Las dos queremos a Toni

Capítulo 19: "La cita de Heather"

Narra Cheryl

Esa tarde en la clase de Biología escribí a Toni una sencilla nota, que demostraba mi deseo de colaborar. Las cosas estaban saliendo de maravilla que deseaba tener la certeza de que continuarían así. Continuaba imaginando una crisis de último momento, y a Morgan frustrando el plan. Toni llamando a Heather con alguna excusa mentirosa, Heather destrozada.
Doblé la nota y la envié.

Toni
¡¡¡Heather está fascinada!!! Deberías haberla visto. Sé que ustedes la pasarán muy bien. ¿Necesitas ayuda con Morgan? Con mucho gusto lo acompañaré.
                                  Cher

Pocos minutos después volvió mi nota. Toni había escrito en el dorso del papel. Su caligrafía era perfecta.

Ch: Gracias, no. Jane ofreció cuidarlo. Conversé con M y prometió comportarse. Todo está bien.
Me alegro que Heather esté contenta.
Todavía te amo.

"Todavía te amo"
Leí mil veces esas palabras, pero no me volví. Estrujé la nota, después lo pensé mejor, la plegué con mucho cuidado y la guarde en mi anotador. Cuando sonó la campana e íbamos hacía la puerta, Toni y yo terminamos una al lado de la otra. Caminamos a la par.
Cuando llegamos a la puerta, nos separamos y cada una siguió su propio camino sin decir palabra.

                        *******

Esa noche Toni me llamó.

- Toni: ¿Estás segura de esto? -me preguntó de nuevo.

- Sí, estoy segura.

- Toni: ¿Crees que ella sabe a qué atenerse?

- No -dije-. Estoy segura de que no sabe. Y así tiene que continuar.

- Toni: Te amo Cheryl.

Esperé. Alcancé a oír el movimiento de la brisa en mi ventana y también la respiración regular de Toni.

- Yo también te amo -dije y después corté la llamada con una gran sonrisa en el rostro.

                           ******

La tarde del viernes Verónica y yo fuimos a casa de Heather. Dedicamos la mayor parte del tiempo a lo que Heather denominó como su propio desfile personal de interminables pruebas de ropas que usaría en su cita.

Se mostró perfectamente dispuesta a mostrarnos su cabeza. Una parte tenía una coloración rojiza, a causa de los rayos que le estaban aplicando; era como si hubiese sufrido una quemadura de sol. Los técnicos le habían marcado el cuero cabelludo con tinta púrpura para facilitar las aplicaciones.

Al fin nos decidimos por un pañuelo negro. Aconsejé que no usara falda (otra vez a causa de la motocicleta) y por lo tanto Heather optó por un par de vaqueros negros con un llamativo chaleco que Rosa le había regalado.

- Tenemos que irnos, Heather -le dije pocos minutos antes de la hora en que Toni debía llegar- Tenemos que vivir nuestra vida, vacía y sin citas.

- Heather: Quédense aquí -rogó- Quédense hasta que llegue.

- No -dije.

- Verónica: Vamos -suplicó- Podemos vivir a través de la experiencia de Heather.

- Vamos Verónica -La obligué, tomándola del brazo.

Heather nos acompañó hasta la puerta.

- Te ves hermosa -le dije.

- Verónica: Espectacular - coincidió -Nuestra pequeña Heather convertida en una mujer.

- ¿Sabes a dónde irán?