Separadas.

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El goteo incesante, el olor a humedad y el calor sofocante, eran tan desagradables que prefería dejar de respirar por momentos.

Aquellas cadenas que la privaban de su libertad estaban frías, ajustadas, y oxidadas, siendo tratada de manera inhumana mientras intenta por todos los medios mantener el control, y no ceder a sus provocaciones.

— No sabes el tiempo que estuve esperando por esto — Esa grave voz resonaba vibrante en sus oídos, mostrando sus afilados colmillos para mantener aquella clara amenaza alejada — Los años nunca serán suficientes si es para conseguir lo que quiero, aunque debo admitir que esperar a que te desarrollaras completamente para poder ejecutar mi plan fue exasperante.

Tragó seco, sintiendo en su garganta la presión del collar de cuero, que apenas le permitía respirar.

— Tu y yo somos iguales pequeña, somos lo mejor de nuestras castas, lo mejor de nuestra especie — Se inclino hacia ella, tomando su sucio y sudoroso rostro, con su claro enojo florar en sus gestos — Eres la única que queda de la última casa, Lily Birdsnow.

Gruño más fuerte, provocando una respuesta de alerta en el Alfa frente a ella, aquel hombre se alejó, manteniendo su espacio.

— Eres igual de testaruda que tu padre, no podía hablar con él, todo lo que hacía era gruñir y decirme que me aleje — Aquel hombre de tez pálida limpio el sudor de su frente, mirando de manera condescendiente a la peliblanca, quien se mantenía en guardia a pesar de su posición limitada de movimiento — Fue difícil la verdad, ¿Pero sabes porque terminó hablando?.

Recostó su espalda en uno de las columnas del lugar, un calabozo oscuro que de única fuente de luz, tenía un pequeño farol encima de la cabeza de Lily.

— Él hablaba cuando mencionaba a tu madre.

— ¡No hables de ellos!

Alzo su voz, arrepintiendose al instante al sentir el collar apretarle más, impidiendo el paso del aire.

— Me enteré de que tienes compañera — Y ahora el no respirar era intencional, con su mirada preocupada caer a sus rodillas para que el sujeto no mirara su expresión, no quería pensar en lo que podría hacer — Le dije a los idiotas que trabajan para mí que la trajeran contigo, pero cierta Alfa obstinada mató a 3 de ellos protegiendo a su amada, solo quedaron los suficientes para traerte a ti.

— No me arrepiento de eso — Dijo con una mueca de orgullo, irritando al sujeto — Porque no mejor dejas las formalidades y me dices que quieres, Joseph Crackstone.

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×Enid×

Nunca la había visto así.

— ¡¿Cómo mierda dejaron que pasara?! — Nunca había visto a Merlina tan enojada, lo suficiente, para que su olor adormeciera mis sentidos — ¡¡Solo tenían un maldito trabajo!! ¡¡Solo uno!!.

Está mañana, recibimos una llamada del cuerpo de seguridad que custodiaban la casa de Lily, aparentemente fueron noqueados con gas somnífero, y al despertar Lily ya no estaba.

Merlina caminaba de un lado al otro en la entrada de la empresa, sus feromonas liberadas sin control y con un nauseabundo olor a ira y confusión. Nadie tenía la menor idea de que hacer, y Eugene intentaba dar con la peliblanca sin siquiera tener una idea de dónde buscar, o que buscar.

La morena llevó sus manos hasta su cabeza, desordenado su cabello al frotar esta con desesperación.

Se detuvo en seco.

Obsesión 🖤 Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora