Capítulo dos

1.7K 127 27
                                    

Sally

Ash. Ash. Ash. Ash. Era todo en lo que podía pensar. Ella volvería después de bastante. Quería verla, la extrañaba, el grupo no estaba completo sin ella. Todavía recordaba las tardes en las que nos pasábamos pintando sus dibujos. Era una muy buena maestra de artes. Todavía guardaba la libreta que me había regalado cuando se fue. La había extrañado mucho, a pesar de hablar de vez en cuando por mensajes, me hacía falta tenerla cara a cara de nuevo. Pensé en lo que me había dicho Larry durante el desayuno, podría ser mi oportunidad para decirle lo que sentía, tal vez besarla. Quería tener una relación como la de Todd y Neil, salían desde la escuela y no se habían separado desde entonces. Quería sentir lo mismo que ellos. Guardé algo de ropa en una mochila y salí del cuarto, en la sala me esperaba Larry sentado en el sofá mirando su celular. A sus pies, tenía una mochila llena de ropa como la mía. En cuanto me vio, se levantó y me hizo una seña para que saliéramos. Por suerte, el lugar donde nos mudaríamos no estaba muy lejos, solo teníamos que cruzar la calle para llegar. Larry no quería alejarse demasiado de Lisa. Me colgué la mochila al hombro y salí seguido por él. Caminamos por la acera en un silencio extraño; él no solía guardar silencio por demasiado tiempo, menos conmigo. Pensé que podría estar nervioso por el cambio.

Al llegar a la que iba a ser nuestra nueva casa, él cambió, era el mismo Larry de siempre frente a Todd y Neil, como si no le pasara absolutamente nada. Los dos nos guiaron hasta la que iba a ser nuestra habitación. La residencia contaba con solo dos habitaciones, la principal la ocupaban ellos, mientras nosotros usábamos la otra. Estaba prácticamente vacía, salvo por un par de camas pegadas a cada pared, una frente a la otra, y una pequeña cómoda a los pies de una. En el espacio entre las camas había una ventana.

—Así que, aquí empezaremos nuestra nueva vida, Sally.

Asentí volteando a mirarlo, él me sonrió y se adentró en la habitación. Decidimos quién se quedaría con cual cama. Después, desempacamos las pocas cosas que traíamos. Íbamos a quedarnos unos pocos días para habituarnos al lugar y traer lentamente nuestras cosas. Me tiré en mi nueva cama, al menos era más cómoda que la que tenía en la casa de Larry. Cerré los ojos unos instantes, no podía esperar por empezar la vida de universitario, vivir con mis amigos y decirle a Ash lo que sentía por ella. Esperaba lograr que fuera mi novia. Cerré los ojos unos instantes poniendo mi antebrazo sobre la frente.

—No vuelvas a moverte, Sally.

Me giré para mirarlo por instinto, él resopló frunciendo ligeramente el ceño. Tenía su libreta de dibujo entre las manos y me miraba alternativamente. Sonreí sabiendo que no podía verme mientras me acomodaba como estaba. Me quedé así por largo rato, escuchando el lápiz desgastarse contra el papel. Larry le gustaba bastante dibujarme, aunque no hiciera nada importante, incluso cuando no estaba en casa lo hacía. Todd se burlaba diciendo que yo era su musa, tal vez era verdad, tenía demasiados dibujos de mí en su cuaderno. Cuando terminó, me llamó para enseñármelo. Era el mejor alumno de Ash. A diferencia de mí, él sí había sido capaz de aprender de ella. Cerró el cuaderno, lo dejó sobre la cama, sacó un cigarrillo y se lo llevó a la boca.

—¿Quieres? —Me extendió la cajetilla.

—Fumaré del tuyo.

—Nunca fumas uno solo.

Le dio una calada antes de pasarme el cigarrillo.

—No me creo capaz de terminármelo.

Me desabroché la máscara y la moví para poder inhalar el cigarrillo. Él se sentó junto a mí en la cama, me terminó de quitar la máscara y me miró, le devolví la mirada esperando que hiciera algo, pero no se movió, solo se quedó mirándome hasta que le devolví el cigarrillo. Últimamente Larry actuaba muy raro, se quedaba observándome sin decir una sola palabra. Solté el humo lentamente, mientras él se recostaba contra la pared. Puse mis piernas encima de las suyas como de costumbre recibiendo de vuelta el cigarrillo.

—¿Decoraremos como tenías en tu cuarto? —pregunté.

—¿Quieres que lo hagamos? Planeaba traer mis posters de todas maneras. —Sonrió—. Definitivamente necesitamos decorar bien este cuarto.

—Tengo ganas de colgar algunos de los cuadros de Ash.

Su rostro se transformó por un instante cuando la nombré. Me pregunté qué le sucedía, ella era nuestra amiga y no la veíamos hacía una eternidad. ¿Había sucedido algo que no supiera? Recordaba ver a Larry llorar cuando se fue, ¿por qué ahora parecía molestarle que volviera? El cigarrillo, casi consumido hasta la colilla, volvió a mí. Él se levantó y fue hasta su mochila, rebuscó un poco antes de volver conmigo sosteniendo un cenicero, que me extendió para que apagara la colilla. Así hice. Después me senté arreglando mi máscara en su lugar. Iba a preguntarle qué le sucedía, pero Todd irrumpió en el cuarto ofreciéndonos su ayuda y la de Neil para hacer la mudanza más rápido.

**

Muy buenas~ acá traigo el segundo capítulo. Tengo muchas ganas de saber qué les parece, estoy adelantando capítulos porque tengo unas cuantas cosas que hacer de la universidad, por ello, no puedo ver los comentarios normalmente, pero me muero por saber qué piensan. Si les está gustando, por favor voten, comenten y compartan, todo apoyo se les agradece muchísimo.  

Detrás de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora