Al día siguiente Heather regresó a clases. Después de un tiempo comenzamos a entender lo que era convivir con una persona enferma de cáncer. Sucede que es exactamente lo mismo que convivir con una persona sin cáncer.
Es decir, a menos que uno conozca el pronóstico y la persona en cuestión lo ignore. O tal vez lo sabe, pero uno teme a preguntar y ella no parece tener ninguna prisa por abordar el tema.
No era que Heather negase la realidad o cosa por el estilo. Hablamos muchísimas veces del miedo que sentíamos y de la incomodidad general que provenía de la enfermedad. Pero era un miedo en general, no el miedo concreto cuando uno corre peligro de morir.
Traté de conseguir que ella abriese su corazón; deseaba estar cerca cuando quisiera hablar. Hice los mayores esfuerzos posibles para descubrir lo que ella deseaba que yo dijese e hiciera, pero me pareció que en general lo que ella prefería sobre todo era ser sencillamente la Heather de siempre.
Aún no me había decidido a revelarle mi relación con Toni. Quería llegar a eso, lo intenté una docena de veces, pero después de la fiesta pareció tan enamorada de ella que sencillamente no tenía el valor de herirla. ¿A quién le importaba que ella me hubiese besado o que hubiéramos decidido ir a la misma fiesta del Día de los Enamorados? Exagerar la importancia de nuestra relación parecía mezquino y fuera de lugar, en presencia de todo lo que Heather estaba soportando.
La noche del jueves yo acababa de cortar la llamada con Heather, cuando sonó nuevamente el celular. Era Toni.
- Toni: Quiero asegurarme de que iremos a esa fiesta el sábado -dijo. Alcancé a percibir la timidez en su voz y su actitud me indujo a sonreír.
- Creo que no tendrás más remedio que aceptar -dije. -Ya compré un vestido.
- Toni: Magnífico. Excelente. Yo... me alegro de que no hayas cambiado la idea. Puede decirse que Morgan te obligó a entrar en esto.
Permanecí acostada en mi cama. Había algo misterioso en eso de hablar por teléfono con alguien. Era todo imaginación. No había ojos, ni labios, ni gestos. Todo estaba en la voz. Podría haber escuchado la noche entera la voz de Toni. Transmitía un suave apremio, como el viento que agitaba las palmeras frente a la ventana, como ese breve milagro del beso que habíamos compartido.
- ¿Cómo está Morgan? -pregunté.
- Toni: No muy bien. La semana fue difícil. Pero se arreglará. Lo tengo todo bajo control. Mi vecina Jane lo vigilará el sábado por la noche -hizo una pausa -Bien...
- Debo cortar -dije. -Toda la noche hablé por teléfono con Heather. Comienzo a sentir que estoy pegada al celular.
- Toni: Parece que ella está muy bien, en vista de las circunstancias. ¿Irá al baile?
Traté de ignorar la sensación de vacío en mi pecho.
- No, ojalá fuera -me aclaré la voz - Creo que Heather es tan atractiva que en cierto modo intimida a todos.
- Toni: Lo siento. Es una excelente chica.
Hubo una pausa.
- Tengo que cortar -repetí, aunque no deseaba adoptar esa actitud.
-Toni: Buenas noches -dijo en voz baja, con voz tan suave que apenas pude escucharla.
Dejé el celular en mi mesita de luz y suspiré. Tenía que decírselo. Sabía que debía decírselo.
Cuando llegó el viernes, yo ya estaba frenética. La fiesta del Día de los Enamorados era la noche siguiente. A la hora del almuerzo me decidí. Lo diría como a la pasada, un comentario casual. "A propósito... No lo creerás, pero fue una especie de milagro... En fin, iré al baile con Toni. No, a decir verdad no es una relación muy importante".
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Las dos queremos a Toni
Genç KurguAntoinette Topaz o Toni como todos la llaman es simpática y seductora.. su cara y físico espléndidos y sus ojos inteligentes atraen las miradas de todas las chicas. Cheryl Blossom se enamoró de ella sin remedio y cuando comprendió que ella también l...