Capítulo trece

1.4K 109 85
                                    

Larry

Que Sally dijera que el beso que nos dimos le había gustado me dejaría idiota toda la semana. Podía esperar cualquier cosa, menos eso. Lo miré por fin sin poder sacarme la sonrisa de la cara. Se veía nervioso, lo sentía temblar un poco. Me parecía el chico más tierno en el mundo ahora mismo. No me detuve en ello como me hubiera gustado, un pensamiento pasó por mi cabeza: Ash. Él había estado enamorado desde siempre de ella, no podía pasar por alto que, probablemente, Sally estuviera confundido. Respiré profundo volviéndome al lago.

—¿Y qué hay de Ash, Sally?

—¿Qué sucede con ella?

—Has estado enamorado de ella desde que éramos niños, ¿qué ha sucedido de repente?

El silencio reinó entre nosotros por unos segundos.

—Es lo que me pregunto desde que nos besamos, no entiendo qué es lo que me sucede, Larry. —Me volví a él recibiendo su mirada de desconcierto—. La he cagado, ¿verdad?

—No es eso. —Solté un pequeño suspiro—. Creo que he estado enamorado de ti el mismo tiempo que tú de Ash. No quiero terminar con el corazón roto.

—Entiendo...

—¿Te gustaría que probáramos?

—¿Probar?

—Sí, podríamos actuar como novios sin serlo. Así, tal vez, tu cabeza se aclare un poco y descubras si te gusto de verdad o no.

—¿Estás seguro?

—No tienes por qué enamorarte de mí al final, tendré eso en mente y te seguiré viendo como mi amigo, el que siempre has sido. ¿Qué dices, Sal?

—Está bien.

El silencio volvió a apoderarse de la escena, pero era distinto esta vez. El nerviosismo en Sally parecía haber desaparecido. Se acurrucó contra mí como solía hacer, dejándome abrazarlo con cierta fuerza.

—Oye —dijo—, ¿puedo besarte?

Levantó la mirada hacia mí. Había esperado demasiado tiempo para escucharlo decir algo así. Había creado miles de películas en mi cabeza donde terminábamos besándonos. Ahora era real, me lo estaba pidiendo de verdad, o al menos eso esperaba, no quería despertar de este sueño. No le contesté, tomé su mentón y lo besé sin siquiera pensarlo. Sentí sus dedos deslizarse en una suave caricia sobre mi mejilla. Se separó unos instantes después, apenas lo suficiente para poder mirarnos.

—¿Estás bien? —pregunté.

—Demasiado...

Volvió a besarme, ahora con más decisión, cruzando sus brazos alrededor de mi cuello. Los míos rodearon su cintura, presionándolo contra mi cuerpo. Sus labios eran tan dulces y suaves, no quería separarme de él nunca. Nos separamos de nuevo después de lo que, para mí, fueron segundos. Miré sus labios todavía con ganas de besarlo todo lo que me quedaba de vida, pero él no hizo más que mirarme fijamente y pasar su pulgar por mis labios como si intentara reconocerlos, como si no creyera que yo era real y que estuviera con él. Le sonreí antes de besar su palma.

—Deberíamos volver, Todd y Neil deben estar preocupados.

—¿Lo dices en serio, Sally? —Solté una risita—. Estoy seguro que saben que algo estamos haciendo. Aunque no creo que quieran que solo nos besemos.

—No preguntaré qué quisieran ellos que hiciéramos.

Nos reímos.

—¿Quieres volver?

—Sí... Empiezo a sentir algo de frío y no me vendría para nada mal meterme en la cama contigo.

Sonreí un poco embobado, me gustaba esta nueva faceta. Las cosas no cambiarían demasiado ahora, siempre habíamos dormido juntos y abrazados, pero ahora sabía que no nos quedaríamos solo en eso, que había una posibilidad de convertirme en su novio. Nos dimos un último beso, nos separamos y nos levantamos mientras él se ponía la máscara. Nos encaminamos a casa hablando tranquilamente. Parecía que las cosas entre nosotros se habían relajado de nuevo. Al fin podríamos disfrutar de nuestra compañía sin problemas; sin secretos de por medio. Cuando llegamos, todo estaba apagado, Todd y Neil se habían ido a una fiesta en casa de CJ. Decidimos dejar la sala a oscuras, traer una manta, poner una película y acostarnos en el sofá. Gizmo no tardó en subirse al sofá con nosotros y acurrucarse contra Sally. La concentración en la película me duró poco, solamente podía mirarlo a él, que me daba la espalda. Seguía sin poder creer que todo esto fuera real, que Sally estuviera tan pegado a mí, que pudiera besarlo cuando quisiera y que él lo hiciera también. Desabroché su máscara y la retiré, no pareció importarle demasiado, o bien, la película le resultaba bastante interesante. Besé su hombro y su cuello hasta llegar a su mejilla haciendo que se girara para mirarme. Una sonrisita le curvó los labios.

—¿Qué sucede? —preguntó.

—Siento como si todo esto fuera un sueño.

—Para mí también lo es. Tuve miedo que pensaras que estaba jugando contigo. Después de lo que pasó cuando te me declaraste.

—Lo hubiera pensado si no te conociera desde que somos niños, Sally. Sé perfectamente qué tipo de persona eres.

Nos quedamos en silencio, mirándonos y sonriéndonos como una pareja de una película. Pasé mi mano por su mejilla antes de llevarla hasta su nuca y atraerlo a mí para besarlo. Por fin tenía lo que había fantaseado más de una vez. 

**

Muy buenas~ acá traigo el nuevo capítulo. ¿Cómo creen que seguirán las cosas de ahora en adelante? ¿Creen que Sally va a darse cuenta que realmente le gusta su amigo? Tengo muchas ganas de leer qué piensan. Si les está gustando, por favor voten, comenten y compartan, todo apoyo se les agradece muchísimo. 

Detrás de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora