Narra Cheryl
Nadie podía visitar a Heather. Permaneció en terapia intensiva varios días. E incluso después de que la trasladaron a una sala común, Lauren dijo que las visitas podían fatigarla mucho. Reuní a todos nuestros amigos y le enviamos una enorme tarjeta de buenos deseos con un millón de firmas.
Después de la primera semana, Lauren permitió que Heather hablara de tanto en tanto por teléfono. Solía estar aturdida por los analgésicos y yo nunca sabía que decir. Era como hablar con alguien cuando el teléfono funciona mal.
En todo caso yo nunca le hablaba de Toni. Lo cual no significaba que hubiera mucho que decir. Desde el día en que ella en cierto modo me había invitado a salir, el tiempo había pasado y ya habían transcurrido varias semanas. Asistía a clases raras veces, tres días si dos días no. Yo no sabía muy bien como se las arreglaba, o por qué aún no la habían suspendido.
Cuando la veía, nos sonreíamos como si hubiéramos sido ex conocidos un tanto tímidos y a veces cambiábamos un saludo: Ey, ¿cómo te va? -Yo comenzaba a preguntarme si todo no había sido una alucinación. ¿Quizás ella no me había invitado? ¿Nunca había dicho que yo era hermosa?.
La primera semana reuní todo mi valor después de salir de una clase y le pregunté si aún deseaba ir al río Sweetwater. Me dijo que ese fin de semana no podía, tenía muchos compromisos, el trabajo y otras cosas; realmente lo lamentaba. Tenía la mirada inquieta como si supiera que estaba haciendo algo mal pero no podía evitarlo.
En otro momento, yo habría pensado meses enteros en el rechazo y me habría preguntado dónde estaba mi error. De todos modos, ahora que Heather estaba muy lejos, en un hospital, sometida a la radioterapia y por la razón que fuera por la que Toni no había podido no me pareció que importara mucho.
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Una luminosa tarde de sábado, tres semanas después del día que yo había recogido a Toni con mi coche, me encontraba en una de las reposeras junto a la piscina, leyendo, cuando escuché un sonido intenso, como de una cortadora de pasto sometida a una dieta de drogas.
Isabella vino corriendo a buscarme.
- Isabella: Seguramente a ti te parecerá tan increíble como a mi. - Dijo, recuperando el aire -pero aquí hay una chica que quiere hablarte.
Deje mi libro en la reposera y me puse algo para cubrir mi traje de baño.
- ¿Toni? -pregunté y casi me sofoco al pronunciar el nombre.
- Isabella: -asintió -¿Todo es lo que parece? -preguntó con los ojos bien abiertos -¿Saldrás con ella?.
- No. Nada de eso -me levanté y nos dirigiamos hacia la entrada-¿Qué le dijiste?.
- Isabella: Que vería si puedes recibirla, en vista de que últimamente tienes un programa social muy activo. A propósito la máquina en que llegó es realmente hermosa.
Tenía que cambiarme antes de recibirla. Traía mi traje de baño rojo y por encima un cubridor del mismo pero era algo transparente. Antes de que pudiera decidirme, Toni apareció por el costado de la casa mirando en nuestra dirección. Se había puesto unos vaqueros rotos en las rodillas, una remera oscura, su original chaqueta de cuero y sus anteojos oscuros. De todos modos, si el movimiento del pulso en mi cuello era un indicio, su apariencia resultaba realmente perfecta.
- Toni: Hola -dijo deteniendose y apoyandose en una pared mirándome de arriba a abajo - Creo que tenía que haberte llamado antes de venir, pero primero no tenía tu número y segundo... pues... sucedió que tengo la moto arreglada. Y bueno... quería decírselo a alguien -enganchó los pulgares en los bolsillos, mirando hacia otro lado con un leve sonrojo en las mejillas -Y entonces pensé en ti.
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Las dos queremos a Toni
Novela JuvenilAntoinette Topaz o Toni como todos la llaman es simpática y seductora.. su cara y físico espléndidos y sus ojos inteligentes atraen las miradas de todas las chicas. Cheryl Blossom se enamoró de ella sin remedio y cuando comprendió que ella también l...