Capítulo catorce

1.3K 109 19
                                    

Sally

Larry me miró con una sonrisita en los labios, se veía contento desde que le dije lo que me estaba pasando. Le di otro beso corto antes de girarme al televisor de nuevo, Gizmo maulló molesto por mi culpa, pero volvió a ronronear cuando lo acaricié. Sentí el brazo de Larry rodearme la cintura y apretarme contra su cuerpo. No era la primera vez que estábamos así, pero tenía otro sabor, sentía el corazón latirme con fuerza en el pecho. ¿Cuánto iban a cambiar las cosas? Antes, cuando él me abrazaba, no sentía esta sensación de vértigo, lo veía como mi mejor amigo, como esa persona que me acompañaría sin importar cuáles fueran las circunstancias. Ahora las cosas habían cambiado, seguiría siendo esa persona, pero también hacía que mi corazón quisiera salírseme del pecho, que tuviera dudas de lo que sentía por él. Me arropé y llevé mi mano a la suya entrelazando nuestros dedos. Me sentía como cuando conocí a Ash, cuando me di cuenta que ella no me rechazaba por mi rostro deformado, había sido la primera chica en no verme como un monstruo.

—Oye, Sally, ¿cómo deberíamos actuar frente a los demás?

—¿A qué te refieres?

—Si debemos actuar como amigos o como algo más. No quiero que te sientas presionado a actuar de ninguna manera en particular.

—¿Y si actuamos como nos de la gana? Siempre lo hemos hecho sin importarnos qué pensaran los demás. —Me giré para mirarlo de nuevo—. Deja de preocuparte por esto, Larry, sabes que contigo estoy cómodo.

Le acaricié la mejilla recibiendo una sonrisita por su parte. Nos quedamos así, en silencio, mirándonos el uno al otro, prácticamente pegados. Era perfecto, al menos hasta que Neil y Todd llegaron. De verdad esperaba que nos dejaran una noche solos, pero, por sus caras, era evidente que la fiesta no había sido la gran cosa. Sabía que, por sus expresiones, habría miles de burlas pasándose por sus cabezas. Nos saludaron con la mano antes de desaparecer en las escaleras. Los podía escuchar murmurar cosas y reír, probablemente de nosotros.

—Al menos no empezaron ahora.

—Mañana no vamos a escaparnos de las preguntas, lo sabes.

—Prefiero que me molesten por esto ahora que estamos juntos... O casi juntos.

—Solo "juntos" me gusta más —le sonreí—. Estamos juntos, Larry.

—Juntos.

Repitió como si no se lo creyera, sonrió y me abrazó con cierta fuerza. Correspondí acomodando la cabeza en su pecho. Cerré los ojos sin ganas de separarme de él. Sentí su mano pasar por mi cabello, enredando sus dedos y jugueteando con él.

***

Desperté por culpa de la luz de la mañana. Abrí los ojos percatándome que estaba en nuestra habitación a pesar de la molestia que me causaba la claridad. Parpadeé un par de veces para acostumbrarme, después me giré a Larry, que dormía a mi lado con un brazo sobre mi cintura. Unos mechones de cabello le cubrían el rostro, pero todavía podía ver su expresión tranquila. Sonreí como si fuera la primera vez que lo veía así, aunque, de alguna manera, era la primera vez que lo veía con otros ojos. Aparté los mechones de cabello con suavidad antes de acariciarle la mejilla. Estaba profundamente dormido, no se levantaría hasta dentro de unas cuantas horas. Aparté su brazo con cuidado y me levanté para salir de la habitación, caminé hasta el baño, me metí y me aseé. Busqué mi máscara, Larry me había llevado al cuarto sin ella, estaba seguro que estaría en el sofá, donde me había quedado dormido. Estaba allí, en el brazo del sofá, junto a la manta que habíamos usado anoche y de la que Gizmo se había adueñado para dormir. Lo llamé recibiendo un maullido somnoliento, ni siquiera abrió sus ojos para mirarme. Supuse que no querría comer todavía. Fui hasta la cocina y preparé el desayuno para los cuatro, aunque no tenía idea si Todd y Neil estaban en su habitación.

—Buen día, Sally Face.

Escuché la voz adormilada de Larry sintiendo sus brazos rodear mi cintura. Sonreí sin girarme a verlo.

—¿Así va a ser de ahora en adelante?

—¿No te gusta?

—Es raro, pero quiero acostumbrarme a esto.

Como respuesta, recibí un beso en el cuello haciendo que me estremeciera. Él se separó de mí para pararse contra la mesada. No me había dado cuenta que tenía en la mano su cajetilla de cigarrillos, sacó uno, lo encendió y le dio una calada antes de ofrecérmelo. Desabroché mi máscara, él la quitó para poner el cigarrillo en mi boca. Inhalé separándome para soltar el humo y terminar el desayuno. Serví lo que comeríamos nosotros mientras Larry preparaba el café. Me senté en la mesa y lo esperé hasta que se sentó con su taza de café en una mano y el cigarrillo en la otra. Desayunamos conversando como siempre. Me sentía relajado por primera vez desde que en mi cabeza no había más que una maraña de pensamientos que no me dejaban entender qué era lo que me sucedía. 

**

Muy buenas~ acá traigo el nuevo capítulo. Sé que pasé un tiempo larguito en subir capítulo, discúlpenme, de verdad, mi vida es un poco un caos ahora mismo. Estoy buscando departamento y preparando una mudanza, el tiempo se escurre entre los dedos y con el trabajo apenas tengo tiempo para descansar y estar bien mentalmente para escribir. Me tomé un par de días para escribir este capítulo para traérselo lo antes posible. No voy a dejar el fanfic sin terminar, pero se subirá de forma espaciada. Si les está gustando, por favor voten, comenten y compartan, todo apoyo se les agradece muchísimo. 

Detrás de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora