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-¿Felicitar al chef? - la hermosa joven preguntó - Claro, permitame avisarle... Volveré.

Ella entró a la cocina...

-La mesa cuatro quiere Felicitar al chef - dijo emocionada .

-Y donde está Jungkook - Rudolp preguntó.

-Fue por los panesillos y tardará, se fue a pie - uno de los cocineros dijo.

-Tendrá que salir chef - la chica dijo, debía salir ya, no podían esperar a que la caperucita coreana volviera con la canasta de panesillos.

-Iré, iré, pero le daré el crédito a Jungkook.-el chef acomodó un poco su ropa y salió dirigiéndose con la camarera a la mesa cuatro.

-Bella notte - saludo el chef.

El rubio se puso de pie, miró al hombre que cocino e hizo una reverencia.

-Muchas gracias por tan deliciosa comida - el joven coreano dijo ante la mirada atónita de ambos Romanos.

-Lo siento chico, soy el chef que cocina en este lugar pero hoy no he sido ti quien cocinó, fue un aprendiz que ha hecho tu platillo y se ha esmerado al máximo. - el chef respondió haciendo reverencia también.

-Y ese aprendiz ¿no está para poder agradecerle apropiadamente? - preguntó el chico de los videojuegos.

-Ha tenido que irse de emergencia por eso he venido en su lugar, pero le aseguro que cuando vuelva a venir, le haré saber que comida le ha gustado - el chef informo a su comensal.

-Esque no me ha gustado....

-¿A no? - Decepcionado preguntó Rudolp.

-No... Me ha encantado, estoy extasiado, ame cada bocado, disfrute cada ingrediente ahí puesto. Esa no fue una comida cualquiera, es el arte culinario de muy placentero sabor. Llegó a mi boca y se expandió por el cuerpo, corazón y cerebro. - el rubio aduló la comida que tubo a bien disfrutar en ese lugar. - ¿podría al menos saber el nombre de aprendiz?

-Por supuesto, su nombre es......

Un aparatoso ruido se escuchó en la cocina...

-Discúlpeme - articuló el chef y se fue directo a la cocina.

Un poco preocupado, Jimin entendió, volvió a su asiento y terminó de beber su copa, la última de la botella que le dejaron cuando llegó. Pagó la cuenta y salió del restaurante.

Los rayos del sol habían muerto ya hacia algunas horas. La oscuridad mezclada con las luces de la ciudad, la embriaguez del vino tinto consumido y la hipnosis que aún sentía por la deliciosa comida hacían que el rubio viera a ese sueño por todas partes.

Una pareja tomada de la mano, llevaba la cara sonriente de dientes blancos y prominentes.

Un joven en bicicleta con muchas flores en su cesto, también tenía su cara. El vendedor de recuerdos era su Jungkook. El café frente al restaurante estaba lleno de ellos, todos con la misma cara.

"Oh por dios, así se sentirá el amor"

Pensó sacudiendo la cabeza.

"No, estoy ebrio y es lo primero que viene a mi mente"

"pararé un taxi"

Estuvo algunos minutos tratando de que alguno le diera servicio pero todos iban ocupados. Mientras seguía viendo la cara de ese sueño en cualquier chico que pasara.

Al fin un taxi parecía que se detendría, Jimin vio caminar por la acera un joven con una canasta repleta de panesillos, y obviamente tenía la cara de ese sueño.

EL AMOR SOÑADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora