Capitulo 9: "El Otro"

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Era de madrugada, Tokio estaba dentro de una profunda oscuridad, pacífica y aterradora, perfecta para llevarse a cabo crímenes de toda índole.
En un callejón sombrío se estaba realizando una transacción

–La mercancía–

–Aquí tienes, ahora lo acordado–
Recibió un maletín, al abrirlo logró verse la enorme cantidad de dinero que contenía

–Perfecto, un placer hacer negocios contigo–
Estrecharon sus manos, de repente el sonido de unas cadenas arrastrándose los alarmó

–¡¿Que demonios fue eso?!–
Eran siete sujetos, todos ellos sacaron de sus bolsillos algunos navajas y otros pistolas y comenzaron a mirar por todos lados, pudieron percibir como la sombra de un individuo rondaba por el lugar

–Estén alertas–
Dio la orden un tipo que al parecer estaba a cargo de la mayoría de los allí presentes, de repente el ataque comenzó; uno de los sujetos más alejados del grupo fue alcanzado al cuello por la cadena y subido a lo alto de una de las casas que rodeaban el lugar, tiró su arma; otro fue alcanzado por un kunai que atravesó su garganta, los demás comenzaron a entrar en pánico, una kemuridama cayó cerca de ellos soltando humo poco a poco rodeándolos, se vio la silueta de un individuo y todos le dispararon, al momento en el que fueron a ver quien era el responsable lograron darse cuenta de que habían matado a uno de los suyos, otro de ellos fue tomado por sorpresa para terminar con el cuello roto

–¡¿Que está pasando aquí?! ¡Maldita sea!–
Exclamó vuelto loco otro hombre mientras comenzaba a apuntarles a los demás

–¿Fue plan tuyo no es así?–
Se defendió otro.
Comenzaron a dispararse entre todos hasta que sólo quedó uno que salió corriendo de la escena

[Se mueve un objetivo]

–Si, lo tengo bajo control TECH...–
Una sombra apareció frente al que huía, de ese individuo se notaban un par de ojos perfectamente redondos que irradiaban luz roja

–¡Quien demonios eres maldito!-–El tipo muy asustado apuntó con su arma solo consiguiendo un golpe en la mano con el cual la soltó

–Puedes llamarme Cold, pero eso no importa porque te haré pagar por tus crímenes–

–¿Que?–
Lo tomó de la cara y lo estrelló de nuca contra el suelo rompiéndole en pedazos el cráneo, apretó un botón en uno de los auriculares que traía puestos y luego habló

–Está hecho. ¿Falta algo?–

[Negativo Cold, por hoy puedes volver]

–Bien.–
Subió al techo de una casa y comenzó a correr por sobre las azoteas, su misión había terminado.

Al amanecer, en la televisión no paraban de repetir la noticia
{Hoy por la madrugada un grupo de presuntos traficantes de drogas fueron encontrados muertos en un callejón cerca de...}

–Con un demonio. ¡¿Por que no puedes estarte tranquilo?!–

(Ya cálmate, solo dejo salir tu rabia)

–Me estas fastidiando–

(Si simplemente me aceptaras esto terminaría)

–Pero sabes que no será así–

(Intenta suprimirme todo lo que quieras, eso no cambiará las noticias de todos los días)

–Por favor déjame tranquilo–
Kenji se encontraba desayunando sólo debido a que Jade había salido a comprar cosas, de repente tomó el teléfono y comenzó una llamada

–Hola...¿Tobi?–

–¿Si,que se te ofrece Kenji?–

–Necesito que por favor si el otro sujeto te pide ayuda o algo por el estilo solo lo ignores–

–¿A que te refieres?–

–Deja de ayudarlo, quiero evitar problemas–

–Por que no simplemente aceptas que...–

–Por favor obedece, a nadie le conviene que ese tipo siga haciendo de las suyas–

–Está bien ¿pero que pasa si se enoja?–

–Por más enojado que esté él nunca lastima a mis amigos–

–Ok. Lo intentaré–

–Bien–
Colgó el teléfono y siguió comiendo mientras veía la televisión.
En cuanto terminó de comer fue hacia el dojo y comenzó a meditar nuevamente. Estuvo sentado en medio del tatami durante 6 horas seguidas, sin moverse, sin hablar; Jade ya había regresado y al verlo así simplemente subió y lo dejó solo, aislado.
Después de un rato anocheció, ambos se fueron a dormir, cada quien a su respectiva habitacion no sin antes cenar algo del ramen que quedaba.

Pasó el rato y nuevamente había criminales en la calle, una pandilla de nueve tipos estaba acorralando a una chica que se dirigía hacia su casa después de terminar con su turno de trabajo en una cafetería

–Oye dulzura, por que no vienes con nosotros a pasar un buen rato–
Habló un sujeto enorme y con aspecto fuerte

–¡Déjenme tranquila!–
Contestó indignada la joven sin poder hacer nada, otro sujeto la tomó de las manos para impedirle el movimiento mientras la amenazaba con una navaja de mano, de repente se escuchó una voz

–¡Hey!–
Miraban consternados hacia todos lados para ver de donde había venido ese grito, no encontraron nada.
Repentinamente comenzó a salir humo de ningún lado

–¡¿Que está pasando aquí?!–
Uno de los nueve tipos se desesperó tanto que salió corriendo, de un momento a otro se notó como un chorro de sangre corría por el suelo

–¡¿Que demonios es eso?!–
Entraron en pánico. Otro de ellos se aferró a la joven para evitar que saliera corriendo

–Suéltala–
Se escuchó un susurro detrás de él y se puso histérico
–Obedece o perderás la cabeza–
El pandillero soltó a la chica solo para ser asesinado silenciosamente y luego la atrapó el sujeto de atrás para subirla al edificio, tapó su boca para evitar que gritara

–Guarda silencio... No voy a hacerte daño–
La joven, temblorosa asintió con la cabeza

–Bien, vete de aquí, hay unas escaleras dos casas hacia allá, vete a tu casa cuanto antes–
La chica obedeció inmediatamente

–Bien, terminemos...–
Corrió sangre por los suelos de ese callejón oscuro, ninguno de esos pandilleros logró salvarse de la mano de ese radical justiciero.
Quedaba uno que aún se arrastraba para intentar escapar, su atacante se atravesó en su camino y la luz de una lámpara hizo notar su figura

–Qu... ¿Quien eres?–
Dijo con voz temblorosa el sobreviviente

–No te servirá de nada saberlo...–
Con un solo corte de su katana eliminó al ultimo pandillero, un terrorífico grito se escuchó consiguiendo alertar a los vecinos del lugar, casi inmediatamente llegó una patrulla para monitorear el lugar, no encontraron al responsable. Sin embargo en una de las paredes se dio a relucir un letrero escrito con sangre que decía:
"Soy aquel que lleva a cabo el cumplimiento de la justicia cuando los responsables de hacerlo no lo hacen y no me detendré hasta que la paz predomine en Tokio"...

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-Gracias por leer-

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