— Eso es todo lo pendiente hasta ahora — Una mujer, con cara de pocos amigos, hojeaba la última hoja de su reporte, para luego mirar a la espera de órdenes de su Jefa de semblante agotado y cabellos blancos.Lily volvió al trabajo al día siguiente, encontrándose con el hecho de que un degenerado imbécil entró en la empresa bajo la vigilancia de los guardias de seguridad con el pretexto de que tenía una reunión pendiente, se dijo a si misma que debía formar nuevamente al cuerpo de seguridad para que no volvieran a comentar el mismo error.
Pero esa no era la causa de su agotamiento, claro que no.
Porque cierta pelinegra estuvo inquieta toda la noche, sin poder dormir, luchando contra si misma y contra lo que se le parase enfrente.
Miro hacia su escritorio, los perfiles de diferentes personas con las que su amiga podría pasar una de las etapas más agresivas de su casta yacían ahí, para su desgracia, ninguno fue del agrado de Merlina.
Luego de conseguir un hogar para Merlina, y asegurarse de llevar todas las pertenencias de la morena a su nuevo hospedaje, lo único que la tenía algo angustiada era el hecho de que aún no conseguía a las personas que tomarían el papel de “Sacrificio” en la ofrenda a la lujuria de la Delta.
Sobre su escritorio, una caja pequeña con algunos collares de seguridad.
Pensar en que Merlina podría entrar en celo esa noche la tenía aún más inquieta.
— ¿Jefa? — Aquella mujer seguía de pie frente a ella, esperando una respuesta, Lily se dejó ser, despejando su mente del caso de Merlina, pues ahora mismo tenía problemas más grandes que atender.
Se puso de pie, saliendo de su oficina con la mujer siguiéndola de cerca a pasos apresurados, pues Lily era más alta, atravesando el pasillo directo hacia el ascensor, el cual se cerró, dejando al último piso de la empresa completamente vacío.
Sin guardias, sin secretarias gruñonas, sin la Jefa suprema en su oficina, todo en absoluto silencio.
Hasta que la puerta de mantenimiento se abrió, dejando ver tres cabezas a través del portal, una rubia y dos pelinegras.
— ¿Ya se fue? — Preguntó Alexey quien luchaba por no sentarse encima de un cubo de agua en el lugar, ya que era pequeño, y a duras penas cabían los tres.
— Eso parece — Le confirmo Yoko, quien parecía más fastidiada que los otros dos.
Los tres salieron, mirando hacia todos lados luego de cerrar la puerta del almacén de mantenimiento y asegurarse por décima vez que no había nadie en el piso.
— Andando — Enid camino decidida hasta la oficina de Lily, girando el picaporte y entrando en el lugar, seguida de mala gana por los dos Alfas.
Entrando al lugar prohibido para toda la empresa a excepción de algunos pocos privilegiados, ahora respiraban otro aroma.
Durazno y Brandy.
Las feromonas de Lily, demostraban su dominio del lugar, cosa que mantuvo a los Alfas pegados a la puerta, negándose a entrar en los territorios de otro Alfa.
Enid tambaleó, respirando profundo, decidida, pues no planeaba salir de ahí sin lo que buscaba.
Tomo aire y camino hasta el escritorio, encontrándose en múltiples papeles encima de este, rostro con perfiles de Alfas, Omegas e incluso Betas, supuso que eran los “Candidatos” de los que hablo Lily la última vez, dejándolos de lado para seguir adelante.
Encendió el ordenador, que para su suerte estaba desbloqueado, y lo primero que vio, era una dirección marcada en el mapa del dispositivo, algunas cuentas y documentos de vienes raíces que confirmaban una compra, y luego de mirarlos bien, grabo en su mente la dirección exacta de la recidencia, pues supuso que era el lugar en que se encontraba Merlina.
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Obsesión 🖤 Wenclair
Fanfic¿Que harías si tuvieras una empleada obstinada y frágil, pero con un potencial sin límites que proteger? ¿Cómo reaccionarias si la única persona que es capaz de soportar tu presencia y te cuida de quienes te hagan daño, es rodeada por gente que solo...