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-Debes ir hermano, unas vacaciones te vienen muy bien, ve a Roma y aprende mucho sobre la comida, a papá le hubiera gustado que te actualizaras. El siempre lo hacía, no se por que tu te empeñas en seguir en el pasado - un hermano preocupado despedía a su pequeño hermano en el aeropuerto.

-No lo entenderías, tu eres un excelente abogado, que pasaría si te dijera que actualices los divorcios, o que modernices como meter a la cárcel a un asesino - el hermano menor rezongó un poco.

-Hay cosas que no deben ser cambiadas hermano, y hay otras que si, deberías intentarlo - el abogado respondió sabiamente.

-Te veré en una semana Taehyung - El menor tomó su maleta y entró al anden para abordar el avión que lo llevaría directo a Roma.

En el lado opuesto de esa sala, una mujer despedía a sus hijos...

-No se por que deben ir tan lejos solo para inscribirse en un tonto concurso, ¿Quién comerá toda mi comida? Jin promete que te alimentaras bien - la mujer dio un beso al mayor.

-Si madre, recolectaré muchas recetas para ti, para que sigas alimentandome y seguir siendo tan hermoso como lo soy ahora mismo - el hermano mayor se dejaba acariciar por la mujer que más amaba en el mundo.

-Tú Min Yoongi, si tu madre viviera estoy segura que aquí estuviera junto a mí protestando por qué se van tantos días - Ella besó también a ese joven que aunque no era su hijo biológico lo había criado desde los dos años cuando su mejor amiga enfermó y murió dejándole a ella su más preciado tesoro. - Por favor no tomes demasiado  no estaré para cuidarte.

-Prometo que no tomare una sola gota madre, hasta que regrese a tu lado - Tambien se dejó hacer, después de todo también era su madre.

-Y tu inconsciente mocoso, eres un niño, no puedo creer que de tu cabeza  salgan todos esos monos - Ella apretaba sus mejillas besándolas después. - no dejes a tus hermanos hacer tonterías - ella le dijo en secreto.

-No te preocupes madre, volveremos en una semana, y gracias a esos monos has podido lograr tu sueño. Amamos lo que haces madre lo sabes. - el pequeño genio de los videojuegos dijo a la única mujer que había en ese hogar.

Esos tres chicos viajarían en primera clase a Roma, ahí se llevaría a cabo la inscripción a un concurso mundial de videojuegos, pero debían primero demostrar ser dignos de poder entrar. Debían realizar en cinco días un novedoso juego, venderlo y comercializarlo.

Y claro está, era exactamente lo que hacían, el menor era la mente genial que se encargaba de crear los magníficos juegos, gracias a ello habían establecido una lucrativa compañía valuada ya en algunos millones de dólares, pero estaba estancada sólo en Corea y Japón.

Jin, el mayor, se encargaba de la publicidad y telemarketing. Y era excelente en eso. Además era un youtuber famoso por recomendar comidas de todo el mundo aunque no hubiera viajado tanto, se las arreglaba para conseguir esas comidas. Varios restaurantes y establecimientos  habían ganado popularidad después de que el los recomendara.

Y estaba Yoongi, el se encargaba de los contratos legales de compra venta, de buscar y encontrar al mejor postor. Y era magnífico en lo que hacía, el negocio de la familia se multiplicaba gracias a su inteligencia y buen juicio. Además el había sido el de la idea de hacer realidad el sueño de su madre, poner una pastelería ya que ella era una magnífica repostera. Y él mismo se encargaba de administrarlo y buscarle nuevos clientes.

Con sueños de entrar al concurso y tal vez ganarlo para poder internacionalizar la compañía, subieron al avión que los llevaría a la ciudad que lo haría posible... Roma.

Desde que llegaron fueron directamente a anotarse en la preinscripcion lo que les daría derecho a participar.

Algunos de los organizadores estaban impresionados con los videojuegos de ese chico en particular, esperaban de él un buen resultado en esos días que tenían para probar que era digno de entrar en el concurso real.

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