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-Oh ¿Me buscabas? - el hermoso rubio de los videojuegos preguntó coqueto.

-Siempre - respondió el chef.

-Estamos juntos en el cielo - el rubio le dijo mostrando la ventanilla... Las nubes embellecian el camino, si pudieran sacar sus manos y palpar la suavidad descubrirán algo divino seguramente.

-Pronto estaremos en el cielo de verdad - respondió el chef - ¿Puedo besarte? - sin ningún tipo de timidez pregunto el chef.

-Hazlo - el rubio cerró los ojos y flexionó su cabeza ligeramente hacia atraz.

Jungkook fue acercándose de a poco, los pequeños ojos de ese rubio se veían cada vez más grandes por la cercanía, sentir su aroma fue arrasador, milímetros faltaban para llegar a su meta; esos rosados labios abultados.

Y vaya que lo hizo, y cada pensamiento que habían tenido sobre el otro se volvió más intenso, Jimin por primera vez en su vida sintió el amor, ese amor desinteresado que sólo había visto el las películas, ese amor puro y tierno del que no puedes huir. Todo eso en un beso.

Un beso que duró tanto tiempo que no importo dejar de respirar por un segundo, un beso largo y tierno,un primer beso cargado de promesas en silencio, un beso que indicaba el nacimiento de un amor verdadero.

Verdaderamente estaban en el cielo, no sólo entre nubes de algodón y vientos celestiales, estaban en el cielo de las emociones fantásticas en el calor de ese bendito beso.

Tanta era su emoción que sentir una turbulencia no fue algo que hicieran al principio, creyeron que era su enamoramiento recorriendo su cuerpo. Pero la realidad es que tanto sacudirse del avión los hizo volver al avión. El cielo ahora parecía lejano.

*Por favor vuelvan a sus asientos y abrochen sus cinturones, después de esta turbulencia aterrizaremos *

Los asientos seguían vacíos, la ausencia de pasajeros era extraña, Jimin creyó que tal vez eran pocos y los acomodaron en una misma sala, como el dormía seguramente alguna sobrecargo volvería a indicarles que hacer.

Pasaron los minutos y eso no pasó.

La turbulencia cesó, ellos habían decidido sentarse juntos, y Jungkook sostenía la mano de ese pequeño rubio que había ocupado su pensamiento durante tantos días.

Después de esos movimientos bruscos del avión, ahora era todo calma, seguían flotando en las nubes, y una música relajaba sus almas, el latir de sus corazones componía tan suculentas notas.

-Jimin, sigue siendo un sueño ¿cierto? - Jungkook preguntó con tristeza. - Jimin, Jimin.... - el rubio no respondía, tenía sus ojos cerrados en Santa calma.

Jungkook comenzó a desesperarse, algo le pasaba en realidad, ¿de verdad era un sueño? ¿No lo era? Bruscamente comenzó a moverlo otra vez.....

-Jimin, Jimin ¿Estas bien?...

Una sobrecargo jaló al chef hacia atraz, como una escena surrealista logró ver a su chico aún en el país de los sueños pero cada vez más lejano.

-Debe bajar ahora - la dama le dijo molesta.

Jungkook abrió sus ojos y se levantó de prisa.

-Si era un sueño - Se dijo a su mismo moviendo la cabeza en señal de desaprobación.

Bajo de prisa del avión, tal vez ese rubio venía en el mismo aparato, podría encontrarlo entre la gente.

-Déjelo dormir un poco más - dijo el piloto. - cuando termine aquí, yo mismo lo despertaré.

EL AMOR SOÑADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora