PRISONER - Eddie Munson

I. 🧩

Hace tiempo los amaneceres son repentinos, no siento que duerma realmente, hay fragmentos en mi mente que a veces no logro conectar, no tengo idea si han pasado días o años, recuerdo que deje Hawkins para ir a la universidad de Deimos, hay muchos recuerdos, pero todos están revueltos.

Llevo esperando su llamada hace un tiempo, hace dos o cuatro días que llamó por ultima vez dijo que ya estaba llegando a Hawkins como me lo prometió, hablamos de vivir en los suburbios cuando salimos de Deimos, tengo un breve recuerdo de sus palabras.

Vine a vivir a los suburbios de Hawkins en un conjunto de casas iguales, son pequeñas y de color verde olivo, al ver por la ventana solo hay paredes de ese color.

No necesito más espacio, estoy solo hace mucho tiempo no sé cuánto en realidad, estoy casi seguro de que ella me dijo que vivirá en la casa número 6 justo es frente a la mía.

Estoy en frente de mi puerta, llevo unos minutos, creo, estoy sentado viendo la casa del frente, no hay nadie por aquí, aun no llega, en general no veo a nadie alrededor, de hecho, el único auto que he visto es el mío, ahora no me interesa, mi atención se enfoca en que ella llegue a su nueva casa.

No sé cuánto tiempo pasa, la luz se va, las hojas del árbol que llevo viendo no se mueven, es como si no pasara el tiempo, ella no llegó, es la segunda llamada en la que dice que vendrá y no lo hace.

Me rindo, es otro día o semana más esperando que llegue, se me cierran los ojos de estar aquí sentado, ya está oscuro, tengo que entrar.

{...}

Acabo de despertar, parece que entré hace cinco minutos ya hay luz afuera y se siente ese olor, no sé cómo explicarlo, como a productos de limpieza, siempre sucede al despertar, veo por la ventana y veo el cielo, ahora que le presto atención, me pregunto: ¿por qué las nubes tienen la misma forma? cuando caminaba por el bosque no se veían así, o ¿sí?, hace mucho no voy al bosque, ni visito el lago lover's, ahora que recuerdo ese lago me hace sentir que no quiero volver.

Las luces parpadean, suena el teléfono, me alejo de la ventana, sé que es ella, bajo rápidamente para contestar.

–Hola –el ruido de siempre es como algo eléctrico no sé qué es realmente.

–Hola Eddie, voy en camino hay una tormenta y pare un momento... – no se entiende muy bien lo que dice.

–Hola ¿Gill? Te estoy esperando hace días –ya no me responde del otro lado, solo está ese ruido extraño.

Voy a la cocina, hay cereal y jugo de naranja, solo hay esto, me siento en la mesa ¿Gill por qué habla de una tormenta? Miro por la ventana, el cielo esta azul y blanco por las nubes ¿aun no llega a Indiana?

Aun la espero, salgo de nuevo a la puerta, llevo haciendo esto muchos días, mi mirada solo se concentra en la puerta de la casa número 6.

Despierto en mi cama, veo el jarrón con orquídeas hoy hay 5 creo que ayer vi 6, no he tocado esas flores, mi último recuerdo es ver la puerta del frente sentado desde mi entrada, no sé en qué momento llegue a mi cama.

{...}

Me duele la cabeza, pareciera que bebí de más la noche anterior, mi cabeza pesa, voy al baño y veo mi reflejo en el espejo, mi cabello está un poco más largo, no recuerdo haber afeitado mi barba ayer, me acerco al espejo, puedo jurar que tenía una cicatriz cerca al mentón, era rara, parecía una mordida, estoy seguro de que nada me mordió, lo recordaría, pero no está, no veo esa cicatriz, no tengo idea porque la recuerdo.

El teléfono suena, las luces parpadean, siempre pasa cuando suena el teléfono, estoy seguro de que es ella me apresuro a bajar y levanto la bocina, esta vez no hay ruido.

–Hola –hablo.

–Hola Eddie, voy en camino hay una tormenta... – hay una interferencia, ese estúpido ruido de nuevo.

–¿Gill Dónde estás? –pregunto desesperado.

–¿Giselle? – insisto.

–En un par de horas estoy contigo – se corta la llamada.

¡¿Maldita sea dónde diablos estas?! No sé qué hacer, voy a la puerta me siento nuevamente a esperarla, veo al cielo, las nubes parece que tienen un patrón, no están alineadas, pero es como si cada... 1, 2, 3, 4, 5 se repitiera, la siguiente fila esta intercalada, 1, 2, 3, 4, 5 son iguales a la primera, no se mueven, ¿las nubes se mueven?

–¿Eddie? –su voz me interrumpe, es ella, si vino, me levanto rápidamente ¿y su auto? ¿De qué parte llegó?

–¿Gill hace cuanto llegaste? ¿y tus maletas? –pregunto mientras nos acercamos uno al otro.

–Hola mi amor, abrázame – lo hago, me agacho para poner mi cara en su hombro, es ella, es su olor, es su cabello, son sus manos rodeándome, está aquí.

–¿Estabas en la casa del frente? – pregunto lleno de curiosidad ¿de dónde vino? No recuerdo hacia donde es la salida, no me importa ahora, la tengo entre mis brazos.

–Pues sí, siempre he estado ahí Eddie –no entiendo.

–Vamos adentro va a oscurecer –se separa de mí y toma mi mano para entrar a mi casa, veo la puerta, está el numero 16 ¿Por qué no la vi llegar a su casa?

Nos sentamos en la mesa ella me sonríe, es preciosa, acaricia mi cabello, creo que ella nunca me vio así con él tan largo.

–¿Vienes de Deimos? –pregunto, frunce el ceño sin dejar de sonreír.

–¿Deimos? –su cara es como si no entendiera.

–Si amor... Deimos, donde estudiamos juntos –le aclaro algo que es obvio, allá nos conocimos.

–Vine a buscarte amor, te he buscado por muchos días –su ceño se relaja al decirlo y veo como empiezan a brillar sus ojos.

–Llamaste muchas veces y no llegabas –intercalo mis dedos con los suyos, tiene el dorso pegado a la mesa, veo que tiene un tatuaje que no recuerdo es una palabra justo en su muñeca, dice "Enigma", Ahora que recuerdo, ella tenía tatuajes en su cuerpo, varios, un brazo estaba casi cubierto, igual que el mío, miro a mis brazos solo logro contar 3 tatuajes, veo lo que tiene expuesto de sus brazos tiene algunos, recuerdo que tenía más.

–Eddie, vamos a la cama ya está oscuro – llama mi atención.

–¿Te quedaras conmigo? – pregunto mientras nos dirige al cuarto, es como si ella conociera la casa a la perfección, como si estuviera aquí hace tiempo, como si no acabara de llegar, estoy confundido.

La veo a los ojos, son hermosos, tiene los ojos más lindos que he visto, estamos en la cama acostados de lado mirándonos frente a frente, tiene puesta mi camiseta de motörhead, la mayoría de mis recuerdos con ella la tiene puesta, acariciamos nuestras mejillas y sonreímos.

–Tienes los ojos más lindos que he visto –pronuncia, acabo de pensar esas palabras, no sé qué decir, solo sigo sonriendo viéndola, atrapo su olor en el aire, estar con ella es como estar en casa, mi verdadero lugar.

👀