O54

1.6K 211 12
                                    

Roier continuó avergonzado por lo ocurrido, pero teniendo a Spreen junto a él las veinticuatro horas, sonriéndole, robándole besos y abrazándolo mientras le decía que no tenía porqué sentir vergüenza, dejó de pensar en eso poco tiempo después.

Spreen estaba tomando lecciones de lenguaje de señas con la madre de Roier, con menos regularidad de cuando quiso declararse con señas, pero ahora que vivía bajo el mismo techo que su maestra podía tomar lecciones diarias, siempre y cuando ella no tuviera nada que hacer.

Roier solía acompañarlos, pero, según su madre, distraía mucho a Spreen cuando esté debería estar aprendiendo, así que lo mandaba a su cuarto, a que hiciera la tarea o algo.

Roier, lejos de ofenderse o sentirse mal por eso, le hacía caso, aunque Spreen le lanzaba besos conforme iba subiendo las escaleras hacia su dormitorio, haciéndolo reír.

-Lo primero que haces mal Spreenie, es que memorizas las señas-dijo la mujer -No tienes que hacer eso, debes pensar con ellas, así, por cualquier cosa que quieras decir, tendrás una seña automática, igual que cuando quieras entender lo que dice Roier.

Spreen siempre le hacía caso a todo lo que la mujer le decía, y se estaba esforzando en serio para aprender, aunque todavía no lograba seguir un conversación con Roier,
y el chico seguía escribiendo, ya sea en el cuaderno, o en el celular, para hablar con él, pero podía captura señas para preguntar, saludar o despedirse, podía presentarse, pedir perdón y dar las gracias, y unas cuantas frases y cosas particulares.

Todo muy básico para Roier.

Solía mostrarle a luzu lo que había aprendido, y el castaño aprendía los gestos más rápido que él, lo que hacía que no tuviera ganas de contarle nada.

-Creí que con dieciocho años no serías tan infantil como para enojarte por eso, le dijo Luzu cuando Spreen se negó a enseñarle señas.

El rubio sólo lo miró con el ceño fruncido.

-¡Vamos, Spreenieee! - luzu lo sacudió hasta que el otro lo golpeó para que se quedará quieto-. Como si te fuera a robar a Roier hablando en señas o algo, sólo quiero aprender cosas nuevas.

Spreen sabía que Luzu no lo hacía con esa intención, pero sólo estaba molestó porque el chico aprendía más rápido que él.

- A demás, Vegetta nos invitó a un campamento con personas de necesidades especiales, si llega a haber alguien que es sordo no podré ser su amigo si no aprendo señas- Luzu hizo un puchero.

¿Que Vegetta qué?- preguntó Spreen-¿Por qué te invito a ti a ese lugar?, eres especial pero no tanto.

Luzu lo golpeó, aunque Spreen sólo rió.

Invito a Quackity en realidad, pero le dije que también iría- explico-. Dile a Roier que vaya así vienes también.

Spreen asintió, interesado.

- ¿Porque Vegetta sabría de ese campamento?.

Luzu se encogió de hombros.

- Creo que es parte de una organización para personas así - Explicó-. Trabaja mucho con la inclusión de las escuelas, tiene un proyecto de eso, por eso quackity viene aquí. o eso me explico.

Spreen asintió.

- iré a molestar a Vegetta para ir- hablo con una sonrisa, caminando hacia la dirección.

No había hecho ni diez metros cuando Luzu volvió a aparecer a su lado.

- ¿Alguien dijo molestar?


mute ‹ ( sproier ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora