Black Dragon

Capitulo 2: "Amenaza"

Tres meses antes en la ciudad de Kioto, el frío estaba punzante, no había casi nadie en la calle, por lo menos no en ese momento, un joven había terminado de hacer sus compras para cenar en casa, caminaba solo por las desérticas calles tratando de soportar el desagradable clima.

Había un abrumador silencio que se rompió con un derrape de llantas, un automóvil de color negro con los vidrios polarizados se dirigía a toda velocidad hacia el joven, él corrió hacia el auto velozmente para conseguir el impulso suficiente y poder saltar el vehículo, lo logró, entonces dos sujetos trajeados y con lentes oscuros salieron del auto, uno de ellos traía en sus manos una Katana

–Lee Takahashi–
dijo el hombre del sable mientras corría hacia él

–¿Pero que?–
Lee simplemente soltó sus bolsas de compras para evadir un ataque directo al torso, posteriormente giró en el suelo para barrer al sujeto y tirarlo, entonces el otro tipo de acercó a él apuntándole con un arma a la altura de la cabeza

–Oh cielos, ¡baja eso amigo!–
al momento de decir eso giró rápido alejándose del rango de alcance del arma mientras golpeaba el brazo de su atacante tirándola de su mano para luego atacarlo al cuello y dejarlo inconsciente
–¡Podrías lastimar a alguien!–inmediatamente intentó huir, pero aparecieron dos autos más, uno en frente suyo y otro a sus espaldas, de cada auto salieron tres sujetos vestidos de igual manera, las cosas se complicaron

–Quienes son ustedes, quien los ha enviado?–

–Somos quienes acabaran con quien eres... Lee Takahashi–
Dijo uno de los misteriosos hombres mientras se acercaban todos a él

–¿Que?–
Su desconcierto era evidente;  dos de los seis tipos atacaron al mismo tiempo, lee simplemente evadía los golpes y patadas moviéndose y girando de un lado a otro con agilidad, al momento de ver una escoba tirada en el suelo, dio un salto sobre uno de ellos para conseguir tomarla, la desarmó y tomó el bastón para comenzar con un ataque giratorio a las caras de sus oponentes, después lo giró rápidamente para bloquear el golpe de un tercer sujeto

–¿Eso es todo lo que tienen? ¡Son unos inútiles!–
sin darse cuenta de que el tipo de la katana se había levantado nuevamente para quedar frente a él, soltó una patada trasera descubriendo su torso; entonces ocurrió, el hombre había atravesado el abdomen, una sensación fría recorrió su cuerpo, sus piernas temblaban y de sus ojos comenzaban a escurrir lagrimas al ver como brotaba sangre de su interior, se estaba enfrentando a la muerte; otro tipo llegó y lo tomó para subirlo a uno de los autos sin retirar la espada; después de unos momentos llegaron a la casa de Lee, abrieron su puerta y lo dejaron en la sala, otro tipo tomó sus manos para hacerlo parecer que el empuñaba la katana haciéndolo ver como un suicidio. Estaba hecho, todos los sujetos salieron de la escena no sin antes cerrar la puerta de la casa.

El funeral se llevó a cabo en Tokio en el mismo cementerio donde descansaban sus padres, todos los amigos de Lee se encontraban ahí; a excepción por supuesto de Kenji; también los pocos familiares que le quedaban, todos estaban consternados por su "suicidio", no sabían por que había hecho eso, al finalizar el funeral todos se fueron, a excepción de tres jóvenes, quienes pretendían llegar al fondo del todo

–Yo conocía perfectamente su colección de espadas, esa katana no era suya–
Dijo uno de ellos cruzado de brazos y con los ojos cerrados

–Además es obvio que él jamás se habría suicidado–
Intervino otro

–¿Entonces quien fue muchachos? Quien demonios lo conocía lo suficiente para saber cuando y donde encontrarlo–
Ella soltó el llanto

–Eso no es lo importante Jade–

–¿De que hablas?–
Preguntó con un nudo en la garganta

–Alguien muy ingenioso y que además sabía de nuestro oficio logró encontrar a Lee y lo está usando como advertencia, eso significa que deben estar tras nosotros también–

–¿Que sugieres Juka?–

–Por el momento tenemos que volver a desaparecer, hay que reubicarnos, Jade, ve y busca a mi hermano, Kato tu...–

–Yo se que hacer, intentaré averiguar quien es el culpable, y una vez que lo encuentre...–

–Así es, pero se precavido y escóndete, hay que permanecer unidos para evitar más tragedias–

–Pero, ¿que hago si Kenji no quiere volver?-

–Es seguro que no va a volver, sin embargo no te va a negar el protegerte. Bien, es hora de despedirnos, vamos Jade, te llevaré a la central de autobuses; Kato, tu espérame ya sabes donde–

–De acuerdo–

–Hay que permanecer en calma si queremos llegar al fondo de esto...–

Los jóvenes se fueron, cada quien llevaba un rumbo diferente a los otros, la incógnita los perturbaba con la idea de poder morir en cualquier momento, lo único que podían hacer era esconderse y permanecer unidos ante todo...

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-Gracias por leer-