SOPHIE
El profesor se pasea de un lugar a otro, mueve las manos como si explicara algo que yo no logro escuchar, mis oídos están entretenidos por los auriculares de tira. Miro a mi costado, en el asiento de Emma puse mi mochila, solo así me haré la idea de que ella se fue al baño y ya pronto regresará.
La clase termina, soplo moviendo el cabello de mi rostro, salgo directo hacía a mi habitación y me vuelvo a encerrar durante las próximas 4 horas. Cuando por fin tengo la desesperación de comer salgo de la habitación. Miro la puerta de Emma y me quedo 5 segundos observando con la esperanza de que se abra.
Camino hacia la cafetería, tomo una bandeja y por la hora que es, estoy segura que la comida fresca se ha guardado, solo quedan los jugos en caja pequeña y galletas con chispas de chocolate.
Salgo de la cafetería y voy al jardín.
Jacob esta sentado en una banca de madera, está leyendo un libro. Me acerco a él, creo que ya es el momento de hablarlo.
—Hola.
Él alza la vista y sonríe al verme.
—Te has demorado —se hace a un lado, dejándome un espacio.
Me siento colocando la bandeja sobre la pierna.
—¿Y como has estado?, ¿Cómo esta Madison y el bebé?
—Madison la esta pasando mal, y el bebé debe sentir lo mismo supongo —comenta con la voz apagada.
Doy un mordisco la galleta.
Jacob vuelve a fijar su vista en el libro.
—Yo también vivo ese momento —confiesa con la voz débil.
Capta otra vez mi atención.
—Yo también estoy pasando lo mismo, o peor que tú —se detiene un segundo— Mi hermana también se ha ido —lo veo pasar saliva.
—Yo pensé que...
—Que no llore enfrente de ustedes, no quiere decir que no me sienta miserable, yo a Emma la conocí mucho antes que tú lo hicieras. Ella fue mi primera ilusión, y fue siempre la chica rubia que me provocaba jaqueca. Yo en verdad la quería...
No digo nada, no tengo palabras.
—Solo pensar que sufrió mucho, que gritó y que nadie la haya escuchado —se le dificulta hablar, le duele recordar— Pero ella peleó hasta el final.
—¿Peleó? —cuestiono.
—¿No viste las marcas? Dijeron que su muerte fue provocada, la asfixiaron, ella se defendió hasta el último, por eso encontraron piel debajo de sus uñas.
La asfixiaron...
Las marcas en su cuello, muñecas y brazos.
La habitación desordenada.
Y de repente lo recuerdo...
Mi cabeza da vuelta, recordando la escena.
—Si tan solo Emma hubiera contado lo que le estaba pasando.
Lo miro a los ojos recordando el cuaderno.
—Me tengo que ir —me levanto dejando la comida sobre el asiento.
—¿Estas bien? —me toca la mano— estas fría de repente.
—Estoy bien, nos vemos luego.
Me despido y subo corriendo, atropellando a todo aquel que me encuentre en el pasillo.
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¿Ella sabrá que sangramos igual?©
Roman pour AdolescentsSophie Steven una adolescente de 17 años con un pasado muy triste, intenta llevar una vida normal en su último año escolar, quiere dejar todo atrás, ella piensa que todo marcha bien y que ya el pasado no le persigue .Por otro lado , la llegada de Ja...