Capitulo 35°

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A los dos días Lisa se encontraba en su habitación, aburrida. Llevaba un gran yeso que le cubria su brazo fracturado. Debia esperar un mes para que sanara ¡Gracias Kai-pito-corto! Por suerte sus amigos, que la habían visitado ayer, le contaron que después del incidente expulsaron a Kai del colegio durante una semana y que habia recibido una gran reprimenda de la entrenadora.

También le contaron con detalle la gran pelea que había tenido con Jennie, en la cual la castaña le gritaba que era un idiota como una cien veces. Eso mejoro su dia al máximo, el cual era un asco, ya que estaba sin hacer nada. Respirar no contaba como actividad. Solo podía pensar en la castaña, y para ser sincera, tambien en como estarían las cosas en la escuela. Sus pensamientos también viajaban a las otras dos castañas que adoraba, las Kim la tenían hundida. Su brazo dolía si se daba un golpe o lo sacudía. Así que ella no podía moverse mucho.

Ya era tarde y sus amugas debían de quedarse para el entrenamiento de Jihyo. Entonces Jennie también debería de estar allí, se lamentaba ya que quería ver a la castaña. En verdad, quería ir a la escuela, pero su madre era paranoica.

Leyó varios libros durante las últimas horas, pero la aburrían, vio la televisión, e intento hacer cualquier otra cosa que no requiriera utilizar su brazo. Gracias a dios que era el izquierdo, si no estaría completamente inútil. Ya era tarde noche cuando llego su mama y la saludo, su padre y ella estaban abajo en la cocina mientras Lisa seguía encerrada.

Lisa estaba terminando de usar el ordenador, y llevaba uno de los audífonos, cuando escucho el timbre. No le presto mucha atención, ya que debia de ser una visita para su madre. Seguia mirando unos videos en Youtube cuando escucho la voz emocionada de su mama, Chittip.

-¡Cariño, es para ti!- dijo con la voz alegre y Lisa fruncio el ceño, quitándose los audífonos.

-¿Para mi?- pregunto gritando, para hacerse oir.

-¡Si, es una amiga tuya!- dijo aun a gritos y Lisa se extraño, una sonrisa estuvo en sus labios ¿Podia ser Jisoo?

-¡Ya voy!- exclamo, divertida, sabiendo que Jisoo igual subiría.

Pero si fuera ella ¿su madre no se lo diría como siempre? Digo, ella solo tenia tres mejores amigos.

-¡Tomate tu tiempo, cariño, yo le muestro la casa a Jennie!- dijo su madre riéndose mientras Lisa se caia de la silla.

--¡¿Quién?!—grito, alarmada, agradeciendo no haberse golpeado el brazo, y salio corriendo por la puerta.

--¡Jennie, cariño1 ¿no escuchas? ¡me la llevare un rato! —dijo su maligna madre mientras Lisa corria por las escaleras.

Lisa prácticamente salto los escalones y quedo de rodillas frente a la entrada, con el cabello alborotado. Llevaba un short de lana y una camisa holgada para dormir. No era la mejor vestimenta para dar saltos mortales.

Se levanto lentamente, ayudándose con la barandilla, hizo una mueca por su brazo, y se encontró con su madre mirándola con desaprobación. Pero sus ojos se clavaron en la castaña en la puerta. Jennie vestia una falda y una blusa muy linda mientras mostraba a Lisa una sonrisa timida y sus ojos felinos brillaban con diversión.

--Lisa, debes tener mas cuidado con tu brazo. No quieres volver al hospital ¿verdad? —advirtió su madre, al notar el rubor en el rostro de su hija, observo como miraba a la castaña y aplaudió ¡era la chica de la cual su bebita estaba enamorada!

-Perdona, mama, es que... Jennie ¿Qué... bueno, que haces aquí? —pregunto levantándose mientras se rascaba la cabeza y torcia el cuello.

-Yo quería visitarte. Para saber si seguías viva, claro—respondio la castaña con una sonrisa timida mientras miraba con adoración a la ojiverde, eso no le paso por alto a Chittip.

Rivales - Jenlisa -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora