia pero te pueden decir cosas malas de mí, de mi pasado y no quiero que afecte nuestra relación.

—No me importa tu pasado, además siempre escondemos algo. —cojo uva de su plato.

—¿Escondemos algo? —me fulmina con la mirada—¿y tu que escondes, señorita?

—Nada que te estrese —miento.

El recuerdo de mi padre viéndome en el partido me pone nerviosa.

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En grupo nos dirigimos al salón, camino hacia mi asiento y cuando volteo, Jackson toma asiento junto a mí.

Emma le saca el dedo del medio desde lejos a Jackson. Él le responde igual, y mi amiga quiere venirse contra él pero Patrick la sujeta, finalmente se sienta junto a Patrick.

—Deja de pelear con Emma.

—Emma, Emma, Emma y Emma —repite varias veces, rueda los ojos— no me gusta que la prefieras antes que a mí.

¿Esa actitud es de celos?

—¿Estas celoso?

—Si —no duda en su respuesta —quiero pasar tiempo contigo, sentarme junto a ti y cuidarte, y Emma siempre tiene que estar. Eso no me agrada, además cuando ella este en una relación no te llevará a todas partes.

—De hecho Emma ya está en una relación. —cierro mis labios, muy tarde porque ya hablé.

—¿Y quién es la víctima que lo aguanta?

—No lo sé, —apoyo mi espalda en la pared, Jackson abre sus piernas y las mías quedan juntas en el medio—. Ella está saliendo con alguien pero no quiere decirme quién es.

—¿Y quién de estos tarados es? Porque Patrick definitivamente no es.

—No es de la escuela, eso estoy segura, hasta se van a ver mañana fuera de la escuela.

Jackson mira a un punto fijo, continúo hablando pero su mirada está perdida.

—Ella piensa que es algo «imposible» y lo sé porque así lo tiene registrado, así que debe ser alguien muy importante o simplemente alguien con quién no pueda estar, pero ella esta enamorada y la respaldo. No me interesa lo demás, al menos que esté liando con un señor divorciado.

Sonrío al pensar a  Emma coqueteando con alguien mayor, definitivamente no ya que son de su tipo.

Me reincorporo en mi posición cuando la profesora entra y la clase comienza.

En las siguientes horas, el comportamiento de Jackson cambió de repente, está despistado, pensativo y perdido. Tengo que hacer mi tarea pero ojeo como él solo mueve el lápiz sin marcar nada, está callado y eso me parece extraño.

Hay bulla en el salón, algunos se paran a caminar y conversar y Jackson está actuando diferente. Tengo que hacerle la tarea hasta que me mira y me quita el cuaderno.

—No vuelvas hacer eso —me habla serio.

—Lo hice porque quería ayudarte, ¿Te pasa algo?

—No, solo estoy cansado —pasea su mano por su cabello— no dormí y tengo muchas cosas en la mente.

—¿Qué cosas? Puedes confiar en mí. —le acaricio la mejilla.

—No quiero envolverte en mis problemas. —pasa saliva.

El timbre suena, se levanta, me besa la frente y se va, Patrick sale detrás de él.

Emma se acerca con su mochila.

—¿Vemos una película? —propone.

Llevamos comida a su habitación, nos ponemos los pijamas y de sorpresa llega Madison con mascarillas para el rostro, todo tipo de cuidado en rostro, manos y pies.
Miramos “If i Stay” , lloro en el transcurso de la película. Será porque la protagonista también perdió a su familia en un accidente. Pero eso no es suficiente, ¿Como puede ser que su relación se termine cuando ellos aún se siguen amando?, se supone que el fin llega cuando el amor ya no existe. Pero Mía había tomado una decisión y no había pensando en su futuro con él, yo la entiendo, tenía un sueño y no es fácil dejarlo ir. Y Adam, estuvo dispuesto a dejar todo por ella, aunque eso consista en dejarla ir.

Madison me alcanza pañuelos, Emma encuentra en internet que no hay segunda parte pero que esta basado en un libro, sin duda tengo que leer el segundo libro que gracias a la escritora si existe.

Después, nos relajamos con las mascarillas, Madison nos cuenta sus problemas y me agrada que se abra con nosotras.

—Si mi madre se entera de mi relación con Jacob estaré más que muerte, hecha polvo.

Suspira cansada.

—Recuerdo el problema que hubo cuando se enteraron que Jacob era mi amigo —confiesa Emma— pero la familia de él siempre apoyó nuestra amistad.

—Si, porque eres Emma, la chica divertida pero buena con todos. No eres Madison la creída y mala vibras hasta con un insecto muerto—responde.

—¿Crees que tus padres ya lo saben? —le pregunto.

—No, aún no, creo que están sospechando. —toma aire—Hace unos días mi mamá me llamó, dijo que alguien me había visto con Jacob sujetados de la mano. Me sentí mal porque tuve que negarlo. Negar tu relación en vez de salir a gritar a los cuatro vientos que amas al chico que te consciente sin importar que estés molesta con él.

—Conociendo a mi tía, yo creo que ya te puso vigilancia.

—Bueno, si Jacob está dispuesto a no soltarte, entonces tu tampoco lo hagas. Que importa los demás, que se frieguen. —hablo.

—Tengo miedo. Pero miedo a lo que vaya a pasar cuando se sepa, lo que estoy segura es que estaría dispuesta a escaparme con él. —confiesa, con Emma nos miramos— si me lo pide esta misma noche, me voy con él vestida así.

Con Emma nos miramos sorprendidas, ella realmente está enamorada. No duda en dejar todo por él. Eso es lindo.

Mi abuela se viene a mi mente, tengo una semana para terminar con Jackson. Niego, no lo dejaría, no algo que anhelé hace mucho. No lo haré así tenga que luchar contra ella y contra todos.

Estoy segura que Jackson haría lo mismo, y yo no estoy ahora para hacerme la obediente.
Dormimos, aunque dormir en el medio no es lo más cómodo, me ahogo al tenerlas cerca y más aún cuando sus piernas y brazos están encima de mí. Ahora veo que dormir de esa forma lo llevan en la sangre.

Es fin de semana, quiero decir que podemos salir libremente, me alisto. Jackson me dijo que iría a su casa, solucionar los asuntos que tiene. Paso tiempo con Jacob, y Madison, Emma sigue durmiendo.

Comemos juntos, Patrick se nos une luego.

—Hoy hay una fiesta, ¿Quiénes se apuntan?—Patrick saca de su mano unas entradas.
Jacob y Madison confirman.

—Iré con Jackson.

—Invitaré a Emma, ¿Creen que habrá despertado? —Indaga Patrick.

Recuerdo el mensaje de texto.

—No, no creo que vaya, Emma tiene una salida con sus padres. —le miento.

Me da lastima al ver como sus ojos se entristecen, él sigue interesado en ella aunque mi amiga lo mire con otros ojos.

Me avisan que tengo una visita de mi abuela. Pero estoy segura que es solo eso, una visita, no es que me diga que pasaremos el día juntas o que me quedaré a dormir en casa. Aunque eso ya me está dejando de importar, ya me acostumbré a dormir en el internado y creo que sería raro que una noche no lo haga.

Subo a mi habitación, mi abuela está esperándome dentro. Me calmo y me reitero que mi decisión está tomada y que no me iré de está escuela y que tampoco voy a dejar a Jackson.
Al entrar veo a mi abuela sentada en ese mueble rosa. Está en llamada arreglando todo para su siguiente viaje.

Cuando me mira termina la llamada.

—¿Cómo has estado? —pregunta, con esa dulzura que te hace sentirte frágil y querer llorar en segundos.

—Mal. —me pongo recta— no es lindo escuchar que tu abuela te sacará de tu escuela y te alejará de tus amigos y de tu novio.

Respira calmada.

—No debí hablarte así. Estaba furiosa cuando te vi —sus ojos se nublan— pero no he cambiado de idea de sacarte de este lugar, de esté país y de alejarte de las personas que tienes alrededor.

—¿Pensaste en mi cuando tomaste esa decisión? ¡Oh!, Ya sé, tienes una nueva propuesta en otro país y como te cansaste de venir a verme, prefieres llevarme contigo a donde sea sin importar mi decisión y mi felicidad.

—No es eso, sabes que me importa tu felicidad pero hay ocasiones en que tus decisiones no entran en las mías. Ya decidí que te vienes conmigo, ya hablé con el director y asignará a un profesor que venga con nosotros hasta que tu educación culmine, además los boletos de avión están comprados.

No resisto, las lágrimas se salen y caen por mis mejillas, mi abuela se acerca pero retrocedo.

—¡Lo planeaste todo!, ¿desde hace cuanto pensaste en esto? —exploto en llanto— es suficiente. No me alejarás de las personas que quiero. No sé que te hizo pensar que esto sería una buena idea o en que me beneficia porque te aseguro que estoy empezando a sentirme amada y a querer la vida y tu repentes quieres arrebatármelo todo. Tanto que me costó salir de ese hoyo, tanto que te costó a ti ¿Para que ahora lo quieres estropear? Entiendo que tengas tus planes y proyectos pero por eso no puedes sacrificar mis planes. Quiero estar acá, y no me iré. Esa es mi decisión final.

—Te vienes conmigo, es por tu bien.

—Mi bien es esto, junto mis amigos y Jackson, ellos me han hecho más bien de lo que tu no pudiste. —Mi abuela retrocede afectada, le duele lo que le dije pero me duele más a mí.
—Tengo la edad y el dinero suficiente para tomar mis propias decisiones. La empresa de mi padre, mi empresa —recalco— generan los ingresos suficientes. Así que puedes dejar de gastar en mí, ya no quiero tu dinero abuela. No te preocupes por mí que yo me quedaré, también tengo planes y proyectos con Emma. Proyectos que juramos cumplirlos.

Mi abuela no dice nada, se limpia las lágrimas. No quiero continuar con esto, solo la lastimo, y me lastima. Paso por su lado saliendo de mi habitación. Corro al jardín cuando me falta aire, no puedo respirar profundo y tengo que salir al jardín para tranquilizarme.

No me iré, aún cuando sé que mi padre está vivo y que también tengo mi futuro con él. Aún tengo una parte de mi familia y puedo recuperar el momento perdido.

Mi abuela sale, me mira desde lejos antes de subirse a su carro. Cuando regreso, me aseguro de alimentarme. Me felicito porque estos días estuve comiendo bien, no muy saludable pero al menos llevaba cucharadas a mi boca.

Mas tarde, le hablé a Jackson de la fiesta, él aceptó sin refutar, sin preguntar «¿Porque avisan a última hora?». La noche llegó, mientras miro el atuendo adecuado, estoy intranquila, una sensación que molestaba mi cuerpo, no se si por el hecho que Jackson durante las últimas horas estaba actuando extraño o por el capricho de mi abuela.

También mi padre, quería verlo pero no sabía si ahora era el momento correcto, él ni siquiera debe saber que me quieren sacar del país.

Termino de alistarme, me siento en la cama esperando que Jackson me avise que ya podemos irnos. Emma se fue a su cita y se despidió antes, aún tengo el olor del perfume que llevaba, de hecho ya lo tengo grabado, es el mismo aroma que lleva siempre.
Un lindo labial rojo, el favorito al igual que el vestido. Entonces supongo que será una salida elegante.

Quince minutos esperando, veinte minutos, media hora, setenta minutos. Me levanto caminando de un lado al otro, no quiero lucir desesperada pero todos mis amigos se han ido y yo llevo esperando mucho.
Reviso el móvil y no tengo ningún mensaje, de hecho, Jackson me ha dejado en leído.

Le timbro el teléfono, no responde, segundo intento, contesta.

—¿Porque demoras tanto?. Llevo esperando más de una hora.

Escucho su respiración, pero no tengo respuesta.

—Tuve que salir. Mi hermano quiso hablar conmigo y no tuve otra opción que irme enseguida. Lo siento.

—Llevo esperando un maldito mensaje tuyo, nada te costaba avisarme.

—Lo se, es mi culpa. Pero si no fuera importante no estaría acá. —sonido de autos llaman mi atención —Tengo que irme. Cuídate.

Me cuelga, sin decirme si quería que lo esperara o tal vez que esto se ha cancelado. Respiro hondo, me había esmerado en alistarme, hasta el maquillaje me había salido perfecto. Quizá le puse mucho esfuerzo porque sería nuestra primera salida formal como novios.

Madison me envió videos de la fiesta y de lo mucho que se están divirtiendo, le respondo que pronto llegaremos. Mentira, esto no esta saliendo bien y hasta esta altura dudo mucho en llegar con Jackson agarrados de la mano.

Le envío mensaje, solo quiero saber si todo está bien, puede que tenga problemas más fuertes que ir a una fiesta. Me vuelvo a mirar en el espejo, me siento bonita, después de mucho lo hago.

Cojo el bolso que lleva esperando encima de la silla, cierro la puerta con fuerza y bajo las escaleras, me agarro de un lado al bajar con tacones.
Pedí un taxi y en 10 minutos esta frente a las rejas del internado, subo y le indico el destino. El hombre asiente y pone en marcha el auto.
Aviso Patrick que ya llego y que quiero un buen trago en la mesa. Después de pasar la carretera rodeada de árboles y al llegar a la cuidad, el auto se detiene, le pago y bajo del auto.

Al girar, el local esta en frente, el dato extra que habían comentando es que los dueños del local son amigos de los padres de Patrick, por eso él recibe entradas gratis. Y no les importa si los que entraban tenían una identificación falsa, a las personas de negocio solo les interesa el dinero. Lo demás les da igual.

Seguridad en cada lado de la entrada, hombres musculosos y grandes con caras serias. Las chicas bajan en grupos y en parejas.

Y antes de dar un paso al frente, mi celular vibra, algo dentro de mí se enciende. Contesto con la esperanza de escuchar la voz de Jackson.
Pero obtengo algo parecido, es la voz de su hermano mayor, la sorpresa me toma desprevenida.

—Sophie, —lo escucho decir— espero que estés teniendo una buena noche.

—Hola, que tal —balbuceo un poco— bueno, mi noche recién está empezando.

—Me alegro. Quería disculparme por lo de esa noche, mi padre no se comportó de la mejor manera, te asustó y en serio lo lamentamos.

Escuchó sus disculpas, ¿será que esto era el problema que tenía que solucionar Jackson? Si es así, a mi no me importaba, yo ya había olvidado ese tema.

—La que me disculpo soy yo, ese día me alteré. Y espero que su padre se encuentre mejor. Por cierto, ¿Me puede pasar con Jackson? Es que no me responde los mensajes.

—¿Jackson? —habla extrañado.

—Si, solo quiero decirle una cosa.

—En eso no te puedo ayudar. Con Jackson no hemos hablado desde ese accidente, nosotros lo llamamos pero él casi nunca contesta.

¿Había escuchado con claridad? Jackson no se había reunido con ellos estos días. Ni en esta mañana, y si no se había comunicado antes con su hermano, entonces mintió al decir que él nos había ayudado con el director. Él me mintió.

Me quedo callada unos segundos tratando de procesar, su hermano me habla y yo me he quedado sin palabras.

—Entiendo —respondo sonando de lo más normal, como si por dentro no me estuviera doliendo— tengo que colgar, mis amigos me están llamando.

—Esta bien. También quería pedirte que no le digas a Jackson que te llamé.

—¿Por qué? No hay nada de malo. Solo que tengo curiosidad al saber como consiguió mi número.

Lo escucho sonreír.

—Fue muy fácil Sophie, Jackson te conoce tan bien que para nosotros es fácil saber quién eres.

Él finaliza la llamada. Y yo solo siento dolor en el pecho, decepción. ¿Por qué me mintió? O ¿En donde estas ahora,  Jackson?

—————
Nota de la autora:

Estoy tratando de estar lo más activa, espero que también se den cuenta.
En este capítulo pasó de todo, el mensaje de la persona extraña con quién sale Emma.

La visita de la abuela y el final. Esa llamada que destrozó a Sophie, que la dejó con una espina en la garganta y con la duda de porque Jackson la estuvo mintiendo.

En fin, hombres.

También las últimas palabras del hermano me dejó paralizada.

Jajajaja, bueno, en el siguiente capítulo leeremos la explicación de Jackson.

No se olviden de votar.
Sin más que decir.
Me despido.
A.L


¿Ella sabrá que sangramos igual?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora