O55

1.9K 224 38
                                        

-Roier, ¿Tienes todo?

Ese día se irían rumbo al campamento que tanto había insistido Spreen, hasta que convenció a los padres de Roier, con algo de ayuda de sus amigos y el mismo director de su escuela, quien con toda su carisma había logrado que la mujer aceptará dejar a su hijo (lo que resultó en la parte más difícil).

Roier sólo asintió, ya cansado de responder esa pregunta por al menos quinta vez.

-¡Roi!- Hablo Spreen, haciendo que los dos lo mirarán - te olvidas de algo.

-¡Te lo dije, niño! ¿Que harías si Spreen no se acordará de-?

-No me diste mi besito de buenos días - Spreen hizo un mohín.

La mujer empezó a reír a carcajadas y Roier se puso muy rojo, frunció el ceño con ganas, su madre no tenía que saber (o ver) los besitos matutinos de ambos.

Viendo que Roier no tenía intenciones de responder a sus demandas, Spreen lo atacó con cosquillas, y por más que el mudo lo golpeó para que se alejara, el rubio no le hizo caso.

Luego de un rato, se detuvo.

- Ahora me darás mi besito?

Roier lo miro completamente enojado, levantándose del sillón, comenzó a caminar hacia su cuarto.

Spreen se apresuró en ir hacia él, atrapando su cintura en su brazo cuando apenas había llegado al primer escalón, rumbo hacia el primer piso.

- Bien, roo, lo siento- el chico mudo no dió señale de siquiera verlo-. No te gustan las cosquillas.

Roier negó, reafirmando lo que había dicho su novio.

- No te haré más cosquillas de nuevo, ¿Me perdonas?- por más que no lo pudo ver, Spreen hizo un puchero.

Roier se volteo para mirarlo con algo de diversión en sus ojos, Spreen no se separó del abrazo.

El escalón hacia que tuviera que ver hacia bajo, por primera vez, Roier se sintió más alto.

Con una sonrisa, el mudo se inclino a él para besarlo, con lentitud, con movimientos suaves y llenos de amor.

Las pequeñas manos de Roier fueron hacia las mejillas de Spreen, acariciandolas, provocando una sonrisa en el rubio.

Una repentina luz los hizo separarse, cortando (arruinando) todo su beso

¡Mierda!- la madre de Roier insultó sin querer-. Tenía activado el flash.

 Tenía activado el flash

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
mute ‹ ( sproier ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora