Capítulo 21: El Reencuentro.

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La llegada de las otras escuelas a Hogwarts había sido un completo éxito, al igual que las presentaciones de las mismas.

Beauxbatons y Dumstrang habían dejado completamente impresionados a los presentes con sus bailes, pues las señoritas habían bailado con la elegancia que las caracterizaba, los chicos habían demostrado sus habilidades a base de piruetas, y por último los chicos de Ilvermorny habían demostrado sus habilidades.

Algunos alumnos habían llevado a sus mascotas las cuales eran criaturas mágicas, como Katherine quien había llevado a su cría de Wampus, otros sus habilidades con las Runas Antiguas y por último los alumnos que ya eran animagos.

– Ya quiero sentarme, estoy cansado – Murmuró un chico de Pukwudgie.

– ¿Podrías dejar de quejarte? – Ross lo miro molestia – Desde que llegamos no haz parado de quejarte –

– Tu no me dices que hacer – Dijo el azabache poniéndose frente al rubio – No eres mi superior como para que te haga caso – Lo tomo del saco y trato de sacudirlo, sin embargo no logro mover a Ross.

– ¿Quién te crees para hablarme de esa forma, imbecil? – Preguntó el rubio con molestia – Tu jefe de casa se enterara de esto, y menos cuarenta puntos para Pukwudgie –

– ¡No puedes hacer eso! –

– Claro que puede por que es prefecto – Dijo Katherine – Y el agredir a un prefecto te saldrá bastante caro – Sonrió falsamente – Menos treinta puntos –

Los alumnos de la casa Pukwudgie bufaron con molestia.

– Genial, espero que recuperes esos setenta puntos en lo que queda del año, tonto – Murmuró otro alumno de la misma casa.

Agilbert les hizo una señal a sus alumnos para que se sentarán en alguna de las cuatro mesas del comedor.

Todos comenzaron a esparcirse por todo el lugar a excepción de los cuatro Wampus, en la mesa que tenía decoraciones azules se encontraban las chicas de Beauxbatons, mientras que los de Dumstrang estaban sentados en la mesa con decoraciones verdes.

– ¿Donde nos sentamos? – Preguntó Dylan incómodo por las miradas de los alumnos.

– ¿Y si nos sentamos con tu primo? – Preguntó Alexis hacía Katherine quién inmediatamente negó.

– No, además ahí está Viktor y no es como que tenga muchas ganas de hablar con el – Sin embargo sus palabras quedaron en el aire, pues el mencionado se acerco a ellos.

– Hola, linda – Saludo el mayor.

– ¿Linda?, ¿Ahora si me pones atención? – En los ojos de la castaña se podía ver lo molesta que estaba.

– Prometo explicarte todo después – Prometió el azabache – Así que... Que tal si me das un beso de esos que me gustan y vamos a sentarnos –

Katherine suspiro pesadamente mientras acercaba su rostro para dejar un beso en la mejilla del chico, sin embargo este la conocía bien, así que movió su rostro de tal forma en que sus labios se juntarán.

Alexis se removió incomoda en su lugar al ver el beso.

Viktor tomó la mano de Katherine y caminaron hacía la mesa de color verde.

Una vez que Dumbledore vio que todos se encontraban sentados comenzó con un discurso y luego los alumnos de Hogwarts cantaron el himno de su escuela, haciendolos quedar en ridículo mientras que los alumnos de las otras escuelas se burlaban en sus idiomas natales.

Después de eso el director dijo que se hablaría sobre el torneo después de la cena.

[...]

La cena había transcurrido tranquila, hasta que Ludo Bagman y Barty Crouch Senior se levantaron de sus asientos para explicar lo del torneo de los tres magos.

– Si bien sabemos el nombre deja mucho por explicar – Comenzó a hablar Ludo Bagman – Pues al comienzo sólo debían ser tres participantes por escuela, pero tras la venida de Ilvermorny en mil novecientos noventa y tres en el partido de quidditch, todos quedamos impresionados con las habilidades de sus alumnos, y es por eso que decidimos invitarlos a participar en este torneo – El mayor giro su mirada hacía donde se encontraba el cuarteto de Wampus – Para que puedan demostrarnos de lo que son capaces –

– El torneo es solo para estudiantes mayores de diecisiete años, pero se hará una pequeña excepción para los estudiantes de Ilvermorny – Explicó el señor Crouch.

Alexis, Ross y Katherine no prestaban mucha atención, pues sus padres ya les habían explicado sobre el torneo, pero esto no pasa con Dylan pues el chico se encontraba emocionado por todo lo que escuchaba.

– ¿Oyeron eso?, ¡Podemos participar! – Soltó el castaño con alegría, pero no duro mucho pues las caras de sus amigos no demostraban el mismo sentimiento – ¿Están bien? –

– Si – Contestaron los tres.

– ¿No les emociona el torneo? – Preguntó desconcertado.

– Si pero eso ya lo sabíamos – Respondió Alexis sin importancia.

– ¿Cómo que ya lo sabían? –

– Nuestros padres nos lo dijeron en la Copa Mundial de Quidditch – Respondió Ross dándole un sorbo a su jugo de calabaza – Iugh, que asco – Hizo una mueca de asco.

– Son tres pruebas, Dylan – Hablo Katherine mientras comía su postre – Crouch hizo la excepción para nosotros cuatro por que nos quiere ver participar en el torneo –

La sonrisa de Dylan decayó – Bueno... Pero supongo que sería una buena experiencia, ¿No? –

– Claro, si quieres aumentar mil galeones a tu bóveda lo es – Respondió Alexis sin interés.

Al terminar el discurso sobre el torneo, el cáliz de fuego hizo su aparición mientras que los del ministerio explicaban que sólo tendrían hasta el 31 de Octubre para poner sus nombre en el cáliz.

– Pueden retirarse y tengan buena noche – Finalizó Dumbledore.

– ¿Dormiran en el auto? – Preguntó Viktor viendo a Katherine mientras tomaba su mano para salir del Gran Comedor – Por que por mi no hay problema si duermes conmigo – Le guiño el ojo.

– Ay, que lindo – Murmuró la chica con sarcasmo – Pero te recuerdo que estoy enojada contigo –

– Lo sé y te comprendo totalmente – La pareja se detuvo frente a la puerta del Comedor – Por eso me gustaría que mañana tuviéramos una cita, dejame que te explique las cosas – Pidió el chico.

Katherine lo pensó por unos segundos que para Viktor fueron como una eternidad – Bien, pero te recuerdo que no me gustan los lugares sucios – El azabache sonrió con autosuficiencia – Y más te vale que me des una buen explicación, por que de ella depende nuestra relación, ¿Entendido? –

Viktor asintió rápidamente – Entendido, amor – Colocó delicadamente su mano sobre la mejilla de la chica y la acerco a él para unir sus labios en un tierno y pequeño beso.

El Legado De Una Black... [Hermione Granger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora