Capitulo 37°

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Lisa estaba vuelta loca, era fin de semana y desde el miércoles no tenía noticias de Jennie. La chica llevaba todos esos días sin ir a la escuela, cuando por fin agarro valentía para preguntarle a Rosé (en realidad solo pudo ya que Jisoo la acompaño) se enteraron de que la castaña estaba enferma. Al parecer habia pescado un resfriado, Kai ya habia vuelto a la escuela y Lisa siempre intentaba evitarlo.

Pero hoy, sábado, habia recibido una llamada de Andrea en que la invitaba a ir de improviso a la casa de ellas para sorprender a Jennie y a Ella. La ojiverde acepto, aunque pudo notar una segunda intención en las acciones de Andrea, tuvo un mal presentimiento al salir de la casa y de alguna forma, se sentía ansiosa. Algo iba a ocurrir hoy, o eso era lo que ella pensaba mientras caminaba hasta la casa de Jennie. Llevaba una bolsa de galletas Chips que eran las favoritas de Ella, también tenia la excusa de que la profesora de química le habia enviado la tarea a la castaña junto con Lisa.

La ojiverde acepto gustosa el favor. Se habia vestido con unos jeans oscuros, una camiseta de tiras blancas y una casaca de jean que siempre le había gustado y estaba comoda como para no incomodarse con el yeso. Lucia bien, o eso pensaba, y al llegar a la puerta suspiro varias veces antes de tocar, miro extrañada los carros en la entrada y abrió los ojos con horror. (Condenada) pero ya era tarde, una mujer de cabello negro corto abrió la puerta, sus ojos extrañamente eran de color avellana y miraron a Lisa con curiosidad.

--Hola ¿Qué desea? –pregunto con una voz suave, noto los nervios de la chica de ojos verdes.

--Buenas tardes, yo... bueno, soy compañera de Jennie y... venia a traerle los deberes de química... y ehhh... Andrea también... ¿Esta Andrea? –pregunto muy nerviosa, ya suponía quien era la mujer por el gran parecido con las chicas o al menos en las expresiones.

--Claro, pasa querida, ya le aviso a Andrea—dijo haciéndose a un lado para que entrara y examinando a Lisa con extrañeza, como si intentara reconocerla.

Lisa entro y quedo en la entrada con la mujer quien seguia viéndola, era muy hermosa y enseguida sus ojos se encontraron, ella sonrió.

--Es un gusto mi nombre es Naiby y tu debes ser... --pregunto extendiendo una mano que Lisa estrecho.

--El placer es mio me llamo...

--¡Cuñis! —grito Andrea desde la cocina mientras la saludaba, su rostro cubierto de harina.

Se escucharon unos pasos apresurados desde la sala y apareció Ella, sosteniendo el mando del play, sus ojos brillaron al ver a la ojiverde y salió corriendo para abrazarle.

--¡Nuggets!—dijo alegre mientras Lisa se inclinaba y la cargaba en sus brazos, la niña le rodeo el cuello y se abrazo a ella.

(Y el yeso se esfumo)

Luego mas ruidos desde el cuarto de arriba y al inicio de la escalera apareció una muy desarreglada Jennie, que parecía haber pegado una carrera, llevaba el pijama con su cabello revuelto y las mejillas rojas del cansancio.

--¡Lisa!—dijo sorprendida y sus ojos se abrieron al verla junto a su mama, no dijo nada.

--Wow parece que ya todos te conocen menos yo—dijo Naiby alegremente mientras veía divertida a sus tres hijas, luego quedo seria, procesando lo que acaba de escuchar, hasta que abrió los ojos y sonrio abiertamente --¿Tu eres Lisa?

--Eh... si, es un gusto—dijo sonriendo tímidamente, parecía saber de ella.

--Oh querida, al fin...

--¡MAMA! —reclamo Jennie alterada y la mujer mayor la miro con reproche.

--Nada de mama, ve a darte una ducha y a tomar una pastilla si quieres bajar. Estas muy enferma, no deberías salir de la cama—la miro con los brazos cruzados y la ojiverde estaba sorprendida, todas parecían clones una de las otras.

Rivales - Jenlisa -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora