Capitulo 21 - No cagarla como siempre

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Adrián

Era sábado por la tarde y Adrián se encontraba trabajando en el bar. A diferencia de otros sábados, ese fin de semana no tenía planes de salir por la noche ya que no libraba y además su hermana estaba de visita en Madrid solo hasta el lunes, y quería aprovechar el tiempo que tenía para pasar tiempo con ella.

Mientras servía una ronda de cervezas a un grupo de amigos, Adrián pensaba en lo mucho que le gustaría poder salir y divertirse como los demás, pero sabía que su trabajo era importante y necesitaba el dinero para poder pagar sus gastos.

Después de un rato, llegó su hermana al bar. Se sentó en una de las mesas y pidió un refresco. Adrián se acercó a saludarla y hablaron un rato sobre cómo estaban sus cosas. Su hermana le preguntó si tenía planes para esa noche, pero él le explicó que tenía que trabajar hasta tarde y que no podía salir.

Finalmente, llegó la hora de cerrar el bar y Adrián se despidió de su hermana. Mientras caminaba hacia casa, abrió su WhatsApp y vio que sus amigos le habían enviado un mensaje preguntándole si quería salir esa noche.

En un principio, tal y como le había dicho a su hermana iba a contestar que no, pero siguió leyendo la conversación y vio que hablaban de que habían visto una foto en el perfil de Instagram de Carmen en la que aparecía en un bar con música en directo.

Cuando abrió el Instagram de Carmen y vio la foto en sus historias, algo le hizo cambiar de opinión. Se quedó mirándola un rato, y ahí la vio, Ana con sus amigas. Por lo que decidió unirse a ellos. A pesar de que tenía que trabajar temprano al día siguiente, no quería perderse la oportunidad de pasar una noche con Ana.

Después de mandar un mensaje a sus amigos, se arregló y se dirigió al bar.

Al llegar, vio que Carmen estaba hablando con el cantante del grupo. Así que siguió mirando en busca de Ana. O sabía que tenía esa chica pero era un imán para él. Sabía que ella lo odiaba pero necesitaba hacerle cambiar de opinión, costara lo que costara.

Entonces la vio en la barra. Estaba más espectacular que en las fotos. El vestido negro que llevaba le sentaba como un guante. Sabía que ella también lo había visto, porque puso una cara de "tierra trágame" en cuanto miró hacia su dirección. Odiaba que esa fuera su reacción al verlo. Pero en qué se sentará iría a saludarla.

Ana cogió las copas y se dirigió hacia su mesa. Adrián no podía quitarle los ojos de encima. Una vez que la vio sentarse les dijo a sus amigos que iba a saludar a unas chicas que conocía.

– Ey chavales, ahora vengo que voy a saludar a unas que conozco – dijo Adrián.

– Vale tío, ya sabes, si son guapas diles que se vengan–dijo uno de sus amigos.

– Si claro, para que las espantes como siempre idiota– contestó Adrián y se levantó de su silla.

En cuanto vio que Ana se había dado cuenta de que iba hacia ella, vio otra vez esa mirada de querer evitar saludarlo. Odiaba como le hacía sentir eso. No le solía pasar muy a menudo. Normalmente era él el que huía de las chicas. Y aunque le costaba reconocerlo, también había una parte de su cuerpo que disfrutaba que se lo pusieran difícil.

Ya le quedaban pocos metros para llegar donde estaban sentadas, cuando oyó cómo alguien gritaba el nombre de Ana. Vio cómo ésta se giraba en la dirección de su amiga Carmen, y acto seguido se levantó y se dirigió hacia ahí. Pasó muy cerca de él, pero ni si quiera se digno en saludarlo. La cara de Ana mostraba alivio, mientras que la de Adrián, mostraba ira.

Curvas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora