El viento de la montaña sacudir las hojas de los árboles y el suave sonido del agua en los arrollos chocar contra las rocas, no dejaba opacado al eco vibrante de las ramas quebrarse con las pisadas de aquellos dos lobos en el bosque.Con su pelaje ser acariciado por la brisa montañosa, siguiendo aquel lobo rubio que escapaba entre los arbustos, jugando a ser la presa del depredador.
Mientras más la seguía, más se adentraban en aquel páramo salvaje, con la oscuridad manifestarse como una fiel compañera, y el canto de los búhos arrullar sus inseguridades, no podía sudar, debido a su forma de licántropo, pero de poderlo, ahora mismo estaría con su frente perlada de pequeñas gotas que reflejan sus nervios, deteniéndose en una roca al percibir el ligero aroma a bestia cerca.
Era un oso.
Aquel enorme animal buscaba alimento a la orilla del manantial, cristalino, con hermosos peces nadar felices, y otros conocer sus destinos entre las garras del oso.
El lobo de pelaje rubio cesó de su escape, para inclinarse hacia abajo, a la caza, sus garras enterrarse en la fría tierra para adquirir mejor postura y firmeza, le envío el perfecto mensaje a la Delta de sus intenciones.
Durante sus días de entrenamiento, Lily se aseguró de enseñarle lo básico a la hora de cazar, no era idiota, incluso sin una clase, sus instintos la llevaron a camuflarse entre las sombras y acechar a la criatura ignorante de su propia situación. Era un oso, por más que su apariencia lobuna fuera enorme, incluso que la de los lobos normales, seguía siendo un oponente a tener en cuenta, pero más que sorprenderle el haber encontrado un oso en aquel bosque, sus ojos divisaron a la rubia acercarse sigilosamente detrás de su espalda peluda, sin hacer ruidos, y esperando a su señal.
Y con una ligera inclinación hacía adelante, ambas saltaron desde puntos bien localizados, cargando contra la bestia, sus garras fueron el primer contacto, lo suficientemente afiladas para perforar la gruesa piel, aquel gruñido de dolor alertó a las aves que marcaron su partida con el fuerte aletear de sus alas.
Merlina estaba colgando de su hombro, y aprovecho la posición para clavar sus colmillos en la yugular del oso, mientras Enid hacia trizas los tendones de sus articulaciones inferiores, la bestia arañó a Merlina al intentar quitársela de encima, pero la cantidad de sangre que perdió impidió que aplicara suficiente fuerza, volviendola una herida superficial.
Cayó al suelo, con aquella mandíbula aún persistente en su cuello, hasta que sus movimientos cesaron, junto con sus gruñidos de agonía.
El sabor de su sangre era asqueroso, no era la primera vez que devoraba a un animal en su forma de lobo, pero debía admitir que los osos no saben bien, su expresión de asco causó gracia a la Gamma, que se acercó a lamer los residuos de la sangre que se deslizaron hasta su cuello, limpiando a su dominante.
“No sabía que podías cazar”
Mientras admiraba la delicadeza con que Enid limpiaba su rostro, no pudo evitar recordar la habilidad con que esta acechó a la presa.
“Cuando tu familia te abandona buscas formas de sobrevivir”
Por más que intentara limpiarla, estaba cubierta con mucha sangre, no solo del oso, si no también su propia sangre.
“Debemos limpiarte”
La Gamma tomó la pata de la criatura, para acercarlo más al pequeño manantial, deteniéndose a mirar a la loba negra.
“¿Que?”
“Transformate”
Su tono autoritario sorprendió un poco a Merlina, quien flexionó los músculos de su espalda al sentir ese ardor de la herida ser besado por la fría brisa.
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Obsesión 🖤 Wenclair
Fiksi Penggemar¿Que harías si tuvieras una empleada obstinada y frágil, pero con un potencial sin límites que proteger? ¿Cómo reaccionarias si la única persona que es capaz de soportar tu presencia y te cuida de quienes te hagan daño, es rodeada por gente que solo...