Capitulo 22: "Incertidumbre"

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Pasaron las horas y la catástrofe había terminado, cerca de 8 criminales yacían derribados entre los escombros y algunos oficiales de policía también terminaron muertos, los que sobrevivieron se encontraban malheridos y los terroristas habían escapado; así mismo, el paradero de los supuestos culpables estaba indefinido y la fuerza nacional decía estar comenzando a tomar cartas en el asunto...

–Esto pinta mal. ¡Fatal!–
Los Golden Dragons se encontraban ya en el cuartel general ubicado en el sótano de la pagoda; Kasumi, Shūji y Tobi también estaban ahí, y evidentemente Kenji les hacía compañía, él se encontraba repasando los acontecimientos ocurridos tan solo algunas horas atrás, comenzando por el tipo que robó el banco
–Se suponía que eliminaríamos a Yami una vez que diéramos con su paradero, para esto ustedes debían permanecer ocultos en su guarida y así evitar contratiempos, ahora repentinamente aparece un sujeto del que no teníamos ni idea de su existencia, y además con una legión de adefesios peligrosos...–

–Es el colmo, además ¿no te parece inquietante no tener noticias de Kuro desde hace ya dos días?–
Interviene Jukarama

–Ese es otro punto, podría ser que él esté involucrado, pero...–

–Ahora bien...–
Interrumpe Kato
–¿Que se supone que haremos? Bajo las circunstancias que enfrentamos en estos momentos, no podemos darnos el lujo de ocultarnos así nada más...–

–No, tienes razón Kato...–

–Sin embargo...–
Interviene Tobi por primera vez
–Esta podría ser una trampa muy bien elaborada por la organización Yami desde un principio, precisamente para sacarlos de su escondite y así eliminarlos más fácilmente–

–Me paree coherente pero...–
Jade se encontraba consternada
–De todos modos ellos ya saben de este lugar... ¿Por qué no han venido aquí más de una vez?–

–Bueno, eso podría ser por qué probablemente me siguieron sin previo aviso a sus superiores–
Contestó Kenji con seguridad
–Ahora bien. Por el momento no contamos con nada más que la incertidumbre, por lo pronto propongo que de todos modos regresen al bosque y se encarguen de obtener información desde ahí, nosotros por nuestra parte seguiremos buscando respuestas en la línea delantera–

–Oigan...–
Kasumi finalmente intervino
–Yo podría poner a nuestra disposición algunas unidades de policía como vigilancia extra por las calles–

–Además, podríamos reclutar a más miembros...–
Propuso Juka interrumpiendo

–No me parece mala opción Kasumi, si puedes hacerlo te lo agradeceremos; en cuanto al reclutamiento, no me parece mala idea Juka, no obstante en estos momentos no estamos en posición como para confiar en alguien además de los aquí presentes.–
Contestó Kenji firmemente

–Buen punto...–
Hubo un breve silencio en la habitación

–Entonces está decidido, Juka, Kato y Jade regresen inmediatamente al bosque y eviten salir a como dé lugar; Kasumi, te quedarás aquí mientras la situación mejora, iremos a solicitar apoyo oficial mañana por la tarde–
Dijo Kenji mientras los Golden Dragons se aproximaban a la escotilla de salida
–Juka. Tengan mucho cuidado y por favor sigan mis órdenes, cuento contigo–

–No te preocupes camarada, siendo tres somos mas difíciles de vencer–
Kenji asintió con la cabeza para luego ver marcharse tranquilamente a sus compañeros.
La ciudad se encontraba en estado de alerta, muy pocas personas se atrevían a salir a las calles, exceptuando a algunas pandillas de criminales, en el aeropuerto de Tokio recién arribaba un vuelo proveniente de E.U.A. Del avión bajaron entre muchas personas una joven de estatura media, cabello morado, ojos violeta y piel blanca; al bajar se dirigió a recoger sus cosas que iban en el apartado para equipaje, entre tanto llevaba un largo bastón de madera, iba acompañada de un hombre robusto de estatura alta, con una barba voluminosa, el llevaba cargando todas las maletas.

–Señorita Magenta, debemos llegar a su casa en breve–
Dijo a la chica en tono serio pero amable

–Si, Alfred–
Salieron del aeropuerto en dirección a la capital, tomaron un taxi y bajaron al llegar a unos apartamentos en Shinjuku, estaban a punto de entrar en el edificio cuando escucharon un grito proveniente de un callejón cercano al lugar.

–Señorita, entre a la casa inmediatamente y espéreme ahí–
Dijo Alfred mientras corría en dirección a aquel callejón.
En el se encontraban cinco sujetos armados con navajas, cadenas y un bate de béisbol, acorralando a un joven que tenía moretones por todas partes, Alfred los separó del chico.

–¡Lo que están haciendo no tiene perdón! Retírense ¡Inmediatamente!–
Dijo Alfred mientras se colocaba un par de manoplas

–Vaya vaya, el viejo quiere problemas–
El tipo del bate empuñaba su arma y se acercaba a Alfred
–¡Déjame decirte que no saldrás vivo de aquí!–
Bateó a la altura de su cabeza, Alfred se agachó rápidamente evadiendo aquel golpe para luego darle un gancho al hígado a su atacante dejándolo tirado.

–¡Maldito!–
El que traía la cadena atacó, Alfred no pudo esquivar ese golpe a la pierna y quedó arrodillado
–Hasta aquí llegaste–
Levantó su cadena para dar un fuerte golpe a la cabeza de Alfred, pero justo antes de que conectara, la cadena se enredó en un bastón para luego ser derribado por el mismo...

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-gracias por leer-

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