Black Dragon

Capitulo 17: "Nostalgia"

Era una pacífica tarde en el bosque de Yokohama, estaba un poco nublado y caía una tranquilizante brisa.
En la guarida de los Golden Dragons Juka y Kasumi entrenaban muy arduamente mientras Kato llevaba a cabo algunas investigaciones por su parte. Jukarama carecía de concentración debido al estado de Jade, por lo que se retiró un momento después para monitorearla, ella se encontraba recostada en su habitación con algunas vendas en el cuerpo, tenía heridas en ambas piernas así como en el costado derecho, después de un momento despertó

–¿Jade como te sientes?–
Le pregunto Juka, quien se encontraba sentado en una silla a los pies de su cama

–Hola Juka, supongo que estoy un poco mejor... Pero me duele mucho la cabeza–
Jukarama se encontraba muy serio

–Dime, ¿recuerdas que fue lo que sucedió?–

–No... No claramente–

–Ya veo...–
Juka se levanto para tomar la temperatura de Jade
–Aún tienes algo de fiebre–
Se dirigió por un trapo húmedo y lo colocó en su frente
–Bien, por favor descansa, si necesitas algo llama a Kato o a Kasumi–
Se retiró del lugar sin decir nada más, fue hacia el Dojo y tomó sus brazaletes y su pesada chamarra para luego salir por las escaleras que conducían a la superficie

–Eh, Juka... ¿A donde vas?–
Kato no recibió ninguna respuesta por su parte y regresó a lo suyo

Al salir una ligera sensación de frío lo invadió, era un clima muy agradable, luego de tomar un respiro se encaminó hacia Tokio.

En la ciudad la gente llevaba a cabo sus actividades habituales, había niños y jóvenes en los parques disfrutando de las vacaciones, Juka se paseaba por las azoteas de los edificios con rumbo al panteón donde reposaban sus padres y abuelo. Al llegar colocó un ramo de flores en sus tumbas y se sentó un momento. Nostálgico, Juka recordaba lo poco que logró convivir con sus padres antes de su muerte, además de los bellos momentos en los que lo acompañó su abuelo cuando aún estaba con vida, los cumpleaños y las fiestas, los duros entrenamientos y los momentos de relajación cuando iban de paseo a algún parque temático, todo eso le traía sentimientos encontrados. La lluvia se volvía cada vez más tupida, Juka se levantó al sentir la inquietante presencia de más personas acercándose a él y salió del lugar a prisa pero con calma, para luego comenzar a avanzar un poco más rápido, observó un automóvil negro estacionado cerca y se sintió atemorizado, pasó junto a el dejando caer espinas por si llegaba a avanzar o retroceder y posteriormente se alejó, en el reflejo de las ventanas de una tienda pudo verificar que sus sospechas eran correctas, sin duda alguna estaba siendo seguido.

–Lo tenemos–

–Bien, alcáncenlo y elimínenlo sin hacer mucho alboroto–

–Si señor–
Dos tipos lo seguían a pie mientras otros cinco entraban en el auto, cuando este comenzó a moverse, en la cara de Juka se dibujó una sonrisa; sin fallo, las llantas pisaron las púas que Juka había dejado caer tronando los neumáticos, posteriormente Juka presionó un botón de su auricular haciendo estallar el vehículo y creando un escándalo, así mismo aprovechó la conmoción para comenzar a correr, sus últimos dos perseguidores lo siguieron hasta un callejón donde lo perdieron de vista.

–Lo hemos perdido jefe, además cinco de nuestros hombres fueron eliminados–

–Que tragedia, bien, aborten por ahora–

–Entendido–
Al terminar la llamada, los dos terroristas comenzaron a caminar sin darse cuenta de que Juka se encontraba tras ellos, los atacó velozmente por la espalda cortando sus nucas para luego arrastrar sus cadaveres y ponerlos en el interior de un bote de basura

–Ja, ¡no son más que escoria! Requieren más de cinco hombres para eliminar a uno solo de sus objetivos, patético...–
Tras decir esto Juka trepó por el edificio a su costado para finalmente regresar a la guarida...

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-gracias por leer-