Las dos queremos a Toni

Capítulo 14: "La confusión"

Narra Cheryl

Después de la enfermera de la escuela, la gente, la ambulancia y el caos, corrí hacia los casilleros para llamar a mi madre y preguntarle si podía llevarme al hospital. Los tipos de la ambulancia dijeron que era imposible que los acompañara. Y ese día mi madre me trajo a clases porque a mi auto se le tenía que hacer mantenimiento, genial el día no podía empeorar. Trataba de buscar dinero en efectivo en mi mochila para tomar un taxi cuando alguien me tocó el hombro.

- Toni: ¿Qué sucedió?.

- Creí que ya te habías marchado -dije, demasiado nerviosa para pensar en las flores que ella había enviado a Heather.

- Toni: Estaba saliendo cuando vi llegar la ambulancia. Un tipo del estacionamiento me dijo que se trataba de Heather.

- Se desmayó. Maldita sea, siempre tengo dinero en mi mochila...

- Toni: Podría llevarte al hospital.

- Muy bien, te lo agradeceré. -Dije.

Continuaba viendo el rostro muy pálido de Heather, que tenía el tono blanco azulado de la leche aguada.

- Se le cayó el pañuelo -dije con voz temblorosa. -Se le podía ver esa horrible cicatriz. Conseguí que le volviesen a cubrir la cabeza antes de que se la llevaran.

Toni me tomó del brazo y atravesamos de prisa el pasillo. Casi habíamos salido por la puerta cuando oí que alguien pronunciaba mi nombre. Imaginé que era uno de los porteros; pero se trataba de un alumno, un chico nervioso que sostenía en la mano un clavel blanco.

x: ¿Eres Dumbo? -preguntó.

- ¿Qué? -me hallaba desconcertada, luego pensé que era el "apodo cariñoso" que Steve le había puesto. -No, es mi amiga.

Me puso el clavel en la mano.

x: ¿Puedes entregarle esto? La distribución está completamente desordenada.

Examiné la tarjeta. Pertenecía a Steve.

- Toni: ¿Otro admirador secreto? -preguntó mientras caminabamos hacia su motocicleta.

Me puse el casco.

- ¿Por qué dices otro?

Toni me miró, un poco dolida.

- Toni: Las... ya sabes. Las flores.

Necesité un segundo, pero al fin comprendí.
Habían cambiado las flores. Maldición.
Y entonces sentí algo horrible: alivio. En realidad, las flores habían sido para mí. Y eso me alegró.

- Toni: Una simple palabra de agradecimiento será suficiente -dijo.

- Gracias -dije en un suspiro. -Pero, ¿por qué no pusiste mi nombre en la tarjeta?

- Toni: ¿Qué sucede, Cheryl?

- La culpa no es tuya Toni. Es mía. Vamos a ver a Heather, ¿quieres?

Mientras nos dirigíamos al hospital solamente pude pensar en la expresión gloriosamente feliz de Heather mientras aferraba el ramo.

Y ahora, ¿cómo podía decirle la verdad?
Cuando llegamos, Lauren y William ya estaban ahí.

- Lauren: Se siente bien, fue sencillamente que hizo demasiado en muy poco tiempo y es una reacción a causa de los medicamentos que está tomando. Sabía que no debía permitirle que regresara a sus clases.

- William: Ella insistió -le recuerda.

- ¿Podemos verla? -pregunté, mientras aspiraba los olores a desinfectante y a enfermedad.