Capítulo 21: "Al río... nuevamente"

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- ¿Realmente se siente bien? -pregunté.

Toni me miró con dureza.

- Toni: Hemos tenido muchas charlas y él prometió comportarse. Es un hombre inteligente.

- Heather me dijo que hubo cierto problema porque él volvió a salir.

- Toni: Dije que todo está bien - arrancó la motocicleta y el aire vibró con el sonido.

- Si necesitas ayuda...

- Toni: No lo creo.

Saludó con un gesto a Isabella y se alejó. Ella la vio partir, la cabeza inclinada, entrecerrando los ojos mientras la imagen de Toni se empequeñecía cada vez más.

- Isabella: No entiendo -dijo.

- ¿Qué?

- Isabella: La relación que tiene contigo y con Heather.

- Ya te lo dije Isabella. Ahora está con Heather.

- Isabella: Pero creí que te quería a ti-. Tenía la expresión de una persona que sabe que le están mintiendo, pero que no podía imaginar cómo lo hacían.

- Isabella, es... complicado-. Me senté en los peldaños del frente de la casa-. Mira, tú llegas a cierto punto en la vida y entonces, de pronto, todo se hace realmente complicado. A veces quisiera haberme mantenido siempre a la edad que tienes ahora.

- Isabella: Los diez años no es una edad muy interesante. Es más bien tonta. Una podría ser invisible.- Buscó la pelota de básquet que había caído entre los arbustos y comenzó a jugar con ella- ¿Crees que más adelante podremos volver a ver a Morgan y a los animales? -preguntó como de pasada.

- Quizás un día de estos. Pero no pronto.

Continuó jugando intensamente con la pelota.

- Isabella: Cher, en poco tiempo más tendremos ese encuentro, es parte de un gran torneo-. Me habló con voz neutra-. ¿Puedes venir? ¿Un sábado por la mañana?

- Por supuesto -le sonreí.

- Isabella: ¿De verdad? -preguntó con los ojos bien abiertos.

- Por supuesto Isabella.

- Isabella: ¿Quieres jugar un rato?

- No, tengo que terminar un trabajo -caminé hacia la puerta.

- Isabella: ¿Cher? -llamó e interrumpió su juego.

- ¿Sí?

- Isabella: ¿Cómo podemos volver a ver a Morgan?

- Es un poco...

- Isabella: Está bien, ya lo sé -se encogió de hombros y suspiró-. Es complicado.

*********

- Heather: Todo está en silencio.

Un viernes por la tarde, un par de semanas después, mientras paseábamos por el río. Se sentó en el banco de siempre.

- A éstas horas no hay mucho movilización por aquí -dije-. ¿Estás cansada?

- Heather: No, sólo un poco perezosa.

Últimamente había estado faltando a clases... Un día sí otro no. El tratamiento con rayos se había suspendido por el momento, pero ella continuaba cansada después de un día completo. Se la veía frágil. Comprendía por qué Rosa dedicaba sus días a sobrealimentar a Heather. Los huesos delicados de su cara era muy evidentes y sus ojos tenían una expresión perdida y aniñada.

Las dos queremos a ToniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora