Capitulo 19: "El Cientifico"

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Una noche aparentemente serena, llovía desde horas atrás y la ciudad entraba en un estado de frialdad cada vez más penetrante, todo el mundo permanecía en sus casas, se pronosticaban tormentas fuertes en la ciudad. En lo profundo de una enorme casa vieja y abandonada cerca de una zona marginada, se encontraba un hombre, de alta estatura y piel morena, traía puesta una bata blanca y estaba haciendo algunas investigaciones en su computador mientras observaba algo que parecía moverse en una base que estaba próxima a él

–¡Eso es! Un poco más de esto y estará listo. Solo tengo que conseguir el último ingrediente pero...–
El misterioso hombre cerró su laptop, tomó una gabardina de un sucio perchero y un maletín, luego subió por las escaleras apresuradamente, salió de la casa y comenzó a caminar sin un rumbo definido. Pasó frente a lo oscuro de un callejón, en el que el temido asesino hacía de las suyas desmembrando sin piedad a una pareja de jóvenes; el hombre, aparentemente asustado tropezó con un bote de basura haciendo mucho ruido, a lo que Kuro se dio cuenta y fue por él

–¡Ah! ¡Alto espera! ¡Por favor no me lastimes! ¡¡Te lo ruego!!–
Pedía el hombre mientras sacaba de su gabardina algo como un control remoto, Kuro se abalanzó sobre el bruscamente y el hombre oprimió uno de los botones, a lo que el aparato desprendió una onda sonora de alta frecuencia que provocó que Kuro se desmoronara y cayera al suelo. El tipo se dirigió a lo profundo del callejón, metió algunas partes de los cuerpos destrozados en su maletín, y posteriormente se acercó a Kuro para llevarlo arrastrando hasta su casa.

Después de un largo rato Kuro despertó para darse cuenta de que había sido raptado, estaba atado con cadenas de su brazo y piernas, además estaba bien sujeto de su cintura a una prensa, el lugar estaba muy oscuro y el asesino no distinguía nada con claridad

–¡¿Que sucede aquí?! ¡Libérame maldito!–
Gritó Kuro para después escuchar un zumbido que lo alteró bastante
–¡No! ¡Por favor detén eso!-
Imploraba él

El extraño sujeto soltó una espeluznante risa
–¡Fabuloso! ¡Al parecer esto funciona a la perfección!–
Exclamó el hombre de la bata blanca
–No sabes cuánto tiempo he esperado para poder atraparte, eres una presa difícil, oh, por cierto... Te agradezco mucho los asesinatos que has llevado a cabo recientemente, me han servido mucho esos restos que dejas por ahí–

–¡¿Quien mierdas eres?!–

–Puedes llamarme "R"... Y soy un investigador, sabes, estoy dispuesto a ayudarte. Me gusta tu trabajo, ¿que te parece si tú trabajas para mí, y yo te devuelvo eso que has perdido?–

–¿Como dices?–
El tipo quitó a Kuro su máscara, tenía la cara completamente quemada, sus color de piel era oscuro, sos ojos se veían rojos y las venas resaltaban sobre su casi nula piel. Era horrible, parecía un cadaver en vida
–¡No! ¡Devuélvemela por favor!–

–Puedo ver en tu rostro mucha desesperación, ¡vamos! ¡Accede a trabajar para mí y te daré poder y mucho más!–
Kuro se encontraba consternado, pero tras recibir algunas ofertas aceptó

–Bien. Antes que nada necesito que seas mi sujeto de prueba–
El hombre cubrió con cinta la boca de Kuro para después comenzar a inyectarle algunas sustancias que tenía en jeringas, la desesperación y el dolor invadían al en ese momento temeroso asesino, quien gemía de dolor ante tales experimentos...

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-gracias por leer-

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