Todo era incertidumbre, la policía era incapaz de dar con los terroristas que no paraban de causar estragos en la ciudad, en el cuartel general de la milicia de Tokio se estaba llevando a cabo una urgente reunión para comenzar con una detallada investigación al respecto...
—¿Y bien? ¿Que sugieren que hagamos?—
Pregunta rompiendo el silencio el capitán al mando de la investigación—Hasta el momento no hay muchas opciones capitán. Opino que podríamos poner vigilancia extra en las calles, hay que mantener a los civiles protegidos y sembrar el miedo en los crimínales—
—No me parece una opción descabellada sargento, sin embargo carecemos de personal suficiente en estos momentos...—
La puerta se abre y una joven entra en la sala mientras saludaba cordialmente a los ahí presentes.—Muy buenas tardes, soy Kasumi Okumura—
—Pero si eres la hija del capitán Okumura, permítenos ofrecerte nuestras condolencias—
—Muchas gracias capitán—
—Es un honor tenerla con nosotros, por favor, diganos que podemos hacer por usted—
—Estoy aquí para proporcionarle ayuda a su hombres capitán, tengo entendido que los criminales que han estado atacando la ciudad aún están prófugos y me gustaría poner de mi parte para encontrarlos, además debo rendirle honor a mi padre que fue asesinado por ellos—
—Bien, dígame de que se trata—
—Un grupo de amigos, ellos tienen habilidades en extremo útiles para nosotros en estos momentos, si les permite ayudar le aseguro que encontraremos a estos rufianes—
—Ya veo...—
El capitán se encontraba algo confundido
—Bien, dígame ¿de quienes estamos hablando?—
Un joven entra por la puerta—Buenas tardes—
—Él; capitán Ogura, es Kenji Takeshi—
El capitán interrumpe
—¡Pero si se trata de un niño!——Capitán...—
Habla Kenji en tono serio pero sin faltarle al respeto
—Si gusta puedo demostrarle que soy apto para esto, puede mandar a cuatro de sus hombres a atacarme si así lo desea——¿Qué estás diciendo?—
El capitán comenzaba a desesperarse
—Señorita Okumura esto es una ofensa para la milicia de Tokio...——Capitán...—
Insiste Kasumi
—Déjelo demostrarle que puede ser de gran ayuda——Bien; Yoshimura, Sato, Matsuda y Nakamura... ¡Atáquenlo!—
En el rostro de Kenji se dibujó una sonrisa...Uno de ellos comenzó atacándolo velozmente por la derecha, con un golpe recto a la cara, Kenji se inclinó hacia atrás un poco evadiendo el ataque, tras esto otros dos intentaron golpearlo, uno por arriba con un golpe giratorio a la cara y el otro con una patada a la rodilla, Kenji saltó girando su cuerpo de manera horizontal para luego caer apoyado de cuclillas, otro más intento sujetarlo del cuello pero Kenji lo derribó...
—¡Sublime! En todos mis años como capitán nunca vi habilidades así en alguien tan joven—
—Y además de él hay cinco personas más, que pueden hacer la diferencia entre que Tokio se salve o caiga a manos de esos criminales—
—Bien. Estoy de acuerdo—
—Muchas gracias capitán, en ese caso traeré a los demás para comenzar con los papeleos del reclutamiento—
—Me parece bien, muchas gracias por presentarse señorita Okumura, y joven Takeshi, gusto en conocerlo—
—El gusto es mío capitán—
Kasumi y Kenji se retiraron para dirigirse al Dojo, donde los demás los esperaban.
Mientras tanto en la oficina central de los cuarteles de Yami se llevaba a cabo una conferencia...—Bien. Está más que claro que nuestros soldados están siendo poco eficaces contra esos mocosos, ¡lancen una maldita bomba en Tokio!—
—Tranquilícese señor, no hay por que precipitarnos, en estos momentos algunos de nuestros agentes especiales están arribando el aeropuerto principal de Tokio, y no van a descansar hasta haber dado con la identidad de esos "Dragones"—
—Excelente trabajo Yoshida, espero que tus "agentes especiales" no nos defrauden como los demás—
—Se sentirá complacido de tener la cabeza de ese mocoso frente a usted—
—No. Tráiganlo vivo, quiero matarlo yo mismo por haber acabado con mi organización aquel día—
La organización Yami se preparaba para un golpe fuerte, pero antes debían encontrar a Cold...Kenji y los demás habían llegado al acuerdo de permanecer lo más cerca posible, para esto los Golden Dragon debían reubicarse y trasladar su base a una calle cercana al Dojo dejando de lado la cabaña en el bosque, Kasumi se uniría a ellos, Tobi regresaría al Dojo a vivir con Kenji para seguir junto con Kato las investigaciones sobre la ubicación de Yami, Jade y Jukarama serían trasladados a la escuela de Kenji para mantenerse encubiertos aparentando normalidad, y el Dojo volvería a abrirse al público para mantener un perfil bajo.
Pasaron algunos días sin nada nuevo, algunos homicidios aislados ocurrían paulatinamente pero no era nada de mayor altitud, Kenji se encontraba en la escuela callado y aislado del resto como siempre, Juka no paraba de meterse en problemas con los profesores debido a su actitud renegada ante los estudios, y Jade era la envidia de las otras chicas.
Todo marchaba tranquilamente hasta una semana después.
Kenji se encontraba ya de regreso a su pagoda cuando observó como un par de estudiantes que no había visto antes molestaban a un chico delgado que traía puestos un par de lentes—¡Hey ustedes dos! Déjenlo en paz, vayan a molestar a otro lado—
Intervino Kenji tranquilamente—¿Y tú quién eres para decirnos que hacer? Imbecil—
El más alto de los atacantes se le acercó intimidante—No soy nadie—
Contestó Kenji a punto de recibir un Jab, sin decir nada y con un movimiento muy rápido se acercó al que estaba tirado en el suelo y lo ayudó a levantarse, los tres estaban consternados al no ver cómo fue que esquivó el golpe, pero finalmente todos se retiraron hacia rumbos diferentes(No había visto a ninguno de los tres anteriormente)
—No, yo tampoco...—
(Bueno, supongamos que son estudiantes de intercambio, no hemos estado presente en tres meses)
—Si, tienes razón... Pero no me dan buena espina—
(A ti nadie te da buena espina)
Soltó una pequeña carcajada sin parar de caminar
—Tienes razón, pero bueno.—Los tres estudiantes que Kenji se había topado se reencontraron en un callejón no muy alejado al lugar en el que estaban
—Oye Ren, se movió demasiado rápido ¿no?——Si Kai, pero es muy pronto para sacara conclusiones—
—Es cierto, pero tiene todas las de ser él, deberíamos matarlo de inmediato—
—No seas estupido, recuerda que lo quieren vivo—
—Si, por lo pronto encárgate de reportárselo a tu padre, Yoshida—
—Está bien. Así lo haré...—
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-gracias por leer-
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Black Dragon
ActionCorrupción, maldad, injusticia, deshonestidad , siempre he odiado eso. Mis padres, también mi abuelo, tenía que pretender vivir tranquilo, sin embargo... Si quienes deben hacerlo no lo hacen, ¿entonces que otra opción hay? Fue por eso que decidí hac...